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¿Por qué China deja caer sobre la Tierra un cohete que provoca el caos?
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EL ESPACIO, UN PELIGRO

¿Por qué China deja caer sobre la Tierra un cohete que provoca el caos?

El mundo ha estado en vilo, de nuevo, por la reentrada en la atmósfera de un cohete que los chinos han dejado sin control de forma deliberada. ¿Qué motivos tienen para hacerlo?

Foto: La nave Shenzhou-12 sobre el lanzador Larga Marcha 2F en el Centro de Lanzamiento de Jiuquan, China, en junio de 2021. (Getty/Kevin Frayer)
La nave Shenzhou-12 sobre el lanzador Larga Marcha 2F en el Centro de Lanzamiento de Jiuquan, China, en junio de 2021. (Getty/Kevin Frayer)
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En la mañana de este viernes, el espacio aéreo de los aeropuertos de Barcelona, Tarragona e Ibiza quedó cerrado temporalmente. En otros, como Barajas, se acumularon los retrasos. El motivo era insólito: la caída sin control de parte de un cohete chino, que puso en alerta a medio planeta. Aunque no sabía dónde y cuándo iba a caer con exactitud, la trayectoria pasaba por España, según la EUSST, la agencia europea encargada de la vigilancia y monitorización del espacio. Al final, hizo su entrada sobre el Pacífico sur, según el Ejército de EEUU, y el mundo respiró tranquilo. Al menos, por esta vez.

El artefacto sirvió hace unos días para poner órbita el módulo que completaba la estación espacial Tiangong y ahora, convertido en chatarra espacial, entraba de nuevo en la atmósfera terrestre con sus más de 20 toneladas. En este tipo de casos, lo normal es que se desintegre a decenas de kilómetros de altura y, si quedan restos, lo más probable es que caigan en algún océano, pero si no fuera así, ¿por qué China se arriesga a provocar un grave accidente en zonas habitadas y, como mínimo, a generar el caos mientras esperamos su impacto?

Foto: El cohete chino que caerá a la Tierra, Larga Marcha 5B Y2, durante su lanzamiento (EFE/Matjaz Tancic)

Lo cierto es que no es la primera vez que ocurre. Ya es costumbre que los chinos dejen caer su chatarra espacial de forma deliberada y sin control. El pasado 30 de julio, otro trozo de cohete se desintegró en la atmósfera sobre el océano Índico y hubo imágenes que captaron dónde ocurrió. En mayo de 2021 no se localizó, pero las propias autoridades chinas explicaron que probablemente restos de otro cohete impactaron contra el mar cerca de la India o Sri Lanka. Entonces, como ahora, pertenecía al programa Larga Marcha 5B, que ha permitido a China tener su propia estación espacial. La NASA se ha quejado anteriormente por estas prácticas.

El problema está en que los cohetes que utiliza China no tienen la capacidad para realizar un reingreso controlado. Además, los ingenieros de la potencia asiática tampoco optan por otra alternativa, que sería el diseño de cohetes que puedan desintegrarse en piezas de menor tamaño, de manera que con la fricción de la atmósfera sea suficiente para que nada caiga en tierra. ¿Por qué prefieren poner en riesgo al planeta? “Simplemente, es más barato”, explica a Teknautas David Barrado Navascués, director científico del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) y autor del libro 'Peligros cósmicos. El incierto futuro de la humanidad'.

Los chinos se agarran al argumento de que la probabilidad de que ocurra una catástrofe es extremadamente baja, puesto que estos artefactos estallan al chocar contra la atmósfera terrestre y lo que queda casi siempre cae en los océanos, que ocupan la mayor parte del planeta. Sin embargo, “la Agencia Espacial Europea y la NASA tienen políticas de reingreso que evitan este peligro, es perfectamente factible realizar reentradas controladas y no hacerlo es bastante irresponsable, porque terminará por ocurrir algo”, comenta el experto. De hecho, “los accidentes pueden producirse incluso en condiciones controladas, así que si no se hacen las cosas adecuadamente, es aún más probable”.

placeholder Lanzamiento de un cohete chino. (EFE)
Lanzamiento de un cohete chino. (EFE)

Además, el peligro es creciente. “La explotación comercial del espacio ya es masiva y cada vez tenemos mayor probabilidad de que se produzca algún daño”, lamenta Barrado Navascués. “Cuando se realiza un lanzamiento al año, la probabilidad de que ocurra un accidente es muy pequeña, pero si hacemos 200, la probabilidad comienza a ser significativa. Esto es jugar a una ruleta rusa y alguien se puede llevar el disparo”, advierte. En su opinión, la política de la ESA para mantener estos objetos bajo control debería aplicarse a todas las potencias espaciales, sobre todo teniendo en cuenta que cada vez más países se están sumando a la carrera espacial.

Sin embargo, no parece que vayan por ahí los tiros, el espacio exterior que rodea la Tierra parece cada vez más caótico. “China debe cambiar su forma de lanzar objetos al espacio para garantizar que este tipo de eventos no se produzca”, insiste el astrofísico, pero aunque lo haga, sigue jugando con fuego en otros ámbitos, como las maniobras militares espaciales. “Los chinos han derribado sus propios satélites para hacer pruebas. Deberíamos ir hacia una desmilitarización del espacio y vamos en la dirección contraria”. En cambio, los propios chinos se quejan de las acciones de otras potencias, como un presunto accidente que podría haber ocurrido en 2021 (hubo una queja formal ante la ONU por parte de China), precisamente, entre dos satélites del programa Starlink de SpaceX, la compañía de Elon Musk, y la estación espacial Tiangong.

En la mañana de este viernes, el espacio aéreo de los aeropuertos de Barcelona, Tarragona e Ibiza quedó cerrado temporalmente. En otros, como Barajas, se acumularon los retrasos. El motivo era insólito: la caída sin control de parte de un cohete chino, que puso en alerta a medio planeta. Aunque no sabía dónde y cuándo iba a caer con exactitud, la trayectoria pasaba por España, según la EUSST, la agencia europea encargada de la vigilancia y monitorización del espacio. Al final, hizo su entrada sobre el Pacífico sur, según el Ejército de EEUU, y el mundo respiró tranquilo. Al menos, por esta vez.

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