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Vacunas inhaladas más potentes contra el covid: estos proyectos luchan por conseguirla
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La alternativa al pinchazo

Vacunas inhaladas más potentes contra el covid: estos proyectos luchan por conseguirla

Algunos estudios indican que una vacuna dirigida a las vías respiratorias podría generar una respuesta inmune más potente que evite la infección, pero este tipo de iniciativas tardarán más

Foto: Vacuna inhalada contra la gripe. (Wikipedia)
Vacuna inhalada contra la gripe. (Wikipedia)
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Cuando hablamos de vacunación, la primera imagen que nos viene a la cabeza es la de una jeringuilla, casi siempre clavada en el brazo, y el recuerdo más o menos doloroso de los pinchazos que habremos sufrido por esta vía. ¿Existe otra manera de vacunarse? Lo cierto es que sí, pero apenas ha sido explorada y, aunque ya se ha comercializado una vacuna intranasal contra la gripe, en España no está disponible.

Sin embargo, la actual pandemia de coronavirus está cambiando y acelerando muchos procesos de desarrollo, especialmente en el campo de las vacunas. No solo hay grupos de investigación trabajando en la alternativa de la vía intranasal o inhalada, sino que algunos expertos consideran que podría ser más efectiva, al dirigirse específicamente al tracto respiratorio, donde están las primeras células que van a ser infectadas por SARS-CoV-2 una vez entra en el organismo.

Foto: Foto: Reuters.

Un artículo de revisión publicado en la revista ‘Nature Reviews Immunology’ alienta esta posibilidad. Tras repasar las estrategias que se están siguiendo para conseguir la vacuna contra el covid, los autores consideran que inducir una respuesta inmune directamente en la mucosa respiratoria podría ser “más eficaz en el control temprano o la eliminación del SARS-CoV-2”. Estaríamos ante una respuesta “no solo local, ya que al parecer aumentan las células T específicas en pulmón”, explica el presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), Marcos López Hoyos. Además, un estudio publicado en ‘Science’ la semana pasada sobre el virus sincitial respiratorio también llama la atención sobre la importancia de la respuesta inmune de las mucosas para evitar infecciones respiratorias.

Varios estudios recientes apuntan en esa misma dirección ya aplicados al posible desarrollo de vacunas alternativas para el covid. Por ejemplo, la revista ‘Cell’ ha publicado un trabajo de la Universidad Washington en Saint Louis en el que compara los efectos de una vacuna candidata contra el covid basada en adenovirus de chimpancé por vía intranasal y por vía intramuscular en un modelo de ratón. Aunque las dos protegen frente a la patología pulmonar que causa SARS-CoV-2, la primera previene por completo la infección.

Los autores han declarado que si estos resultados se confirman, es posible que este tipo de vacunas sean clave para evitar la transmisión del covid y no solo prevenir las infecciones graves, como parecen conseguir los proyectos de vacuna convencionales más avanzados. Otra investigación publicada en ‘Nature Communications’ por científicos chinos prueba una vacuna diferente, pero también basada en adenovirus, en macacos Rhesus y, en este caso, llega a la conclusión de que tanto la vía intranasal como la intramuscular ofrecen protección similar frente al coronavirus.

placeholder Un proyecto de vacuna inhalada contra la gripe lanzado en 2013. (EFE)
Un proyecto de vacuna inhalada contra la gripe lanzado en 2013. (EFE)

El problema de estas vacunas con respecto a las más avanzadas es que aún se encuentran en una fase preclínica, así que lo lógico es pensar que tardarán más en llegar. La lista de vacunas contra el covid de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recoge cinco intentos de desarrollar una vacuna intranasal, pero solo una que ya se está probando en humanos, desarrollada por China y aún en fase 1.

No obstante, algunos esperan a confirmar que su candidato a vacuna funciona por la vía convencional. Al menos, es el caso del Imperial College de Londres, que está desarrollando una vacuna contra el covid basada en ARN que espera probar en unos 20.000 voluntarios antes de finales de año a través de inyecciones tradicionales. Si todo va bien, podría pasar después a la vía intranasal, puesto que sus expertos consideran que la mucosa podría generar una respuesta más fuerte de anticuerpos. Los resultados podrían llegar en el primer semestre de 2021.

Antecedentes

El antecedente más importante de vacunas que se administran por la vía nasal es FluMist, una antigripal aprobada por la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos) para EEUU y bastante utilizada en otros países, especialmente en el Reino Unido, para la vacunación infantil. Fue desarrollada por AstraZeneca, precisamente una de las farmacéuticas con uno de los proyectos de vacuna más destacados contra el covid, en colaboración con la Universidad de Oxford. Este verano, ante la necesidad de aumentar la vacunación frente a la gripe para evitar en lo posible su coincidencia con la pandemia de coronavirus, la producción de FluMist se ha disparado.

“Han visto que los vasos sanguíneos de la mucosa nasal son muy permeables, muy buenos como vía de administración”, comenta Raquel Carnero, consultora de la industria farmacéutica experta en vacunas. “Es una vacuna de gripe atenuada y esa puerta de entrada proporciona una respuesta inmune local y sistémica muy potente”, añade. Así que la base es buena, pero otra cosa es poder trasladar esa experiencia al covid.

placeholder Detalle del FluMist de AstraZeneca. (Flickr)
Detalle del FluMist de AstraZeneca. (Flickr)

Aun así, a raíz del éxito de FluMist, en la Universidad de Hong Kong la apuesta es doble: no solo quieren desarrollar una vacuna contra el covid que se pueda inhalar, sino que sirva también para prevenir la gripe. El proyecto ya está muy avanzado, según Bloomberg, y la idea es reclutar a unos 100 adultos para comenzar los ensayos clínicos en noviembre.

Pros y contras

Inevitablemente, el proceso de desarrollo de estas iniciativas está siendo más lento que el de las vacunas convencionales, y una de las dificultades técnicas es el dispositivo que tendrán que utilizar —aunque hay medicamentos que emplean sistemas semejantes, por ejemplo, para la migraña—. Una especie de espray pulverizador que posiblemente pueda encarecer el producto final y que, en todo caso, requiere unas mínimas instrucciones para su manejo.

“Hay que inclinar la cabeza de una determinada manera, inspirar justamente cuando estás presionando el dispositivo y esperar un poco a que llegue bien a la mucosa y se absorba”, así que lo más práctico es que se administre en un centro de salud por parte de personal sanitario, opina la experta, por mucho que parezca de fácil manejo. A fin de cuentas, en realidad, “no ahorras nada en cuanto a estructura sanitaria”, advierte.

En teoría, esta posibilidad “tiene un mayor valor por la comodidad y facilidad en la administración, ya que no requiere un pinchazo”, opina Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV). El desarrollo de este tipo de vacunas lleva asociada la idea de que el propio usuario podría administrársela, pero la realidad es que “puede que no lo haga bien”.

placeholder Foto: EFE.
Foto: EFE.

“Son líneas de investigación de futuro, no necesariamente lejano”, destaca este experto, teniendo en cuenta la velocidad que han adquirido todos los proyectos relacionados con la vacuna del covid. “La búsqueda de nuevas vías de administración de las vacunas es un elemento de debate y este tipo de productos pueden ser de segunda generación”, aunque “cualquier tipo de vacunas son complejas de producir” y en este caso hay que tener en cuenta que podría ser un producto incluso más complejo tecnológicamente, lo que haría incrementar los precios.

En cambio, también tendría elementos a su favor de cara a la distribución. Uno de ellos es que casi todos los proyectos de vacunas intramusculares que están más avanzados manejan la idea de administrarse en dos dosis, mientras que los primeros ensayos de las intranasales indican que sería suficiente una dosis única. Por otra parte, algunas de las vacunas convencionales también necesitarían temperaturas de congelación para su conservación —especialmente, las basadas en ARN—, otra dificultad que podría salvarse con esta alternativa.

Cuando hablamos de vacunación, la primera imagen que nos viene a la cabeza es la de una jeringuilla, casi siempre clavada en el brazo, y el recuerdo más o menos doloroso de los pinchazos que habremos sufrido por esta vía. ¿Existe otra manera de vacunarse? Lo cierto es que sí, pero apenas ha sido explorada y, aunque ya se ha comercializado una vacuna intranasal contra la gripe, en España no está disponible.

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