KOI-5Ab, el "resucitado" planeta con tres estrellas

Fue el segundo planeta que divisó la famosa misión Kepler, que estuvo funcionando entre 2009 y 2018. En su momento, sorprendió por su tamaño, pero no podían comprobar ciertamente su existencia, ya que este telescopio solo medía tránsitos (el paso de un objeto delante de otro). Además, llegaron multitud de nuevos candidatos. En sus nueve años de vida, detectaron nada menos que 2.394 exoplanetas, como se denomina a los planetas que orbitan estrellas más allá del Sol.

Sin embargo, ahora, gracias a la misión TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite), la NASA ha vuelto a poner sus ojos sobre el KOI-5Ab y su extraño sistema "trisolar": "Se cayó de la mesa y fue olvidado", ha explicado David Ciardi, científico jefe del Exoplanet Science Institute (NExScI) de la NASA, según recoge Space. Había llegado el momento de comprobar si era un planeta o tan solo una señal errónea.

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El Confidencial

El sistema que aloja al "resucitado" planeta cuenta con tres estrellas: KOI-5A, KOI-5B y KOI-5C. Este planeta orbita más cerca de la primera de ellas. De ahí su nombre: KOI-5Ab. En la NASA parece que no pierden mucho el tiempo bautizando descubrimientos. En lo que sí han "echado horas" es en comprender los extraños movimientos de traslación en este curioso sistema.

Triples órbitas

El KOI-5Ab es un planeta grande, con aproximadamente el 60% de la masa de Saturno, y previsiblemente también es gaseoso. Orbita sobre su estrella anfitriona como la Tierra gira alrededor del Sol. Eso sí, en la ecuación también hay que incluir a los otros dos astros. La denominada estrella 5B describe una órbita alrededor de la 5A de aproximadamente 30 años, mientras que la tercera estrella, la 5C, tardaría 400 años en completar una vuelta.

Los sistemas con múltiples estrellas no son algo raro para la NASA. Calculan que un 10 por ciento de los sistemas solares están compuestos de tres soles. Más estrellas es infrecuente, ya que tarde o temprano colisionarían.

De hecho, el KOI-5Ab también ha debido experimentar esos choques gravitacionales. Los astrónomos especulan que la segunda estrella le “empujó” durante su desarrollo, cambiando su órbita y haciéndolo que migrara hacia dentro del sistema trisolar.