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Se avecina una "crisis volcánica" en Europa. Lo que ocurre en estos dos países lo explica
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¿Qué está pasando bajo tierra?

Se avecina una "crisis volcánica" en Europa. Lo que ocurre en estos dos países lo explica

Islandia, que experimenta actividad volcánica cada tres o cuatro años, ahora está viendo una erupción casi cada mes. En Italia acaban de despertar otros dos volcanes en menos de una semana y todo el mundo mira hacia abajo

Foto: Una persona contempla a lo lejos la erupción del volcán en Grindavik, Islandia. (EFE/EPA/Anton Brink)
Una persona contempla a lo lejos la erupción del volcán en Grindavik, Islandia. (EFE/EPA/Anton Brink)

Las cenizas del volcán Etna llevan días creando una nube negra de humo en gran parte de Sicilia. El humo ha alcanzado tal densidad que las autoridades se han visto obligadas a suspender temporalmente los vuelos en el aeropuerto de Catania, al este de la región. El monte Etna y el monte Stromboli, otro volcán en Italia, entraron en erupción hace unas semanas casi simultáneamente, poniendo al país en alerta máxima. A 3.200 kilómetros de distancia, en Islandia, ríos de lava causaron estragos en la ciudad de Grindavik. Era la quinta erupción en la región este año. El país nórdico, que experimenta episodios de actividad volcánica cada tres o cuatro años, ahora está viendo una erupción casi cada mes. Algunos expertos hablan de una “crisis volcánica” que se está cociendo en Europa. ¿Qué está pasando bajo tierra?

Hace unos días, la Oficina Meteorológica de Islandia emitía un aviso urgente para los ciudadanos alertando de una erupción inminente “en los próximos días”. La octava desde marzo de 2021, pero llegaba con una novedad: el despertar de una región volcánica inactiva durante casi 800 años. “Estamos atravesando una crisis volcánica. Este es quizás el periodo más intenso de actividad volcánica que afecta a un entorno urbano en estos momentos”, señalaba Matthew J. Roberts, director gerente de la Oficina Meteorológica de Islandia.

Tan solo tres meses antes, aproximadamente 6,5 millones de metros cúbicos de magma se acumularon debajo de la región y salieron por una grieta que se extendía a lo largo de tres kilómetros. El magma fluyó a una velocidad sin precedentes y los fragmentos de roca volcánica que fueron expulsados ​​al aire, conocidos como tefra, alcanzaron la ciudad pesquera de Grindavík. La población fue evacuada en el acto, así como los turistas que se encontraban en el conocido balneario Blue Lagoon, ya que la lava cortó carreteras y afectó a una importante tubería que da calefacción y agua caliente a miles de personas en la zona.

placeholder Ríos de lava fluyen desde un volcán en Grindavik, Islandia. (Reuters)
Ríos de lava fluyen desde un volcán en Grindavik, Islandia. (Reuters)

La historia de Islandia con los volcanes no es nueva. De hecho, se trata de uno de los territorios con mayor actividad volcánica del mundo. El motivo se debe a que está situado sobre en el borde entre las placas tectónicas de Eurasia y Norteamérica. Estas se están separando lentamente, dejando un espacio para que la roca fundida caliente (magma) fluya hacia arriba. Esta fuerza se ha ido acumulando durante cientos de años y explica parcialmente la actividad actual en Islandia, según Magnús Tumi Guðmundsson, geofísico de la Universidad de Islandia. En estos momentos hay más de 100 volcanes en Islandia y más de 30 están activos.

Los primeros registros de actividad volcánica en Islandia se remontan al siglo IX, con erupciones constantes que cesaron sobre el 1240. Hasta ahora, que parecen haber regresado. ¿Por qué ese parón de 800 años? “A lo largo del tiempo geológico, las placas tectónicas se están separando aproximadamente a la velocidad a la que crecen las uñas, es decir, unos pocos centímetros al año. Pero no parecen separarse de manera uniforme, sino que pasan por pulsos de mayor actividad. Y es probable que esto sea lo que estamos viendo ahora mismo en Reykjanes", explicaba la profesora Tamsin Mather, científica de la Tierra de la Universidad de Oxford, a la BBC.

placeholder Mapa que ilustra cómo Islandia se encuentra en la Cordillera del Atlántico Medio, entre las placas tectónicas de América del Norte y Eurasia. (James Day/SIO)
Mapa que ilustra cómo Islandia se encuentra en la Cordillera del Atlántico Medio, entre las placas tectónicas de América del Norte y Eurasia. (James Day/SIO)

Un equipo internacional de científicos ha estado observando los volcanes durante los últimos tres años, analizando imágenes de tomografía sísmica y la composición de muestras de lava. En un estudio publicado en la revista Terra Nova, explican parte de los procesos geológicos detrás de esta “nueva era volcánica” y predicen que la región puede tener que prepararse para erupciones recurrentes que duren años, décadas e incluso siglos: "Hay evidencia de unos tres episodios de este tipo en los últimos 4.000 años en esta zona. Y lo que esperamos es una serie de estas erupciones relativamente pequeñas y de duración relativamente corta".

Consecuencias devastadoras

El problema es que hace 800 años no había nadie viviendo en esa parte de Islandia, pero ahora hay toda una comunidad asentada. Y toda la infraestructura clave está allí: el principal aeropuerto internacional, grandes plantas de energía geotérmica y también muchos edificios turísticos, columna vertebral de la economía de Islandia. El corte de carreteras importantes por regueros de lava y la contaminación del aire ya llevaron en 2010 a interrumpir el tráfico aéreo en todo el país y declarar el estado de emergencia.

Aunque los científicos coinciden en que estas erupciones actuales se debe al movimiento de las placas, desconocen cómo se almacena o viaja el magma bajo tierra. Comprender si hay una fuente compartida o varias independientes y su profundidad podría ayudar a predecir la duración y el impacto de estas erupciones. Sobre todo porque determinar con exactitud dónde se producirá una erupción es muy complicado, a diferencia de otros volcanes como el italiano Etna, donde el magma suele emerger por el mismo lugar. En la península de Reykjanes, sin embargo, estalla a través de grietas o fisuras que pueden tener kilómetros de longitud.

placeholder Una casa es abrasada por lava en la ciudad de Grindavik, Islandia. (Reuters)
Una casa es abrasada por lava en la ciudad de Grindavik, Islandia. (Reuters)

En respuesta a la era que se avecina, las autoridades están construyendo grandes barreras alrededor de la ciudad para contener la lava. Casi 100 excavadoras y camiones de carga trabajan sin descanso para erigirlas en los próximos meses. También están cavando tuberías de agua caliente a mayor profundidad bajo tierra y elevando las líneas eléctricas y de telecomunicaciones para protegerlas de abrasarse.

Hay que tener en cuenta que más del 80% por ciento de la superficie de la Tierra, tanto por encima como por debajo del nivel del mar, es de origen volcánico. Y fueron las emisiones gaseosas de los respiraderos volcánicos las que durante cientos de millones de años formaron los primeros océanos y la atmósfera de la Tierra, que han sido esenciales para la vida en el planeta. En la actualidad, 40 y 50 volcanes entran en erupción cada día, según el Programa de Vulcanismo Global del Instituto Smithsoniano. Y en los últimos 12.000 años, unos 1.350 volcanes han estado en ebullición.

Foto: Una imagen que muestra la cercanía del monte Rainier con núcleos de población (USGS/Ed Ruttledge)

Si bien es cierto que parte de la violencia asociada a las erupciones (terremotos, explosiones) puede causar alarma debido a los desastres medioambientales y humanitarios, hay expertos que asocian su aumento a la simple observación más precisa por parte de la comunidad científica. Es decir, que se registran más actividad volcánica porque estamos más atentos a lo que sucede bajo tierra y tenemos más herramientas para saberlo, como el satélite Terra del Sistema de Observación de la Tierra de la NASA, en funcionamiento desde 1999. Sus sensores infrarrojos MODIS han detectado erupciones volcánicas en regiones muy poco pobladas que de otro modo no se habrían registrado.

Las calderas de Italia

Al otro lado de Europa, los volcanes Etna y Stromboli, solo separados por 180 kilómetros de distancia, llevan experimentando una potente actividad en los últimos días, arrojando cenizas y lava desde principios de julio. Entraron en erupción casi a la vez, lo que causó retrasos en los vuelos y puso a Italia en alerta máxima. El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología del país informó de una "fuente de lava" que brotaba del volcán más alto de Europa, con una altura de unos 3.324 metros y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Recordemos que en el Etna murieron dos hombres en 1987 por una explosión repentina cerca de la cumbre.

placeholder Una persona mira hacia el volcán del Monte Etna, en Catania (Italia). Se trata del volcán más activo de Europa. (Reuters)
Una persona mira hacia el volcán del Monte Etna, en Catania (Italia). Se trata del volcán más activo de Europa. (Reuters)

Estos volcanes son dos de los volcanes más salvajes del mundo, pero no los únicos que suponen una amenaza para la región. Italia es un cóctel de actividad volcánica y un coloso mucho mayor también podría estar gestándose bajo tierra, según los científicos. A muchos les preocupa que pueda estar a punto de producirse un desastre en el futuro. Con 24 cráteres subterráneos ocultos, el Campi Flegrei, un “supervolcán”, eclipsa al resto de la región. Desde el verano de 2023, se han registrado varios terremotos leves en la región, lo que ha provocado cierto temor por una posible erupción catastrófica. Una erupción que recuerda a la del Vesubio, que destruyó la ciudad de Pompeya en el año 79.

La comunidad científica coincide en que los temblores son señales de que el volcán está despertando, pero ahora investigan dos posibles escenarios. Un modelo establece que la sismicidad y el abultamiento son causados ​​por el magma que empuja para salir a la superficie, lo que provoca una erupción con una alta probabilidad de que se produzca una violenta salida de magma. Algo como lo que hemos visto en Islandia. En otro modelo, el de fluidos calientes, los culpables son el vapor y los gases calientes liberados por el magma ubicado a mayor profundidad. En ese caso, la actividad sísmica en curso se detendría de repente con una explosión gigantesca: el volcán arrojaría gases y fragmentos de roca en lugar de lava. Los dos escenarios podrían ser letales para la población cercana.

placeholder Varios turistas contemplan el humo emergente del volcán del Monte Vesuvio, en Nápoles. (EFE)
Varios turistas contemplan el humo emergente del volcán del Monte Vesuvio, en Nápoles. (EFE)

La caldera de este volcán (la depresión que se crea cuando las cámaras de magma se vacían y se derrumba el techo) se formó después de dos violentas erupciones hace 39.000 y 15.000 años. La más antigua provocó un invierno volcánico en zonas a cientos de kilómetros de distancia y sus cenizas llegaron hasta Rusia. La última vez que entró en erupción fue en 1538 y eso condujo a la formación de una montaña. Desde entonces, el volcán ha dormido tranquilo y sus conexiones se han sellado. Es decir, la corteza actúa como barrera y antes de que pueda tener lugar otra erupción, la corteza tendría que romperse, creando una nueva vía por la que el magma pueda atravesarla.

Campi Flegrei es ridículamente grande, lo que además haría más complicado de determinar y predecir dónde puede producirse la actividad volcánica. Los científicos ahora están usando drones equipados con dispositivos de monitoreo térmico para estudiar las temperaturas de la superficie alrededor de las fumarolas, donde se emiten vapor y gases como dióxido de azufre y dióxido de carbono. Desde siempre, la gente ha vivido rezando mirando cielo, con la incertidumbre de qué podría avecinarse un día desde el firmamento. Ahora, por primera vez en muchos años, hemos empezado a mirar al suelo.

Las cenizas del volcán Etna llevan días creando una nube negra de humo en gran parte de Sicilia. El humo ha alcanzado tal densidad que las autoridades se han visto obligadas a suspender temporalmente los vuelos en el aeropuerto de Catania, al este de la región. El monte Etna y el monte Stromboli, otro volcán en Italia, entraron en erupción hace unas semanas casi simultáneamente, poniendo al país en alerta máxima. A 3.200 kilómetros de distancia, en Islandia, ríos de lava causaron estragos en la ciudad de Grindavik. Era la quinta erupción en la región este año. El país nórdico, que experimenta episodios de actividad volcánica cada tres o cuatro años, ahora está viendo una erupción casi cada mes. Algunos expertos hablan de una “crisis volcánica” que se está cociendo en Europa. ¿Qué está pasando bajo tierra?

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