Un vórtice oscuro en Neptuno cambia de dirección y esquiva "la zona de muerte"
El Hubble ha captado en Neptuno un insólito comportamiento atmosférico: una gran tormenta cambia su rumbo
Neptuno se ve sacudido por sistemas de alta presión, que pueden formarse en latitudes medias. Son inmensas tormentas, denominadas "vórtices oscuros". No es la primera vez que el Hubble tiene constancia de una de estas masas. Sin embargo, su comportamiento es completamente inusual.
Este vórtice oscuro tiene una superficie mayor que nuestro océano Atlántico, con una anchura de 7.500 kilómetros. Fue divisado por primera vez en 2018 tras formase en el hemisferio norte. Lo habitual es que hubiera ido bajando hasta el ecuador del planeta, donde se encuentra "la zona de muerte": el lugar donde se destruyen las tormentas.
Now presenting... Hubble’s newest view of Neptune! 🔵
— Hubble (@NASAHubble) December 15, 2020
This image shows a monstrous dark storm near the top center that’s wider than the Atlantic Ocean, plus a smaller dark spot that emerged nearby in the top right: https://t.co/o5n2yNE6R9 pic.twitter.com/BFBCYzUl7m
Esto es debido por el efecto Coriolis, que hace que los objetos que se mueven sobre el radio de un disco de rotación tiendan a acercarse. Por eso, los vórtices oscuros terminan desintegrándose. Pero en esta ocasión no fue así.
Algo nunca visto
El pasado mes de agosto la tormenta se paró y volvió a girar hacia el norte. Es la primera vez en 30 años que el Hubble contempla este comportamiento atmosférico. "Este es un proceso nunca observado. Hemos visto que algunos otros puntos oscuros se desvanecen y desaparecen, pero nunca hemos visto nada interrumpido", ha asegurado Michael H.Wong, de la Universidad de California, en un comunicado recogido por ScienceAlert.
Este cambio de dirección se produjo con la llegada de otra "pequeña mancha", de alrededor de 6.000 kilómetros de diámetro. En la NASA la bautizaron como 'Junior'.
"Estamos entusiasmados con estas observaciones porque este fragmento oscuro más pequeño es potencialmente parte del proceso de disrupción de la mancha oscura", ha explicado Wong.
Las nubes desaparecen
No es la única sorpresa que traía consigo este vórtice oscuro. Junto a la mancha habían desaparecido las nubes brillantes que le acompañaban en su formación. Aparentemente, se esfumaron cuando la tormenta detuvo su viaje hacia el sur.
Las nubes brillantes se forman cuando el flujo de aire se perturba y se desvía hacia arriba sobre el vórtice, lo que probablemente hace que los gases se congelen en cristales de hielo de metano. La falta de nubes revelaría sobre evolucionan las manchas, han explicado los investigadores.
La gran tormenta es la cuarta mancha oscura que Hubble observó en Neptuno desde 1993. Otras dos tormentas oscuras fueron descubiertas por la nave espacial Voyager 2 en 1989, pero desaparecieron antes que Hubble pudiera observarlas.
Neptuno se ve sacudido por sistemas de alta presión, que pueden formarse en latitudes medias. Son inmensas tormentas, denominadas "vórtices oscuros". No es la primera vez que el Hubble tiene constancia de una de estas masas. Sin embargo, su comportamiento es completamente inusual.