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El efecto Kubrick: lo que nadie cuenta sobre el retraso del núcleo de la Tierra
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Los caprichos de la Historia

El efecto Kubrick: lo que nadie cuenta sobre el retraso del núcleo de la Tierra

Los científicos quitan hierro a que los días tengan ahora una milésima de segundo más (o menos) que hace medio siglo, pero en un guiño pueden pasar cosas muy locas

Foto: Foto-meme de la declaración de independencia de Cataluña. (Reuters)
Foto-meme de la declaración de independencia de Cataluña. (Reuters)

En una de las muchas escenas antológicas de Terminator, un hombre venido del futuro le explica a una estupefacta camarera, a la que acaba de salvar de una muerte segura a manos de un gélido Arnold Schwarzenegger, que pronto empezará una dictadura robótica. "Las máquinas decidieron nuestro destino en un microsegundo: la exterminación".

Un microsegundo y a tomar por saco todo.

Lo digo porque los científicos están quitando hierro a que los días tengan ahora una milésima de segundo más (o menos) que hace medio siglo.

Ya saben: un nuevo estudio ha desvelado que la rotación del núcleo interno de la Tierra se ha ralentizado afectando a la duración de los días. Pero, dicen, es un cambio imperceptible.

Foto: (Universidad de Pekín)

Ocurre que una milésima de segundo es un mundo y puede cambiar el mundo. El año pasado, el atleta español Asier Martínez se proclamó Campeón de Europa de 110 vallas por una milésima de segundo, en un rush final de velocidad, arrojo y elasticidad que demostró la cantidad de cosas que pueden pasar en un guiño.

Uno gana por una milésima y se convierte en héroe del pueblo de por vida.

placeholder El increíble oro de Asier Martínez. (EFE)
El increíble oro de Asier Martínez. (EFE)

En efecto, la historia es caprichosa, las milésimas de segundo se estiran a veces más que los disparos en Matrix y las jugadas en Oliver y Benji.

¿No lo creen? Escuchen:

En una milésima de segundo, Lee Harvey Oswald dispara, los sesos de JFK se esparcen por Dallas, Jacqueline grita ("Mi marido está muerto. Tengo su cerebro en mis manos") y Oliver Stone rueda una película frenética cagándose en la CIA.

En una milésima de segundo, o quizás en media, explota el Challenger y nos quedamos todos con cara de idiotas.

En una milésima de segundo, Stanley Kubrick cambia hueso prehistórico por nave espacial y rompe la cabeza a todo el mundo.

En una milésima de segundo, Arrabal decide que es buena idea subirse a una mesa y anunciarnos la llegada del milenarismo.

En una milésima de segundo, Bartolín pasa de secuestrado de ETA a meme.

En una milésima de segundo, John Cobra se lleva la mano a la huevada en una gala eurovisiva de TVE y traumatiza a una generación de abuelos que pensaba que Forocoches es un garaje en Cuatro Caminos.

En una milésima de segundo, el Ecce Homo pasa de terrorismo patrimonial a obra subversiva más importante desde el urinario de Duchamp.

En una milésima de segundo, o quizás en dos, Leticia Sabater compone la canción Papá Noel lléname el tanke, la escuchas y te da un derrame cerebral.

En una milésima de segundo, la independencia de Cataluña se convierte en calabaza tirada por ratones.

En una milésima de segundo, fusilan a Pablo Casado, Ayuso se convierte en la matarreyes y Feijóo contrata a un guardaespaldas.

En una milésima de segundo, el ministro Màxim Huerta cae rodando por una escalera y aún no se ha enterado de qué ha pasado.

En una milésima de segundo, el diputado Alberto Casero puede tumbar al Gobierno, pero se equivoca de botón y tumba a su jefe.

En una milésima de segundo, Vargas Llosa salta de la portada del Hola al seminario Flaubert contra la frivolidad y pretende que le riamos la gracia.

Llegas al curro, bajas una milésima de segundo a tomar un café y echas el día.

Te despistas una milésima de segundo en una reunión de trabajo y, mientras ellos hablan sobre el precio del pan, tú estás en Ganímedes.

Bajas una milésima de segundo a comprar tabaco y lo siguiente que se sabe de ti es que llevas 30 años viviendo en un bungaló brasileño.

Estas cosas pasan en una milésima de segundo.

En una milésima de segundo, en definitiva, uno se ha olvidado de quién es mientras lee este artículo. De nada.

En una de las muchas escenas antológicas de Terminator, un hombre venido del futuro le explica a una estupefacta camarera, a la que acaba de salvar de una muerte segura a manos de un gélido Arnold Schwarzenegger, que pronto empezará una dictadura robótica. "Las máquinas decidieron nuestro destino en un microsegundo: la exterminación".

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