Waldemar Haffkine: el pionero de las vacunas que el mundo olvidó
Sus colegas le llegaron a denominar "el salvador de la humanidad", pero una campaña de desprestigio se cebó sobre este científico de origen judío
Waldemar Haffkine en realidad no era médico, sino zoólogo, algo muy discutido en la clasista sociedad de finales del siglo XIX. Era un microbiólogo, que ni siquiera pudo obtener una cátedra en la Universidad de Odessa por sus orígenes judíos. Nació en Ucrania, pero su gran labor científica se produjo en la India, donde logró salvar a miles de personas con sus vacunas.
Haffkine había desarrollado una vacuna contra el cólera, pero necesitaba inocularla en población expuesta a la enfermedad. Acudió a Bombai en pleno brote de la infección, a finales de 1893. En su primera campaña de vacunación, tuvo muchos problemas.
THREAD: In 1894, Waldemar Haffkine, a Russian Jew trained in Paris, travelled to Calcutta armed with a cholera vaccine. The slums were battling an outbreak of the disease. The 33-year-old man began his vaccination drive,
— Soutik Biswas (@soutikBBC) December 11, 2020
'sitting by an oil lamp in the slum'. 1/11 #vaccine #India pic.twitter.com/XvKRbQQGLG
Tenía que inyectar dos dosis, con una semana de diferencia, pero a los que conseguía poner la primera vacuna no volvían a por la segunda.Aun así, consiguió vacunar a 23.000 personas, aunque no pudieron hacer seguimiento sobre si entraron en contacto con la enfermedad o no. Meses más tarde, volvería a tener una oportunidad en los barrios marginados de Calcuta, donde se había descubierto bacilos de cólera en los tanques de la ciudad.
Se inyectaba él mismo
Para convencer a los habitantes de esos poblados de la seguridad de las vacunas, llegó a inyectársela el mismo en público. Gracias a este gesto, se superó la resistencia inicial y la gente hacía colas durante todo el día para vacunarse, ha asegurado el profesor de Historia de la Ciencia y la Medicina Pratik Chakrabarti, según recoge la BBC.
En esta ocasión sí se pudo realizar un seguimiento de cuántos se infectaban. Cuando iba a desarrollar más estudios sobre el cólera, otra terrible enfermedad se cruzó en su camino: la peste.
La tercera pandemia de peste del mundo comenzó en Yunnan, en China hacia 1894. Pronto saltó al Hong Kong británico y, desde allí, hasta Bombay. En un primer momento, el gobierno británico restó importancia a la gravedad del brote, para mantener la actividad portuaria india, clave en la economía del imperio. Sin embargo, la mortalidad se disparó y las autoridades fueron a buscar a Haffkine.
La vacuna de la peste
Haffkine acudió a Bombay y estableció sus laboratorios en apenas un pasillo. Solo contaba con la ayuda de un empleado y tres asistentes, que nada tenían que ver con la medicina. Aun así logró desarrollar la primera vacuna contra la peste del mundo desde cero.
Creó la vacuna contra la peste desde cero y en un tiempo récord
"Sabía que desarrollar una vacuna contra la peste a un ritmo récord lo convertiría en un científico líder de su tiempo", ha explicado Chakrabarti.
Después de varias pruebas con animales, Haffkine tenía lista una vacuna el 10 de enero de 1897. Se inyectó el mismo una dosis de 10 cc (aunque solo se necesitaban 3cc). Experimentó fiebre alta, pero se recuperó después de varios días. La vacuna estaba lista.
Y la campaña de desprestigio
Arrancó la vacunación contra la peste en una cárcel de Bombay. Se inocularon a 147 prisioneros y a 172 se les dejó sin tratamiento. Hubo 12 casos y seis muertes entre los no tratados y solo dos casos y ninguna muerte entre los que recibieron la vacuna.
“The journey we make here upon the earth is so short. Before we know where we are, we are at the end, and called upon to answer an inner voice: ‘Have you finished the work you had to do?’ Happy are they who can think, yes, they have finished their work.”
— Utopian Magazine (@UtopianMag) December 11, 2020
~ Dr. Waldemar Haffkine pic.twitter.com/u6xIMsjdz3
Después de un año, cientos de miles de personas habían sido inoculadas usando la vacuna de Haffkine, salvando un número incalculable de vidas. Fue nombrado caballero por la reina Victoria. Era un científico reconocido, cuando se comunicó que 19 personas habían muerto de tétanos tras recibir la vacuna.
Las pruebas apuntaban que se había producido una contaminación en una de las botellas (la 53N), preparada 41 días antes por el laboratorio de Haffkine. El gobierno indio comenzó a investigar y descubrió que el científico usaba calor en lugar de ácido carbólico para aumentar la producción. Este método ya lo usaban en el instituto Pasteur, pero era desconocido para la comunidad científica india.
"El salvador de la humanidad"
Haffkine fue despedido y la peste comenzó a propagarse. Había una vacuna, pero su creador estaba atrapado en juicios en Londres. Años después un estudio demostraría que la contaminación de la botella 53N fue accidental: a un asistente se le cayó el fórceps al suelo y no lo esterilizó antes de quitar el corcho.
Roland Ross, premio Nobel de medicina en 1902, defendió a Haffkine y acusó al gobierno indio de "desprecio por la ciencia". Según Ross, si no se anulaba el proceso contra el científico, serían culpables de "una grosera ingratitud a uno de sus mayores benefactores". Además, si no informaban correctamente de que la botella 53N no estaba contaminada en el laboratorio, se corría el riesgo de socavar la confianza pública en las vacunas, en un momento en el que 50.000 personas morían cada semana por la peste.
Haffkine fue finalmente exonerado en noviembre de 1907 y, aunque regresó a la India, no le dejaron llevar a cabo ninguna prueba, limitándole tan solo a la investigación teórica. Murió en Lausana en 1930 y en su obituario se le denominaba "el salvador de la humanidad". Sin embargo, la historia no recuerda estas primeras vacunaciones en la India y si los trabajos realizados antes que él por Edward Jenner (el llamado "padre de la inmunología") y los realizados después por Jonas Salk, el creador de la vacuna de la poliomelitis.
Waldemar Haffkine en realidad no era médico, sino zoólogo, algo muy discutido en la clasista sociedad de finales del siglo XIX. Era un microbiólogo, que ni siquiera pudo obtener una cátedra en la Universidad de Odessa por sus orígenes judíos. Nació en Ucrania, pero su gran labor científica se produjo en la India, donde logró salvar a miles de personas con sus vacunas.