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Las vacunas que lograrán la inmunización en España: cuenta atrás para CureVac y Novavax
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¿Serán el empujón final?

Las vacunas que lograrán la inmunización en España: cuenta atrás para CureVac y Novavax

La vacuna alemana y la estadounidense tienen todas las papeletas para sumarse a las cuatro ya aprobadas y es posible que cierren el paso a otras opciones, como la rusa

Foto: Vacuna de Novavax. (Reuters)
Vacuna de Novavax. (Reuters)

A pesar de los sobresaltos de las últimas semanas, las vacunas de AstraZeneca y Janssen siguen adelante, aunque restringidas para algunos tramos de edad concretos. Junto con Moderna y Pfizer, ya son cuatro opciones para protegernos frente al covid. ¿Suficiente para inmunizar a todos los españoles? Si no tuviéramos prisa, más que suficiente. Sin embargo, los planes del Gobierno prevén alcanzar el famoso 70% de población vacunada a finales del verano y, gracias a ello, salvar en la medida de lo posible parte de la temporada turística. Para lograrlo, toda ayuda es poca y las cuentas incluyen incorporar algún fármaco más.

La paralización temporal de Janssen, paradójicamente, podría contribuir a acelerar el proceso, porque la Comisión Europea negoció con Pfizer adelantar a este segundo trimestre la llegada de 50 millones de dosis que estaban previstas para más adelante, de manera que a España le corresponden otros cinco millones de forma anticipada. Con una cantidad similar de aquí a junio, la vacuna monodosis de Johnson & Johnson finalmente también supondrá el revulsivo que se esperaba. En conjunto, se espera que lleguen más de 90 millones de dosis, pero contando con que los últimos en inmunizarse lo hagan con alguna vacuna que a día de hoy aún no está disponible.

Foto: Ensayo clínico de una de las vacunas cubanas. (Reuters)

Además, a lo largo de estos últimos días, se han producido varias novedades que van a marcar el proceso. La negativa del Ministerio de Sanidad a que los menores de 60 años puedan elegir de forma voluntaria AstraZeneca, como habían planteado algunas comunidades, y la decisión de mantener el corto intervalo entre las dosis de Pfizer y Moderna (21 y 28 días, respectivamente, frente a la idea de posponer el segundo pinchazo y cubrir antes a un mayor porcentaje de la población) contribuyen a ralentizar la vacunación. También hay que tener en cuenta que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en la Cumbre Iberoamericana el envío a Latinoamérica de al menos 7,5 millones de dosis una vez que el 50% de los españoles estén inmunizados, cifra que se alcanzará en el mes de julio. Todas estas circunstancias dejan bastante margen a esas nuevas incorporaciones.

Como no parece que España vaya a desmarcarse de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés), hay que fijarse en las tres que en este momento están en proceso de 'rolling review' o evaluación continua por parte de este organismo regulador. Se trata de la alemana CureVac, la estadounidense Novavax y la rusa Sputnik. De momento, ninguna de ellas ha solicitado aún formalmente su autorización, pero podría ser inminente. No obstante, aunque la EMA pueda darles luz verde, la Comisión Europea solo ha negociado compras centralizadas con CureVac y Novavax. Algunos países esperan que también lo haga con los rusos, pero todo indica que estas dos están mucho más cerca.

placeholder Foto: EFE.
Foto: EFE.

CureVac, otra vacuna de ARN

De hecho, la que tiene todas las papeletas para convertirse en nuestra quinta vacuna es la del laboratorio CureVac, cuya vacuna se llama CVnCoV y podría obtener el visto bueno de la EMA en mayo o junio. Al igual que Pfizer y Moderna, está basada en ARN mensajero y es de doble dosis que, en este caso, se aplicaría con un intervalo de 28 días. La gran diferencia es que “las características de conservación son mejores, con lo cual, el proceso será más fácil y se podrá vacunar de forma más normal en los centros de salud”, explica a Teknautas Jaime Pérez Martín, experto de la Asociación Española de Vacunología (AEV).

Mientras que las otras dos vacunas de ARN necesitan temperaturas de congelación, la alemana se mantiene con una refrigeración normal, de entre 2ºC y 8ºC. De hecho, Pfizer, que requiere -70°C, va a realizar cambios para mejorar este hándicap: "Va a presentar una modificación en las próximas semanas y esto podría facilitar su distribución en el último trimestre", señala el experto, que insiste en la importancia logística de esta cuestión. Hasta entonces, CureVac llegaría a tiempo para agilizar el proceso y "en función de la recepción de dosis, alcanzaríamos antes a la mayoría de la población".

Curiosamente, esta compañía biotecnológica alemana se creó en el año 2000, precisamente, para trabajar en aplicaciones biomédicas del material genético ARN. Esta experiencia podría haberle dado alguna ventaja frente a la competencia, pero al comienzo de la investigación se quedó atrás con respecto a los proyectos más avanzados. No obstante, ahora tiene la ventaja de que Pfizer y Moderna ya han demostrado la viabilidad de este tipo de vacunas, que hasta ahora nunca habían salido al mercado. No solo han sido las más rápidas, sino que han demostrado eficacia y seguridad.

placeholder Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

Las vacunas de ARN incluyen información genética para indicarle a las células cómo producir la proteína S del SARS-CoV-2. De esta manera, el sistema inmunitario está entrenado para reconocer y combatir al verdadero virus cuando aparezca. Ante los buenos datos de las vacunas que utilizan esta tecnología, las expectativas son muy altas, pero aún no se han dado a conocer datos concretos de eficacia de CureVac. En los ensayos clínicos en fase 3 han participado unos 35.000 voluntarios de Europa y América Latina, entre los que se encuentran 3.000 españoles a través del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, el Hospital Universitario de Cruces de Bilbao y el Hospital Donostia de San Sebastián.

No obstante, los estudios continúan a través de un nuevo ensayo diseñado específicamente para mayores de 60 años. La compañía también ha probado su vacuna frente a la variante sudafricana (B.1.351) en estudios preclínicos (con ratones modificados genéticamente para que expresen el receptor ACE2, la puerta de entrada del virus en las células humanas) y aseguran que la protección frente a la enfermedad es total. "Es el primer estudio en un modelo de ratón que muestra una protección completa contra una de las variantes del virus más amenazantes", destacó el director científico de CureVac, Igor Splawski, a finales de marzo.

La Comisión Europea confía en CureVac y por eso hace tiempo que cerró un ambicioso acuerdo para adquirir 225 millones de dosis, con la posibilidad de sumar otros 180 millones adicionales. La compañía cree que podrá producir unos 300 millones en este año e incrementar esta cantidad hasta los 600 en 2022. Para conseguirlo, se va a apoyar en varios gigantes que parecen garantizar ese suministro: Bayer, Novartis y GSK.

Novavax, convencional y prometedora

En el caso de Novavax, lo más probable es que antes de llegar a Europa se someta a la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés). No obstante, en la EMA se encuentra en el proceso de revisión continua, la misma fase que CureVac y previa a la solicitud formal de autorización.

La tecnología que utiliza esta vacuna, denominada oficialmente NVX-CoV2373, es muy convencional, porque está basada en proteínas. "Por decirlo de alguna manera, es de las de toda la vida", explica el especialista de la AEV. Se trata de pequeñas partículas o nanopartículas hechas de una versión de la proteína S cultivada en laboratorio, en este caso, producida en células de insectos. La particularidad es que funciona con el adyuvante Matrix-M, patentado por la compañía, una sustancia para potenciar su efecto. "Es un adyuvante nuevo y los resultados que ha proporcionado son excelentes, lo cual abre la vía a su uso en otras vacunas", destaca Pérez Martín. Esta vacuna contra el covid también se administra en dos dosis (en este caso, separadas por 21 días) y también se conserva a una temperatura de nevera normal.

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Foto: Reuters.

Ya a finales de enero, la compañía adelantó en un comunicado que su eficacia era del 89,3%, según un ensayo clínico de fase 3 realizado en el Reino Unido (incluyó más de 15.000 participantes entre 18 y 84 años, con un 27% de mayores de 65 años). Esta localización permitió a los investigadores comprobar que protege casi de igual forma frente a la variante británica (85,6% de eficacia), que en el momento de realizar el estudio iba camino de ser predominante en ese país. En marzo completó dio a conocer los datos finales, elevando la eficacia hasta el 96%. Los resultados también son buenos frente a la variante sudafricana, según un estudio más pequeño realizado en el país africano: aunque el dato global de eficacia se reducía hasta un 55,4%, todos los casos graves detectados correspondieron al grupo placebo. Es decir, que no hubo hospitalizaciones ni fallecimientos entre los vacunados.

El principal obstáculo de esta vacuna puede estar en el suministro, al menos de momento. La Comisión Europea tiene un preacuerdo con la compañía estadounidense, pero aún no se ha podido materializar porque la propia empresa lo ha aplazado por problemas con la adquisición de materias primas que podrían lastrar la producción. Europa se había planteado cerrar un acuerdo para la compra de 100 millones de dosis, con opción a otros 100 más.

En este sentido, hay otro aspecto de interés para España: la empresa Biofabri (grupo Zendal) fabricará el antígeno de la vacuna en Porriño (Pontevedra), con la intención de distribuirlo para la Unión Europea, aunque hay otras plantas en el continente encargadas de otras fases de la producción, como el llenado y el acabado del producto final.

¿Habrá oportunidad para otras?

Si CureVac y Novavax se suman próximamente al arsenal europeo contra el covid, tendremos seis vacunas y millones de dosis de sobra tras inmunizar a toda la población. ¿Aun tendrá cabida alguna vacuna más? ¿Qué pasa con Sputnik V? Los expertos creen que no lo tendrá fácil, sobre todo “teniendo en cuenta que ya tenemos dos de adenovirus que han dado problemas”, comenta Pérez Martín en referencia a AstraZeneca y Janssen y los episodios de trombos. Aunque no se han detectado en el caso de la vacuna rusa, lo cierto es que ya no parece necesaria como hace algunas semanas, cuando todo parecía torcerse y Hungría y Eslovaquia decidieron comprarla sin el respaldo de la EMA.

En el fondo, "todo depende de la situación epidemiológica de los países", asegura el vacunólogo de la AEV. "Cuando es terrible, la aprobación y la compra son más ágiles, pero en una situación epidemiológica calmada, como la que previsiblemente tenemos por delante, todo cambia", asegura. De hecho, el proceso de aprobación de las vacunas en Europa estaba previsto para más tarde, pero entre diciembre y enero la situación comenzó a ser desesperante, con una fuerte ola, mientras EEUU y el Reino Unido ya habían comenzado a inmunizar.

"Con las que tenemos y las dos que pueden venir, es probable que se cierre la puerta al resto"

En este caso puede ocurrir lo contrario, la situación comienza a ser buena y ya hay muchas vacunas. “Están empezando a llegar muchas vacunas de Pfizer, Moderna va a regularizar sus envíos y ya tenemos dos vacunas de adenovirus, con lo cual, yo veo complicado que Sputnik entre”, asegura. “Con las que tenemos y las dos que pueden venir, es probable que se cierre la puerta al resto”, vaticina. Aunque obtenga luz verde por parte de la EMA, es posible que Bruselas renuncie a realizar una compra centralizada. De hecho, Alemania se ha mostrado abierta a negociar con los rusos por su cuenta si el organismo regulador da su visto bueno. Incluso el estado de Baviera ya tiene un acuerdo preliminar. En cambio, la Comisión ha suscrito un acuerdo con Sanofi-GSK a pesar de que no está previsto que esta vacuna desarrolle sus ensayos clínicos en fase 3 hasta la segunda mitad de este año.

La incógnita se mantiene también a largo plazo. La posibilidad de que sea necesario revacunar o de que aparezcan variantes que puedan escapar a la acción de las primeras vacunas podrían ser las bazas para que accedan al mercado nuevas marcas. No obstante, no será fácil que suceda. Si hay que seguir vacunando periódicamente es más probable que se apueste por las vacunas ya administradas. Las mutaciones del virus tampoco parecen un problema insuperable y, de hecho, algunas compañías ya están adaptando sus vacunas. También llegarán antes para otros grupos de población cuya vacunación no está prevista aún por falta de ensayos clínicos, como los niños. Aunque la EMA vaya concediendo nuevas autorizaciones y haya pequeños acuerdos con nuevas compañías, todo parece indicar que las actuales compras masivas serán difíciles de repetir.

A pesar de los sobresaltos de las últimas semanas, las vacunas de AstraZeneca y Janssen siguen adelante, aunque restringidas para algunos tramos de edad concretos. Junto con Moderna y Pfizer, ya son cuatro opciones para protegernos frente al covid. ¿Suficiente para inmunizar a todos los españoles? Si no tuviéramos prisa, más que suficiente. Sin embargo, los planes del Gobierno prevén alcanzar el famoso 70% de población vacunada a finales del verano y, gracias a ello, salvar en la medida de lo posible parte de la temporada turística. Para lograrlo, toda ayuda es poca y las cuentas incluyen incorporar algún fármaco más.

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