¿Cuáles son los envoltorios de alimentos que peor se reciclan?

Los envoltorios de las patatas fritas, el chocolate y el queso están entre los que peor se reciclan, según un nuevo informe de la organización de consumidores Which? en el Reino Unido.

Which? analizó 89 de los alimentos de marca más vendidos del Reino Unido y encontró que sólo un tercio (34%) tenía envases totalmente reciclables. Alrededor de cuatro de cada diez (41%) de los artículos no tenían un etiquetado informativo, dejando muchas dudas sobre cómo s eliminaban los residuos de sus envoltorios.

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EC

Se examinaron diez categorías de alimentos diferentes, como chocolate, bebidas gaseosas, patatas fritas, yogures, bebidas, queso y pan, y los expertos descompusieron los envases, pesaron cada elemento y evaluaron si cada uno podía ser reciclado fácilmente.

Patatas fritas, la peor categoría

Se encontró que su capacidad de reciclaje variaba enormemente. La peor categoría, con diferencia, eran las patatas fritas, con solo el tres por ciento de los envases reciclables domésticamente. Esto incluía a las Pringlesy su famoso envase de tubo, que fue calificado como notoriamente difícil de reciclar.

"Los fabricantes deben maximizar el uso de materiales reciclables y reciclados y asegurarse de que los productos estén correctamente etiquetados"

"Los consumidores piden a gritos marcas que se tomen en serio la sostenibilidad y productos que sean fáciles de reciclar, pero para que se cambien las cosas en el medio ambiente, los fabricantes deben maximizar el uso de materiales reciclables y reciclados y asegurarse de que los productos estén correctamente etiquetados", señala a The Guardian Natalie Hitchins, jefa de productos y servicios para el hogar de Which?

De los chocolates analizados, casi un tercio de los envases no eran reciclables, entre ellos los de KitKat o los de M&Ms de Mars. En cuanto a los quesos, destaca la crítica a Babybel y su empaquetado en maya de plástico, que no sólo es difícil de reciclar sino que también puede enredarse en la maquinaria.

En respuesta a este estudio, algunos fabricantes señalan que los residuos de alimentos tienen una mayor huella de carbono que los residuos de plástico y afirman que el abandono de los embalajes tradicionales por alternativas reciclables podría afectar a la conservación de los alimentos. No obstante, la mayoría de ellos reiteró su compromiso de "hacer que todos los envases sean reciclables o reutilizables para 2025".

Jane Bevis, presidenta de la OPRL, la organización que supervisa el etiquetado de reciclaje de los envases, indica que: "es realmente difícil para cualquier persona, excepto para el más experimentado tecnólogo de envases, mantenerse al día con los últimos desarrollos de envases, tales como revestimientos y colorantes y su impacto en la reciclabilidad".