Es noticia
Lío de Sanidad con la cuarta dosis: quién debería recibirla y qué evidencia científica existe
  1. Tecnología
  2. Ciencia
DOSIS ADAPTADAS A ÓMICRON

Lío de Sanidad con la cuarta dosis: quién debería recibirla y qué evidencia científica existe

Carolina Darias anunció un segundo refuerzo generalizado y su ministerio tuvo que matizarlo, pero ¿finalmente nos pondremos una cuarta dosis? Los expertos creen que no es necesario

Foto: Carolina Darias, en rueda de prensa. (EFE/Javier Lizón)
Carolina Darias, en rueda de prensa. (EFE/Javier Lizón)

Cuando casi todo el mundo parece haber pasado página, de repente aparece la ministra de Sanidad en televisión hablando de nuevas vacunas contra el covid que van a ser administradas de forma generalizada, como si estuviéramos en el punto álgido de la pandemia. Con toda rotundidad, Carolina Darias afirmó este jueves en una entrevista que “habrá cuarta dosis para toda la población”, añadiendo que “así lo ha decidido la Comisión de Salud Pública”. Además, apuntó al otoño como el momento más oportuno: “Estamos esperando para esa fecha la llegada de nuevas vacunas adaptadas a variantes”, justificó. En pocos segundos, lanzaba varias ideas que provocaban un terremoto porque, en realidad, ni se había tomado esa decisión ni la evidencia científica la respalda.

El acuerdo más reciente de la Comisión de Salud Pública, órgano que integra al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas, es “vacunar en otoño a los mayores de 80 años y seguir vacunando a los menores de esa edad inmunodeprimidos”, aclara en declaraciones a Teknautas Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV). Tampoco la Ponencia de Vacunas, grupo de expertos independientes que realiza recomendaciones previas, se ha mostrado favorable a una cuarta dosis generalizada. Ni siquiera han tratado este tema. Por eso, este y otros expertos se mostraban sorprendidos por el anuncio, teniendo en cuenta que la ministra “siempre ha respetado lo que se decide desde el punto de vista técnico”. ¿Se adelantó a lo que vendrá o metió la pata?

Foto: Una mujer se vacuna de la gripe y el covid-19 en Madrid. (EFE/David Fernández)

Las declaraciones de Darias escondían al menos un error porque, en efecto, la Comisión de Salud Pública no ha aprobado una nueva dosis para la población general, pero también anticipaban una realidad que se da por segura: en pocos meses estarán disponibles las nuevas vacunas adaptadas a ómicron y a las subvariantes que se han derivado de esta versión del virus, así que los nuevos refuerzos serán diferentes. El ministerio aclaraba posteriormente que la cuarta dosis no estará disponible para toda la población en otoño, sino que, al igual que en anteriores rondas de vacunación, comenzará a administrarse a los más mayores para ir descendiendo por tramos de edad. ¿Significa esto que, más tarde o más temprano, los españoles podremos recibir un segundo refuerzo incluso siendo jóvenes y sanos? Y lo más importante: ¿lo necesitamos?

En abril, tanto la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) como el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) rechazaban esta idea en un comunicado conjunto. En líneas generales, las cuartas dosis se han reservado en todo el mundo para la población mayor, aunque algunos países han bajado mucho el listón. Por ejemplo, en EEUU se administra a mayores de 50 años. Una excepción notable es Chile, que no solamente la ha autorizado, sino que la exige a todos los mayores de 18 años para darles el 'pase de movilidad', su versión del pasaporte covid para acceder a cualquier recinto cerrado o asistir a eventos masivos. No obstante, la situación de este país es muy peculiar, puesto que ha autorizado el uso de casi todas las vacunas que tenía a su alcance, desde las occidentales a la rusa Sputnik V, pasando por las chinas, y este panorama complica la decisión, ya que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que la pauta para las desarrolladas por el país asiático sea de al menos tres dosis.

"La cuarta dosis para toda la población ni se está discutiendo en ninguna parte"

Al margen de este tipo de anécdotas, “nosotros debemos compararnos con la Unión Europea, Reino Unido, EEUU y Canadá, los países que han utilizado la misma gama de vacunas, y el tema de la cuarta dosis para toda la población ni siquiera se está discutiendo en ninguna parte”, comenta Jaime Pérez, otro experto de la AEV. En su opinión, el escenario más probable es que, después de inocular a los mayores de 80 años, la nueva campaña baje algún tramo de edad, pero no hay razones para que vaya más allá de los 65 años, tal y como han aprobado recientemente las autoridades británicas, precisamente, para el próximo otoño.

Las evidencias científicas

¿Por qué tanto escepticismo frente a un nuevo pinchazo? Hasta ahora, se ha considerado que el beneficio de este segundo refuerzo (cuarta dosis) es limitado. Un estudio clínico realizado en Israel con la vacuna de Pfizer mostraba que solo reducía el riesgo de contagio durante un corto plazo de tiempo: apenas cuatro semanas después la protección extra ya descendía y a la ocho semanas no había diferencias frente a las personas que habían recibido un solo refuerzo (es decir, tres dosis), según un artículo publicado en 'New England Journal of Medicine' el pasado mes de abril. El estudio se realizó con personal sanitario, mayores de 60 años e inmunodeprimidos entre enero y marzo de este año, en plena ola de infecciones provocadas por ómicron.

Foto: Vacunación. (EFE/Marta Pérez)

En cualquier caso, detener la transmisión nunca ha sido lo importante, aunque las evidencias muestran que con las vacunas actuales se logró parcialmente, sobre todo con el virus original de Wuhan y las primeras variantes. No obstante, “a partir de ahora, de cara a la vacunación, hay que hacer una estrategia de grupos de riesgo, como hacemos con la gripe”, asegura Jaime Pérez, “no podemos utilizar las vacunas para intentar evitar infecciones, sino para evitar muertes, hospitalizaciones y enfermedad grave. Todo lo demás es un brindis al sol”, añade.

Lo que ha permitido recuperar una vida cercana a la normalidad ha sido la protección que ofrecen las vacunas frente a la enfermedad grave. ¿Está en peligro con el paso del tiempo? Esta misma semana, la revista científica 'Nature Biotechnology' publicó un artículo sobre la inmunidad celular inducida por las vacunas del covid, precisamente, la que evita la peor versión de la enfermedad. Aunque el objetivo de esta investigación, en la que participan varios autores españoles, es mostrar un nuevo método para el estudio de este tipo de inmunidad, el trabajo demuestra al mismo tiempo que se mantiene la protección a largo plazo. “No hay necesidad de poner más dosis”, comenta Marcos López-Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), que ha participado en el estudio. “En este momento, no hay razones epidemiológicas, clínicas ni inmunológicas”, resume.

placeholder Vacunación. (EFE)
Vacunación. (EFE)

“Está claro que seguimos protegidos frente a la enfermedad grave”, coincide la viróloga del CSIC Sonia Zúñiga, “porque los datos de hospitalizaciones no suben” en un momento como el actual, de contagios masivos. Esta realidad plantea otra dificultad de cara a una hipotética nueva ronda de vacunaciones: “La gente infectada ahora no está contando en ninguna estadística y la infección no aparecerá en sus historiales médicos, pero en realidad tienen la mejor inmunidad posible, la híbrida. Desde luego, no necesitan una cuarta dosis, pero no sé cómo se va a gestionar”.

Otro estudio realizado en abril en la Comunidad Valenciana por la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica (Fisabio) ratifica que estamos bien protegidos: el 98% de los participantes tenía anticuerpos frente al covid por haber pasado la enfermedad (en la mitad de los casos), por las vacunas o por ambas cosas. “Tan solo encontramos un 2% que ni se había vacunado ni había pasado la enfermedad y casi todos eran menores de cinco años”, destaca Salvador Peiró, experto de Fisabio. Con este panorama, considera que carece de sentido generalizar otra dosis de recuerdo, aunque no se puede descartar por completo en el futuro. “Todo dependerá de los casos graves. Si mañana se disparasen los ingresos, podríamos considerar que tenemos que hacerlo, pero la realidad es que ahora mismo apenas hay ingresos en UCI. Si tienes dos o tres dosis, es muy poco probable que vayas a evolucionar mal”, señala.

Las vacunas adaptadas, en septiembre

Igual que la ministra, la EMA confía en que pronto se comercialicen dosis adaptadas a las nuevas variantes. De hecho, Mario Cavalieri, jefe de Estrategia de Amenazas Sanitarias Biológicas y Vacunas de este organismo, señaló hace poco más de un mes que está prevista su aprobación “a más tardar en septiembre, para que estén listas para el despliegue de las nuevas campañas de vacunación en la Unión Europea en otoño”. Según explicó, con estos plazos los fabricantes tendrían tiempo de ajustar su producción.

placeholder Hipra. (EFE)
Hipra. (EFE)

“En cuanto se vio que ómicron era una variante muy distinta, tanto Moderna como Pfizer empezaron a diseñar nuevas vacunas”, recuerda Zúñiga. Sin embargo, han tenido más dificultades de las previstas. Moderna trató de desarrollar una vacuna destinada específicamente a la nueva variante, pero los datos en modelos animales no fueron buenos. “El refuerzo no era mejor que la vieja vacuna”, explica la viróloga del CSIC, “así que optaron por combinar las dos y eso les ha ido mejor”. Así lo demuestran sus datos, dados a conocer el pasado 8 de junio en un comunicado de prensa. Esa solución puede plantearse ahora tanto para las dosis adicionales como para empezar desde cero en los países donde la vacunación aún es muy deficiente. Curiosamente, una vacuna diseñada para ómicron solo produce anticuerpos para ómicron, pero las combinaciones parecen ideales para hacer frente a cualquier versión del virus.

Pfizer ha ido más lenta que su competidora. De hecho, canceló varias veces el inicio de ensayos clínicos específicos para esta nueva versión, pero ya está en proceso de evaluación continua por parte de la EMA y no se descarta que también pueda estar lista para el otoño. ¿Por qué les ha costado tanto esta adaptación a las compañías que presumen de haber hecho las mejores vacunas, las de ARN mensajero? Lo que hacen es llevar las instrucciones para que nuestras células fabriquen la proteína S del virus, pero en las nuevas variantes ha cambiado. Así que el problema es que “ómicron es muy distinta, incluso parece que induce una respuesta inmune menos potente que la de otras variantes en personas que no se habían vacunado ni habían pasado la infección”.

Otra alternativa para los refuerzos son las nuevas vacunas, como la española de Hipra, que pretende completar sus estudios y obtener la autorización de la EMA para distribuirse a lo largo del último trimestre del año. De hecho, sus ensayos están enfocados a comparar los resultados de sus dosis como refuerzo frente a otras alternativas contra la variante ómicron. En particular, un grupo de voluntarios que tenían dos dosis de AstraZeneca ha probado una tercera de Hipra y otro en la misma situación, la de Pfizer.

Cuando casi todo el mundo parece haber pasado página, de repente aparece la ministra de Sanidad en televisión hablando de nuevas vacunas contra el covid que van a ser administradas de forma generalizada, como si estuviéramos en el punto álgido de la pandemia. Con toda rotundidad, Carolina Darias afirmó este jueves en una entrevista que “habrá cuarta dosis para toda la población”, añadiendo que “así lo ha decidido la Comisión de Salud Pública”. Además, apuntó al otoño como el momento más oportuno: “Estamos esperando para esa fecha la llegada de nuevas vacunas adaptadas a variantes”, justificó. En pocos segundos, lanzaba varias ideas que provocaban un terremoto porque, en realidad, ni se había tomado esa decisión ni la evidencia científica la respalda.

Carolina Darias Ministerio de Sanidad Pandemia
El redactor recomienda