Las líridas llegan a su máximo: ¿a qué hora se podrá ver mejor la lluvia de estrellas?

El dicho dice que “en abril aguas mil” y aunque la sequía que sufre España prueba que el refranero también se equivoca, no se puede decir lo mismo si hablamos de los cielos. Abril se caracteriza por ser un mes en el que los astrónomos y amantes de los cielos pueden disfrutar de la lluvia de estrellas o Líridas de abril.

Si quieres disfrutar de estas lluvias, que alcanzan velocidades de hasta 200.000 kilómetros por hora y suelen alcanzar un ritmo de hasta 20 estrellas fugaces por hora en los momentos de máxima actividad, estas son las pautas que debes seguir para una óptima observación.

¿Qué son las Líridas?

Las Líridas o lluvia de estrellas de abril tienen lugar cada año entre el 16 y 22 del cuarto mes del calendario. Precisamente, en la madrugada de la noche del 22 de abril y mañana del 23 es cuando dicha lluvia llega a su punto máximo dejándose ver con más frecuencia en nuestros cielos.

Se denomina Líridas a estas lluvias que son visibles en todo el hemisferio norte, debido a que los meteoros tienen su radiante, la dirección de la cual parece provenir la lluvia de meteoros en el instante del máximo, en la constelación Lira, cuya estrella principal, Vega, pertenece al llamado “Triángulo de Verano”.

La fuente de la lluvia de estos meteoritos son partículas de polvo que se desprenden del cometa “Thatcher”, descubierto en 1861. Se trata de la lluvia anual más fuerte de meteoros provenientes de los desechos de un cometa de largo período (200-10.000 años).

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¿Cómo ver este fenómeno de la mejor manera posible?

Tal y como indicamos anteriormente, el día de mayor actividad de esta lluvia de estrellas es el 22 de abril. Concretamente, la madrugada de la noche de este día, después del ocaso de la Luna, será el mejor momento para poder observar este fenómeno.

Lo recomendable, según el Observatorio Astronómico, es buscar un lugar alejado de las principales ciudades para evitar la contaminación lumínica y poder ver bien estas lluvias. No se recomienda el uso de prismáticos o telescopios ya que, para una mejor visualización, lo mejor es tener un amplio campo de visión.

"Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza cuando esta esté presente. Lo más cómodo es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad", aconsejan los expertos astronómicos.

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