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Estos españoles están creando las medicinas del futuro: sí, se trata de un osito de gominola
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ADIÓS COMPRIMIDOS, HOLA 'IMPRIMIDOS'

Estos españoles están creando las medicinas del futuro: sí, se trata de un osito de gominola

Chucherías con forma, color y sabor personalizable que contienen, al miligramo, las necesidades farmacológicas de cada paciente. ¿Por qué no lleva esto inventado 100 años?

Foto: Un oso de gominola, o quizás un 'imprimido' con medicamentos. (EC)
Un oso de gominola, o quizás un 'imprimido' con medicamentos. (EC)
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Si el comité que entrega el Nobel de Medicina estuviera formado por niños, seguramente el próximo iría para la gallega María José de Castro. Esta médica, especialista en errores congénitos del metabolismo en el Hospital de Santiago de Compostela, nunca se imaginó que como parte de su investigación en enfermedades raras tendría que verse obligada a comer muchas gominolas, pero los caminos de la ciencia son inescrutables y, a veces, dulces.

"Me confirman que es posible imprimir los medicamentos en forma de ositos", apunta De Castro a El Confidencial. Se lo acaba de corroborar Álvaro Goyanes, experto en impresión 3D, que lidera junto a ella un estudio pionero en el mundo para transformar en chucherías los fármacos de varios niños afectados por patologías metabólicas. Aunque no descartan probar con los ositos en un futuro —por si fueran capaces de mejorar la adhesión a un tratamiento—, de momento, las gominolas tienen forma estándar y son enviadas a las familias por correo cada tres semanas.

¡Vaya cambio!

"Estamos muy contentos, cuando nos ofrecieron participar en esto ni me lo pensé", dice María, madre de Daniela, una chica de 14 años con déficit de ornitina transcarbamilasa (OTC), un trastorno genético que interfiere en el ciclo de la urea y provoca una acumulación de amoniaco en sangre.

placeholder Las gominolas con medicamento son impresas en esta máquina. (FabRx)
Las gominolas con medicamento son impresas en esta máquina. (FabRx)

Daniela tiene que tomar dos veces al día unas ampollas de citrulina, aminoácido que su cuerpo no puede producir por sí mismo. Esto obliga a sus padres a andar continuamente con las ampollas encima, midiendo la cantidad de agua exacta con la que mezclarlas y asegurándose de que la niña se lo toma, algo que con personas totalmente dependientes nunca es sencillo. Ahora, todo ese esfuerzo se ha desvanecido gracias a estas chuches, cuya blandura María compara a la de un Sugus.

"Es una victoria, para los padres y para los niños", resume. El único toque de amargura entre tanto dulzor es que su disfrute está supeditado a lo que dure el ensayo clínico.

"Hicimos un estudio piloto hace unos años que nos ha servido de base para esta iniciativa más ambiciosa", dice De Castro. Inicialmente pensado para niños afectados por la enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce, los resultados fueron publicados en 2019 por el International Journal of Pharmaceutics con gran repercusión. "Fue uno de los artículos más citados por su originalidad y potencial". Este último ensayo ha sido apoyado económicamente por la Fundación Mutua Madrileña en su última convocatoria de ayudas a la investigación.

"Los llamamos 'imprimidos' en vez de comprimidos, porque se hacen por impresión"

El campo que se les abre por delante es enorme. "No se limita solo a las gominolas en 3D, tú de repente puedes imprimir dispositivos como una lente de contacto que contenga la medicación exacta para ese paciente", explica la investigadora.

"Nosotros llevamos ya varios años usando las impresoras que extruyen geles, que son los que nos permiten hacer estas gominolas", dice Álvaro Goyanes, investigador en farmacia y cofundador de FabRx, una biotecnológica establecida en Reino Unido. "Nosotros los llamamos imprimidos en vez de comprimidos, porque se hacen por impresión, estas llevan un material llamado pectina, parecido a la gelatina y que se usa mucho en gominolas, y luego edulcorantes o saborizantes del fármaco".

Medicina personalizada 'low cost'

Aunque el campo de la medicina personalizada lleva años en ebullición, suele estar relacionado con tratamientos de base genética para combatir tumores, terapias experimentales que cuestan varias decenas de miles de euros por paciente. Este enfoque de las gominolas, sin embargo, es mucho más asequible. Un dispositivo de impresión 3D es capaz de producir cientos de gominolas que, además, pueden ser personalizadas para cada paciente hasta el último detalle: sabores, colores o formas.

A Marco, afectado por la patología anteriormente señalada y participante en el estudio, de los tres sabores que le han mandado, le gustan más las gominolas de fresa o limón que las de vainilla. "Dice que le pica la garganta con ellas", explica su madre, Charo. Antes tenían que darle a su hijo cuatro ampollas de 200 mililitros al día con valina e isoleucina, dos aminoácidos esenciales. "Ahora han metido todo eso en una gominola", dice exultante. Al igual que Daniela, Marco aún tiene que suplementar el dulce manjar con otros fármacos como la tiamina, que solo se puede tomar líquida, pero la descarga de peso sobre los hombros de sus padres es notable.

placeholder Los miembros del equipo que han llevado a cabo este estudio pionero. De Castro, en el centro con pantalón negro; Goyanes, primero por la izquierda. (Cedida)
Los miembros del equipo que han llevado a cabo este estudio pionero. De Castro, en el centro con pantalón negro; Goyanes, primero por la izquierda. (Cedida)

Para De Castro, la principal ventaja de su invento no es solo que resulte más atractivo, sino que otorga a estos niños una autonomía mucho mayor. "Y cuando son más pequeños y aún no pueden tragar las cápsulas o ampollas, es peor aún", indica, "los padres tienen que viajar todo el día con el medicamento en polvo, sacar una báscula de precisión, pesarlo, dárselo con alguna comida...". Para más inri, la posología es variable en función de cuánto pesa el niño o de sus biomarcadores en sangre. Para todos estos problemas, los imprimidos suponen toda una revolución.

Este grupo de investigadores gallegos tuvo suerte, entre comillas, de que muchos de los medicamentos que estos niños necesitan están clasificados como suplementos nutricionales, lo cual facilita enormemente las cosas a la hora de lograr los permisos. "La arginina, la citrulina o la vitamina B12 son suplementos nutricionales, aunque para los niños actúen como un medicamento", explica De Castro.

placeholder Algunos de los 'imprimidos' creados por la empresa FabRx para el hospital barcelonés. (Vall d'Hebrón)
Algunos de los 'imprimidos' creados por la empresa FabRx para el hospital barcelonés. (Vall d'Hebrón)

El siguiente paso en este camino lo darán a cientos de kilómetros de Santiago de Compostela, aunque con su colaboración. El servicio de farmacia del hospital Vall d'Hebrón anunció esta semana que en las próximas semanas darán comienzo a un ensayo clínico que, bajo la dirección de Maria Josep Cabañas, promete crear el primer fármaco pediátrico impreso en 3D. De nuevo, tendrá forma de gominola.

El otro gran objetivo

En el futuro, la idea de iniciativas como esta es enfocarse en otro grupo de interés: las personas mayores medicadas con varias pastillas que tan frecuentemente abandonan los tratamientos. Media pastilla de esto los lunes y miércoles, un cuarto de esta otra con las comidas... Particularmente catastrófica es la adherencia a los medicamentos contra la tensión arterial o el colesterol. Todo ello podría solucionarse de la misma forma, con una gominola o un caramelo masticable, que es más de edades provectas.

La tecnología existe, la voluntad también, pero la legislación va muy por detrás.

"En España, este tipo de medicamentos no se pueden enviar por correo", indica Goyanes. En Estados Unidos o Reino Unido, sí que es posible hacerlo de forma legal, lo cual explica en parte por qué su empresa está radicada allí. Durante este ensayo clínico sí lo están pudiendo hacer, para regocijo de las familias participantes, pero si pretendieran hacerlo en la vida real, tendrían que ir hasta la farmacia del hospital a recogerlo.

placeholder Diferentes gominolas creadas con impresión 3D por FabRx. (Cedida)
Diferentes gominolas creadas con impresión 3D por FabRx. (Cedida)

"Tiene que haber cambios legales, porque esta es una tecnología que no tendría ningún problema si se usara a escala industrial para fabricar con unas dosis fijas y la instalación centralizada", añade Goyanes. "Lo que pasa es que nosotros la estamos usando para una aplicación nueva, que es cambiar dosis y mezclar componentes".

La buena noticia es que tanto la FDA en Estados Unidos como la Agencia Europea del Medicamento están empezando a evaluarlo.

Con suerte, en unos años muchos padres dejarán de preocuparse por si sus hijos se han tomado la medicación y empezarán a preocuparse por si no se habrán tomado todo el bote en un arrebato. De Castro sonríe. "Es lo mismo que pasa con el Apiretal o el Dalsy", dos populares formulaciones de paracetamol e ibuprofeno infantil, "que son tan bonitos, brillan y saben superdulce, pero siempre se advierte no dejarlos al alcance de los niños".

Por si acaso, han metido sus gominolas experimentales en un envase fácil de abrir para un padre en apuros, pero difícil para un niño de dos años.

Si el comité que entrega el Nobel de Medicina estuviera formado por niños, seguramente el próximo iría para la gallega María José de Castro. Esta médica, especialista en errores congénitos del metabolismo en el Hospital de Santiago de Compostela, nunca se imaginó que como parte de su investigación en enfermedades raras tendría que verse obligada a comer muchas gominolas, pero los caminos de la ciencia son inescrutables y, a veces, dulces.

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