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Un cráneo de más de dos millones de años y la microevolución de los humanos
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Encontrado en Sudáfrica

Un cráneo de más de dos millones de años y la microevolución de los humanos

Investigadores de La Trobe University de Melbourne (Australia) han dado a conocer los estudios sobre los restos fósiles encontrados en el campo arqueológico de Drimolen

Foto: Cráneo del Paranthropus robustus (La Trobe University)
Cráneo del Paranthropus robustus (La Trobe University)

La evolución del ser humano esconde aún muchos misterios para la ciencia. Las investigaciones arqueológicas se esfuerzan en encontrar restos fósiles que den sentido al desarrollo del hombre a lo largo de la historia, unas investigaciones gracias a las cuales hoy sabemos que la evolución humana no ha seguido una línea recta, sino que se ha ido ramificando creando una gran cantidad de especies pertenecientes a la familia de los homínidos, muchas de las cuales ya están extintas.

En este sentido, investigadores de La Trobe University de Melbourne (Australia), han publicado los estudios realizados durante los dos últimos años en relación con el descubrimiento en Sudáfrica, más concretamente en el campo arqueológico de Drimolen, al norte de Johannesburgo, de un cráneo que tendría una antigüedad de alrededor de dos millones de años, según las estimaciones. Los resultados de dicho estudio, publicado esta misma semana en la revista científica Nature, Ecology and Evolution, determinaron que esta pieza pertenece a una especie llamada Paranthropus robustus, muy cercana al Homo erectus, que es un ancestro directo de los humanos de hoy en día. El equipo a cargo de la investigación estima que estas dos especies vivieron a la misma vez, aunque el Paranthropus robustus se extinguió antes que el Homo erectus.

Foto: El ministro de Turismo y Antigüedades de Egipto, Khaled El-Anany, en Saqqara(Foto: EFE)

Angeline Leece, doctora de La Trobe University de Melbourne, en conversaciones con la BBC, ha destacado la "suerte" que se ha tenido de encontrar esta pieza fósil, pues asegura que "la mayoría de los vestigios fósiles son apenas un solo diente, así que tener algo como esto es muy raro". Gracias al hallazgo, han podido determinar las diferencias entre el Paranthropus robustus y el Homo erectus, teniendo el primero grandes dientes y un cerebro pequeño, al contrario que el segundo, que tenía dientes pequeños y un cerebro grande. El tamaño de la dentadura, según Leece, sería debido a que "con el paso del tiempo, el Paranthropus robustus probablemente evolucionó para generar y soportar mayor impacto producido al morder y mascar comida que era más dura o mecánicamente difícil de procesar con sus dientes y mandíbulas".

La posible extinción más temprana de esta especie pudo ser debida a un cambio en el clima que generara más humedad ambiental, lo que habría provocado que la cantidad de alimento para ellos se viera reducida. Si bien, aunque desaparecieron antes, la doctora Leece asequra que, según los registros fósiles, "hace dos millones de años era mucho más habitual ver Paranthropus robustus en el entorno que a Homo erectus". Por su parte, otro de los investigadores de la misma universidad, Jesse Martin, explicó, también para BBC, que se cree que hasta tres especies de homínidos convivieron a la misma vez en esta zona de Sudáfrica, así como ha declarado que el descubrimiento de este cráneo es un ejemplo poco usual que da a conocer lo que considera como una "microevolución" de los humanos.

La evolución del ser humano esconde aún muchos misterios para la ciencia. Las investigaciones arqueológicas se esfuerzan en encontrar restos fósiles que den sentido al desarrollo del hombre a lo largo de la historia, unas investigaciones gracias a las cuales hoy sabemos que la evolución humana no ha seguido una línea recta, sino que se ha ido ramificando creando una gran cantidad de especies pertenecientes a la familia de los homínidos, muchas de las cuales ya están extintas.

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