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Del soborno al fraude masivo: las 196 multas a las farmacéuticas que combaten el virus
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SANCIONADAS CON MILES DE MILLONES DE EUROS

Del soborno al fraude masivo: las 196 multas a las farmacéuticas que combaten el virus

GSK, Pfizer, Johnson & Johnson, Abbott o Eli Lilly copan los titulares por sus descubrimientos contra el covid-19, pero también el podio de multas por actividades ilegales

Foto: Un técnico de laboratorio sostiene un puñado de favipiravir en Egipto. (Reuters)
Un técnico de laboratorio sostiene un puñado de favipiravir en Egipto. (Reuters)

Cada día nos despertamos con sus nombres en los titulares. Los ensayos clínicos de Pfizer. Los resultados de AstraZeneca. La vacuna de Johnson & Johnson. Los test rápidos de Abbott. La pandemia está sirviendo a las grandes farmacéuticas mundiales como una oportunidad de redimirse como las salvadoras del futuro ante un público que tradicionalmente las ha mirado con recelo. Y no sin motivos.

Todas acumulan en los últimos años un buen número de actividades delictivas por las que han sido sancionadas con miles de millones, sin embargo, la dispersión y poca publicidad que se da a estas sentencias hacen difícil contemplar el panorama de las ilegalidades cometidas por Big Pharma, como se suele denominar a estas multinacionales.

Foto: Aplidin, el medicamento de PharmaMar. (EFE)

Esta semana, tres intrépidos estadounidenses, investigadores en empresariales, publican en la revista 'JAMA' el fruto de su trabajo durante los últimos años: recopilar todas las multas económicas impuestas a grandes empresas farmacéuticas por actividades ilegales cometidas entre 2003 y 2016, el último año del que hay datos. Para lograr estos datos, Denis Arnold, Oscar Jerome Stewart y Tammy Beck se han sumergido en los archivos del Departamento de Justicia, la SEC (comisión del mercado de valores estadounidense), las fiscalías estatales o la Agencia de Protección Ambiental (EPA), o han cursado peticiones de transparencia (FOIA) para obtener hasta el último dólar con el que han multado a las grandes empresas que están detrás de los tratamientos, test o vacunas contra el coronavirus.

La lista de multas, tanto en número como en cantidades económicas, está encabezada por GlaxoSmithKline o GSK, condenada en 27 ocasiones que han supuesto más de 9.700 millones de dólares —los precios han sido ajustados por los autores a la inflación de 2016— en multas. Buena parte del total corresponde a la sanción de 3.000 millones de dólares que le impusieron en Estados Unidos en 2012, y que se convirtió en la mayor de la historia jamás pagada por un gigante farmacéutico. Como puede consultarse en la sentencia, los delitos cometidos por GSK fueron "la promoción ilegal de ciertos medicamentos recetados, su falta de reportar ciertos datos de seguridad y su responsabilidad civil por supuestas prácticas de reporte de precios falsos".

La farmacéutica está actualmente implicada en el desarrollo de varias candidatas a vacuna contra el covid-19 con otras empresas, principalmente la canadiense Medicago y la francesa Sanofi. De esta última ha logrado vender a la Comisión Europea 300 millones de dosis de su potencial vacuna, que estaría disponible en la segunda mitad de 2021. Sanofi aparece también en la lista de 'JAMA' tras haber sido sancionada diez veces por valor de 535,9 millones de dólares en la última década.

placeholder Sede de GlaxoSmithKline (GSK) en Brentford, Reino Unido. (Reuters)
Sede de GlaxoSmithKline (GSK) en Brentford, Reino Unido. (Reuters)

Tras GSK ocupan las primeras posiciones de esta fraudulenta carrera otros nombres conocidos. Pfizer (18 multas y 2.910 millones) y Johnson & Johnson (15 multas y 2.668 millones) comparten este podio de fechorías, pero también están en el de las empresas candidatas a elaborar la vacuna definitiva contra la enfermedad que provoca el SARS-CoV-2. Tras ellas, Abbott, autor del test de antígenos al que se atribuye parte del éxito madrileño al doblar la curva, está en cuarto lugar con 11 multas y 2.581 millones de sanción entre 2003 y 2016.

AstraZeneca, desarrolladora de la vacuna ideada inicialmente en la Universidad de Oxford, acumula 10 multas y 1.172 millones en los últimos años. La mayor parte de sus 'pecados' están relacionados con infracciones en los precios y el reparto de comisiones ilegales por conseguir contratos. De hecho, el director mundial de innovación de la farmacéutica, el oncólogo catalán Josep Baselga, tuvo que salir por patas del hospital Memorial Sloan Kettering tras desvelarse sus conflictos de interés con varias empresas del sector, que él nunca reveló en sus artículos.

Eli Lilly está desarrollando en estos momentos uno de los anticuerpos monoclonales más prometedores contra el SARS-CoV-2, el bamlanivimab, aprobado hace unos días para su uso de emergencia en Estados Unidos. También aparece en esta lista entre los cinco primeros puestos, con siete sanciones que le han supuesto 1.775 millones de dólares. La mayor parte, en este caso, se debió a promocionar productos para propósitos médicos más allá de los que estaban aprobados por la FDA estadounidense.

De las 26 grandes farmacéuticas estudiadas, un 85% habían sido sancionadas por actividades ilícitas entre 2003 y 2016

Los autores del 'paper' se centraron en compañías grandes —que hubieran formado parte de la lista Global 500 o Fortune 1000 de mayores empresas del mundo durante al menos siete años— y hallaron que, de las 26 farmacéuticas seleccionadas, un 85% habían sido sancionadas por actividades ilícitas. Solo se libraban cuatro: Biogen, Celgene, Gilead y Hospira. Hay que agregar, no obstante, que Celgene y Hospira fueron absorbidas por Brystol-Myers y Pfizer respectivamente, dos grandes empresas que sí aparecen en la lista.

Gilead, por su parte, ha recibido muchas críticas por los precios a los que pone sus tratamientos (Sovaldi, capaz de curar la hepatitis C o el remdesivir que ha aprobado contra el covid-19, tasado en unos 2.300 dólares por tratamiento), pero no ha sido multado por ello. El sobreprecio es una de las categorías que los autores del estudio han analizado, ya que casi todas las farmacéuticas grandes han acabado infringiendo alguna normativa en este aspecto.

Otras categorías criminales habituales en esta lista suelen ser el etiquetado engañoso, los sobornos o comisiones ilegales una vez logrado un contrato determinado, daños medioambientales o vulneración de los principios de competencia. De largo, las categorías sancionadas con más frecuencia son las relacionadas con los precios, con el 'marketing' para usos clínicos no aprobados, con las comisiones ilegales tras conseguir un contrato o con el etiquetado engañoso.

Los investigadores, pertenecientes a las universidades de North Carolina, Estatal de San Francisco y Nebraska, también estudiaron cuántos años habían continuado las empresas, de media, la actividad ilegal asociada con las multas. En esta categoría aparecen empresas menos conocidas como Actavis, más conocida por la compra en 2014 de Allergan, fabricantes del botox, por 66.000 millones de dólares. Actavis mantuvo de media durante 11 años las actividades por las que posteriormente fue sancionada, seguida de Amgen (9,78 años), Wyeth (8,71) o las ya mencionadas AstraZeneca (8,30) y GSK (7,22).

Con su mochila de multas al hombro, todas ellas compiten ahora por ofrecer al mundo una solución contra la pandemia que puede redimir sus pecados y, paradójicamente, hacer a estas empresas aún más ricas.

Cada día nos despertamos con sus nombres en los titulares. Los ensayos clínicos de Pfizer. Los resultados de AstraZeneca. La vacuna de Johnson & Johnson. Los test rápidos de Abbott. La pandemia está sirviendo a las grandes farmacéuticas mundiales como una oportunidad de redimirse como las salvadoras del futuro ante un público que tradicionalmente las ha mirado con recelo. Y no sin motivos.

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