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Así nos condiciona para siempre el parto: de nacer prematuramente al fracaso escolar
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Las 5 últimas semanas, claves para el cerebro

Así nos condiciona para siempre el parto: de nacer prematuramente al fracaso escolar

Un amplio estudio danés vincula el nacimiento prematuro a malos resultados en matemáticas y lenguaje en adolescentes, especialmente, antes de las 34 semanas

Foto: Bebé en incubadora. (EFE/Jorge Núñez)
Bebé en incubadora. (EFE/Jorge Núñez)

Cada vez nacen más bebés prematuros. La tasa española es una de las más altas de Europa: un 7% de los nacimientos se produce antes de la semana 37 de gestación, según la Sociedad Española de Neonatología (Seneo), lo que se traduce en unos 28.000 cada año. Entre ellos, algo más de un millar serían prematuros extremos, cuando el parto tiene lugar antes de las 28 semanas y el recién nacido tiene menos posibilidades de salir adelante. El retraso en la maternidad y el incremento de las técnicas de reproducción asistida están entre las causas. Sin embargo, lo que más preocupan son las consecuencias.

La falta de desarrollo de algunos órganos puede conducir a una serie de problemas. Entre los más importantes están los respiratorios, por la falta de maduración de los pulmones. No obstante, los avances médicos están consiguiendo que cada vez más bebés superen estas dificultades y tengan una buena calidad de vida. De hecho, tras los primeros meses en este mundo, en buena parte de los casos no parecen detectarse grandes diferencias con otros niños. ¿Quedan secuelas a más largo plazo o más complicadas de detectar?

Foto: Los bebés de las UCI para neonatos también están expuestos al plástico desde sus primeros días (EFE/Attila Balazs)

Un estudio observacional que acaba de publicar la revista British Medical Journal (BMJ) indica una de ellas: las personas que nacieron demasiado pronto acaban teniendo peores resultados escolares en su adolescencia. Para establecer la diferencia entre prematuros y no prematuros, los investigadores trazan la frontera en las 34 semanas. Quienes nacieron antes, obtienen calificaciones más bajas en el instituto, tanto en matemáticas como en lenguaje, en comparación con los que alcanzaron las 40 semanas. En cambio, no hay diferencias sustanciales entre los nacidos entre las semanas 34 y 39 y los que completaron el embarazo.

El artículo, cuyo autor principal es Anders Husby, investigador del Imperial College de Londres y del Statens Serum Institut de Copenhague, incluye datos de población danesa analizados por científicos locales y otras instituciones del Reino Unido, EEUU y Noruega. El trabajo reúne información de todos los hermanos nacidos en Dinamarca entre 1986 y 2003. En ese periodo llegaron al mundo 1,2 millones de niños en ese país, de los cuales más de 792.000 tuvieron al menos un hermano nacido también en la misma época. Al incluir este factor, los autores minimizan la influencia de factores genéticos o ambientales que pudieran tener incidencia en los resultados. Además de la edad gestacional en el momento del parto, incluyen los datos de los exámenes de danés escrito y de matemáticas a los 15 y a los 16 años. También, pruebas de cociente intelectual realizadas a más de 227.000 hermanos alrededor de los 18 años en el contexto del servicio militar obligatorio. Asimismo, otras variables que se tienen en cuenta son: el sexo, el peso al nacer, la edad de los padres y su nivel educativo, el número de hermanos mayores y otros factores familiares.

placeholder Clase de matemáticas. (EFE)
Clase de matemáticas. (EFE)

¿Qué destaca el estudio tras cruzar todos los datos? Al margen de otros factores, los nacidos antes de las 34 semanas puntúan mucho más bajo en matemáticas que el promedio de los que llegaron al mundo tras 40 semanas de gestación. Es más, los resultados de estas pruebas se pueden correlacionar con lo avanzado que llegó a estar el embarazo: cuando más prematuro es el nacimiento, más bajas son las calificaciones obtenidas. Algo similar ocurre en las pruebas de inteligencia vinculadas al reclutamiento militar, ya que las puntuaciones que obtienen son progresivas: a medida que la edad gestacional es más avanzada al nacer, los resultados son mejores. Sin embargo, en el caso del lenguaje escrito las diferencias no son tan apreciables: solo los niños de 27 semanas o menos muestran resultados claramente inferiores.

Algunos trabajos anteriores ofrecen datos parecidos, aunque con muestras muy inferiores. La revista British Journal of Obstetrics and Gynaecology (BJOG) publicó una revisión en 2017 que incluía un total de 74 estudios y más de 64.000 niños nacidos entre 1980 y 2016. Liderado por la Universidad Queen Mary en Londres, contaba con las aportaciones de Países Bajos, Canadá, Australia y España. En este caso, la división se estableció en las 37 semanas y los investigadores encontraron que nacer antes tenía consecuencias para el desarrollo neurológico y cognitivo a largo plazo. Además de medir lo mismo que el estudio de Dinamarca, este trabajo también se fijaba en problemas de habilidades motoras y comportamiento, además de un mayor riesgo de tener trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

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Adolescentes, en un examen. (EFE)

El trabajo publicado ahora en BMJ es estadísticamente muy potente, con una muestra muy grande que incluye a todos los daneses que han sido adolescentes en estas últimas décadas y que pueden ser comparados con sus hermanos. No obstante, no deja de ser un estudio observacional, con sus limitaciones. Por ejemplo, los autores consideran que puede influir en los resultados que la madre sea fumadora y este dato está recogido en las estadísticas a partir de 1991. Sin embargo, este factor también puede estar atenuado al establecer la comparación entre hermanos.

Desarrollo del cerebro

En cualquier caso, los investigadores no pueden establecer cuáles son las razones últimas de las diferencias a partir de este estudio. Aun así, todo indica que la clave está en que la recta final de la gestación es importante para el desarrollo cognitivo. En las últimas cinco semanas antes del parto aumenta cinco veces el volumen de materia blanca mielinizada (la mielinización está relacionada con los impulsos nerviosos y la comunicación de las neuronas), según un estudio publicado hace ya casi dos décadas y basado en imágenes cerebrales de niños recién nacidos, tanto prematuros de distintas semanas como no prematuros.

A pesar de todo, aún queda mucho por saber sobre el desarrollo del cerebro en el feto. Solo en los últimos años las nuevas técnicas de resonancia magnética fetal están permitiendo caracterizarlo mejor. Por ejemplo, en 2021 un trabajo internacional publicado en la revista PNAS mostró cómo se produce la formación de conexiones cerebrales en el segundo y el tercer trimestre del embarazo. Los científicos, entre los que se encontraban españoles de la Universidad Politécnica de Madrid y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (Ciber-BBN), hallaron "trayectorias de maduración no lineales", es decir, que se producen procesos biológicos complejos y variables. No obstante, identificaban un punto de inflexión importante a partir de la semana 30 de gestación.

placeholder Imágenes de resonancia magnética del cerebro. (iStock)
Imágenes de resonancia magnética del cerebro. (iStock)

A pesar de todo, la información que proporcionan este tipo de avances no es suficiente para concluir que un nacimiento prematuro pueda tener consecuencias decisivas para el resto de la vida. En cambio, ya en 2020 había salido a la luz una investigación que daba pistas reveladoras. JAMA Pediatrics publicó un estudio neerlandés analizaba mediante resonancia magnética cerebral a 3.079 niños de 10 años en la ciudad de Róterdam. El resultado fue que los nacidos de forma más prematura presentaban una mayor reducción del volumen de su cerebro. Esa diferencia física y medible una década después del parto y los posteriores resultados escolares no parecen casualidad.

¿Qué se puede hacer?

Debido a la importancia de sus resultados, BMJ no solo publica el artículo científico del estudio de Dinamarca, sino que analiza sus implicaciones en un editorial, recordando que cada año nacen en el mundo 15 millones de niños prematuros. Según explican los expertos canadienses Asma Ahmed y Seungmi Yang, los déficits cognitivos asociados al nacimiento antes de tiempo pueden tener consecuencias de por vida, pero al mismo tiempo llaman la atención sobre detalles del estudio que son importantes. Por ejemplo, en los resultados también parece tener una pequeña influencia el entorno socioeconómico de los niños. Así, los individuos nacidos antes de tiempo que son hijos de madres que solo cuentan con educación primaria muestran resultados aún peores.

Foto: Foto: Unsplash/@canweallgo.

Los propios autores del trabajo explican que es necesaria más investigación sobre este tema para prevenir los resultados adversos que han observado, que además de condicionar las calificaciones académicas, pueden marcar toda su vida, pero adelantan que "los resultados cognitivos no están predeterminados al nacer, sino que están fuertemente influenciados por las circunstancias sociales y la crianza". En su opinión, eso justifica que ante un nacimiento prematuro esté justificada una intervención temprana que trate de cubrir las carencias.

Entonces, ¿un niño prematuro estará lastrado irremediablemente por esta circunstancia? "Los padres deben estar tranquilos porque la magnitud de las diferencias no siempre es sustancial, en particular para los nacidos en gestaciones posteriores", comentan los investigadores canadienses. No obstante, tanto ellos como los médicos y los educadores deben ser conscientes de que tienen más posibilidades de atravesar dificultades en la enseñanza. En su opinión, "identificar y mejorar otros factores socioambientales" debe ser clave para "mitigar cualquier déficit neurocognitivo asociado".

Cada vez nacen más bebés prematuros. La tasa española es una de las más altas de Europa: un 7% de los nacimientos se produce antes de la semana 37 de gestación, según la Sociedad Española de Neonatología (Seneo), lo que se traduce en unos 28.000 cada año. Entre ellos, algo más de un millar serían prematuros extremos, cuando el parto tiene lugar antes de las 28 semanas y el recién nacido tiene menos posibilidades de salir adelante. El retraso en la maternidad y el incremento de las técnicas de reproducción asistida están entre las causas. Sin embargo, lo que más preocupan son las consecuencias.

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