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¿Qué es una ola de calor? Las razones por las que la AEMET no ha emitido antes este aviso
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la ola de calor durará hasta el sábado

¿Qué es una ola de calor? Las razones por las que la AEMET no ha emitido antes este aviso

Aunque en los últimos días los termómetros han registrado valores bastante altos, la AEMET no ha emitido hasta este jueves un aviso especial por la influencia de una masa cálida de origen africano

Foto: Una mujer pasea por Madrid protegida con una sombrilla (EFE)
Una mujer pasea por Madrid protegida con una sombrilla (EFE)

Aunque parezca que el tiempo sigue igual, sobre todo en lo que al calor extremo se refiere, algo ha cambiado en la previsión meteorológica de esta semana para que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) alertase desde este martes de la llegada este 30 de julio de la primera ola de calor del verano 2020, que hasta ahora se había caracterizado por un clima de relativa estabilidad que apenas se ha visto afectado en pasadas jornadas por la pequeña DANA, una depresión aislada de aire frío en niveles altos, que se situó encima de la península el pasado 22 de julio y que refrescó en parte el ambiente. A pesar de las tormentas de verano que descargaron en varios puntos de la geografía española, rápidamente las temperaturas volvieron a recuperar posiciones y se registraron valores muy altos en la segunda mitad de la semana del 20 al 26 de julio.

[Las olas de calor aumentarán en frecuencia y duración en el futuro]

"Es bastante poco habitual la persistencia de temperaturas máximas tan elevadas, durante tantos días consecutivos, en el centro y sur peninsular, especialmente en el suroeste", destacó sobre la previsión meteorológica de los últimos días el portavoz de la AEMET Rubén del Campo. A pesar de que en lo que va de época estival se han emitido avisos de riesgo importante por calor al registrarse temperaturas máximas por encima de los 40ºC en algunos puntos del territorio nacional, no ha sido hasta este jueves cuando se ha materializado el aviso especial de la AEMET por una ola de calor, provocada por la influencia de una masa cálida de origen africano que, unida a la fuerte y prolongada insolación propia de estas fechas, dará lugar a una situación diferente de calor extremo que se extenderá al menos hasta el próximo sábado, 1 de agosto, tal y como concreta la AEMET en su sitio web. Para este jueves, trece comunidades han activado la alerta por temperaturas muy altas, entre 40 y 41 grados, o por tormentas, con especial incidencia en el País Vasco, donde hay aviso rojo por intenso calor

Llegados a este punto, toca aclarar cuáles son los elementos necesarios que se tienen que dar para que los expertos en meteorología consideren que las temperaturas máximas que se registran sobrepasan los valores normales típicos de una época estival en España. En este sentido, ¿a qué se llama exactamente ola de calor? Aunque "no existe una definición única y precisa del término", de acuerdo con un estudio publicado por la AEMET en el que se analizan las detectadas en el país desde 1975, se ha llegado a un cierto consenso a la hora de describir estos fenómenos meteorológicos como "episodios de temperaturas anormalmente altas, que se mantienen varios días y afectan a una parte importante de nuestra geografía".

No obstante, la imprecisión del término puede dar lugar a interpretaciones erróneas del mismo al considerarse que unas temperaturas muy altas, que pueden ser relativamente habituales en pleno verano, son valores que sobrepasan el límite de lo normal. Debido también a las propias particularidades de cada territorio y a las distinciones que existen entre regiones por su posición geográfica, se hace imposible establecer un umbral de temperatura más o menos común para las distintas comunidades, ya que en el caso de Sevilla, por ejemplo, hasta un 25% de los días de julio y agosto se superan máximas de 38ºC, por lo que una jornada con termómetros marcando ese valor en la capital andaluza no se puede considerar lo suficientemente calurosa para acogerse al término de ola de calor.

¿Cuándo se alerta de una ola de calor?

Sin embargo, al poder ser esta misma temperatura la máxima absoluta que se ha podido registrar hasta la fecha en otras localidad, se hace necesario establecer un sistema más concreto para valorar si el calor es tan extremo como para formar parte de un episodio de ola de calor, fenómenos que se consideran excepcionales, por lo que en las distintas estaciones que sirven de referencia en España para determinar la previsión meteorológica se han fijado umbrales de temperatura acorde con la zona, que permitan juzgar con criterio si se reúnen las condiciones para alertar de una ola de calor. En este sentido, la AEMET llega a la conclusión de que "se considera 'ola de calor’ un episodio de al menos tres días consecutivos, en que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000", evidenciando con ese percentil —una medida utilizada en estadística que indica, dentro de un conjunto de datos ordenados, el valor por debajo del cual se encuentra un porcentaje de los datos—, el 5% de los días más calidos registrados en esos años. Así, se considera que la temperatura umbral de cada estación es la menor que se haya registrado en esas 93 jornadas, según expone a modo de ejemplo la AEMET.

placeholder Las temperaturas umbrales de cada estación que sirven para determinar olas de calor (AEMET)
Las temperaturas umbrales de cada estación que sirven para determinar olas de calor (AEMET)

Una vez establecida esta metodología, que afecta a 137 estaciones de toda España —que cumplen los requisitos mínimos de "funcionar en la actualidad, tener una serie suficientemente larga para poder calcular sus percentiles y distribuirse uniforme sobre el territorio"—, se localizan para cada estación los 'episodios cálidos' de al menos tres días consecutivos con temperaturas máximas iguales o superiores a la temperatura umbral dentro de un periodo concreto de estudio que va del 1 de junio al 30 de septiembre, ya que fuera de esta temporada es bastante improbable que se presente una ola de calor.

En una segunda etapa, se localizan los 'días cálidos', que se definen como aquellas jornadas en las que al menos el 10% de las estaciones consideradas para calcular este fenómeno meteorológico registran un episodio cálido localizado en la etapa anterior. De esta manera, se considera que una ola de calor es un episodio de tres o más días cálidos y, para medir su intensidad, se tienen en cuenta diferentes factores: las temperaturas alcanzadas durante la misma, la duración y el territorio afectado, considerando que una provincia está viviendo una ola de calor cuando al menos uno de sus observatorios registra un episodio cálido, por lo que no es suficiente que se supere la temperatura umbral de manera puntual. En el caso de las islas Canarias, al utilizarse solamente los datos de seis estaciones, se considera que en el archipiélago se vive una ola de calor cuando al menos dos observatorios experimentan un 'episodio cálido'. Para determinar la magnitud de las temperaturas, se calcula la media de temperaturas máximas de las estaciones que han registrado algún día de 'episodio cálido'. considerándose ese valor la temperatura máxima de la ola.

La última gran ola de calor de la que da cuenta la AEMET en este estudio se produjo en el verano de 2018, cuando 36 provincias se situaron dentro de un 'episodio cálido'. En 2017, se registraron otras cinco olas de calor, siendo la más acusada la que tuvo lugar entre los días 12 y 16 de agosto y que afectó a 14 provincias, donde se registró una temperatura máxima de ola de 41,1ºC, el valor más alto registrado en la serie histórica que se recopila desde 1975.

Aunque parezca que el tiempo sigue igual, sobre todo en lo que al calor extremo se refiere, algo ha cambiado en la previsión meteorológica de esta semana para que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) alertase desde este martes de la llegada este 30 de julio de la primera ola de calor del verano 2020, que hasta ahora se había caracterizado por un clima de relativa estabilidad que apenas se ha visto afectado en pasadas jornadas por la pequeña DANA, una depresión aislada de aire frío en niveles altos, que se situó encima de la península el pasado 22 de julio y que refrescó en parte el ambiente. A pesar de las tormentas de verano que descargaron en varios puntos de la geografía española, rápidamente las temperaturas volvieron a recuperar posiciones y se registraron valores muy altos en la segunda mitad de la semana del 20 al 26 de julio.

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