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La nueva (y dominante) mutación de covid-19 que contagia al 99,9% de los casos en EEUU
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cambios en la proteína de espiga

La nueva (y dominante) mutación de covid-19 que contagia al 99,9% de los casos en EEUU

En plena segunda ola en Houston, los científicos han identificado la cepa D614G, mayoritaria en Europa y América del Norte y que podría haber vuelto el coronavirus aún más contagioso

Foto: Diferencia de las cepas en la primera ola (i) y la segunda (d) en Houston. (Universidad de Texas en Austin)
Diferencia de las cepas en la primera ola (i) y la segunda (d) en Houston. (Universidad de Texas en Austin)

Inmersos en una segunda ola y con los más que probables siguientes brotes en un horizonte no tan lejano, científicos de todo el mundo estudian el comportamiento del coronavirus SARS-CoV-2 para tratar de atajar su expansión por el mundo incluso antes de que llegue una vacuna. La ciudad de Houston, en Estados Unidos, con una población de más de 7 millones de personas, está experimentando un pico de contagios masivo que comenzó a fines de mayo de 2020. Ante esto, la Universidad de Texas en Austin ha realizado un estudio con más de 5.000 pacientes de covid-19 para "comprender la arquitectura y evolución genómica de la población molecular del virus y la relación entre los genotipos del mismo y las características del paciente". Así, han descubierto que la enfermedad está acumulando mutaciones genéticas y una de las cuales puede haberla hecho más contagiosa.

Según el artículo publicado en la revista mBIO, esa mutación, llamada D614G, se encuentra en la proteína de espiga que abre nuestras células para la entrada viral. El documento muestra que "el virus está mutando debido a una combinación de deriva neutra, que solo significa cambios genéticos aleatorios que no ayudan ni dañan al virus, y la presión de nuestro sistema inmunológico", expresa Ilya Finkelstein, profesor asociado de biociencias moleculares en la Universidad de Texas y coautor del estudio.

Foto: Imagen microscópica del coronavirus SARS-CoV-2. (NIH)

Durante la ola inicial de la pandemia, el 71% de los contagios del nuevo coronavirus identificados en pacientes en Houston tenían esta mutación. Cuando comenzó la segunda ola durante el verano, la variante había aumentado al 99,9% de prevalencia. Estos resultados reflejan la tendencia demostrada en otro informe publicado en julio y basado en más de 28.000 secuencias del genoma y en el que se encontró que las variantes que portaban la mutación D614G se convirtieron en cepa dominante en aproximadamente un mes en todo el mundo.

Los expertos se preguntan ahora por qué las cepas que contienen esta mutación superaron a las que no la tenían. Mientras que un estudio de más de 25.000 secuencias del genoma en el Reino Unido encontró que el virus con la mutación D614G tendía a transmitirse un poco más rápido que los que no la tenían, otro grupo de científicos considera que se trataría "del efecto fundador". Es decir, que esta cepa podría haber sido más común en los primeros casos que llegaron a Europa y América del Norte, lo que le dio una ventaja sobre otras cepas.

Las variantes que portaban la mutación D614G se convirtieron en cepa dominante en aproximadamente un mes en todo el mundo

"El virus continúa mutando a medida que arrasa el mundo", afirma Finkelstein, que agrega: "Los esfuerzos de vigilancia a tiempo real como nuestro estudio garantizarán que las vacunas y tratamientos mundiales estén siempre un paso por delante".

Los científicos además han observado un total de 285 mutaciones en miles de tipos de infecciones, aunque la mayoría no parece tener un efecto significativo en la gravedad de la enfermedad en los pacientes. No obstante, los estudios en curso continúan trabajando para descubrir cómo el virus se está adaptando a los anticuerpos neutralizantes que son producidos por nuestro sistema inmunológico para intentar comprender por qué cada cuerpo reacciona de manera tan diferente al contagio de un mismo virus como es el covid-19.

placeholder Distribución de cepas con la variante de aminoácidos D614G o G614 en la proteína de espiga entre las dos oleadas. (Universidad de Texas en Austin)
Distribución de cepas con la variante de aminoácidos D614G o G614 en la proteína de espiga entre las dos oleadas. (Universidad de Texas en Austin)

El equipo de Houston también ha demostrado que al menos una de esas mutaciones permite que la espiga evite un anticuerpo neutralizante que los humanos producen de forma natural para combatir las infecciones del SARS-CoV-2. Esto podría provocar que esa cepa del virus se 'escape' más fácilmente de nuestro sistema inmunológico.

Inmersos en una segunda ola y con los más que probables siguientes brotes en un horizonte no tan lejano, científicos de todo el mundo estudian el comportamiento del coronavirus SARS-CoV-2 para tratar de atajar su expansión por el mundo incluso antes de que llegue una vacuna. La ciudad de Houston, en Estados Unidos, con una población de más de 7 millones de personas, está experimentando un pico de contagios masivo que comenzó a fines de mayo de 2020. Ante esto, la Universidad de Texas en Austin ha realizado un estudio con más de 5.000 pacientes de covid-19 para "comprender la arquitectura y evolución genómica de la población molecular del virus y la relación entre los genotipos del mismo y las características del paciente". Así, han descubierto que la enfermedad está acumulando mutaciones genéticas y una de las cuales puede haberla hecho más contagiosa.

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