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Filtros, recirculación y aire acondicionado: el peligro del covid en espacios cerrados
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Cuidado, sobre todo, con la limpieza

Filtros, recirculación y aire acondicionado: el peligro del covid en espacios cerrados

Aprieta el calor y en muchos lugares de España es difícil sobrellevarlo en los locales comerciales, las oficinas o los hogares sin aire acondicionado. ¿Es segura la ventilación artificial?

Foto: Dos hombres sentados en un restaurante. (Reuters)
Dos hombres sentados en un restaurante. (Reuters)
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Aprieta el calor y en muchos lugares de España es difícil sobrellevarlo en los locales comerciales, las oficinas o los hogares sin aire acondicionado. Este aparato es un salvavidas en estos meses, pero ¿qué implicaciones puede tener su uso justo cuando vuelven a crecer de forma significativa los positivos por coronavirus? Los expertos nos aconsejan continuamente el uso de la mascarilla y las actividades al aire libre y con distancia de seguridad para evitar la dispersión de las gotitas que transportan el virus, pero resulta inevitable que parte de nuestras actividades diarias transcurran en interiores. ¿Es segura la ventilación artificial?

Del peligro del aire acondicionado se ha hablado casi desde el principio de la pandemia a raíz de un contagio múltiple que tuvo lugar en febrero en Guangzhou (China). Una familia procedente de Wuhan comió en un restaurante y días más tarde estaban infectadas 10 personas de tres familias distintas que habían coincidido en el mismo local. Un grupo de investigadores estudió el caso y llegó a la conclusión de que el aire acondicionado jugó un papel importante porque la dirección en la que circulaba pudo transmitir las gotas con el virus. Por eso, recomendaron aumentar la distancia entre las mesas y mejorar la ventilación.

Foto: Una calle de Taipei, Taiwán, repleta de aires acondicionados. (Reuters)

Sin embargo, Xavier Querol, investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA, centro del CSIC), explica que en realidad en el episodio del restaurante pudo ocurrir lo contrario de lo que parece: “El aire acondicionado no funcionaba bien”, explica a Teknautas. Mientras que la Sociedad Estadounidense de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE) recomienda que los aparatos suministren entre ocho y diez litros por segundo y por persona, en este local solo salían 0,8 litros. Además, "el resto de la sala no se infectó, solo las mesas que estaban juntas en una esquina".

Así que es posible que la cuestión del aire acondicionado no sea tan relevante como se ha comentado hasta ahora. Sin embargo, el propio Querol fue uno de los 239 expertos que firmó una carta dirigida a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que advertía sobre la transmisión del SARS-CoV-2 a través del aire. El documento, que hizo cambiar la postura del organismo internacional, explicaba que el virus no solo se propaga por contacto directo con las gotas que expulsa una persona infectada, sino que puede mantenerse en el aire en gotitas aún más pequeñas llamadas aerosoles. Por eso, el peligro de que pueda ser desplazado por los aparatos de aire acondicionado existe.

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(Foto: Reuters)

El experto en calidad del aire considera que "hay que tener más cuidado que antes" con respecto a las especificaciones y recomendaciones que ya existían sobre el funcionamiento de los sistemas. Por ejemplo, es importante que hagan circular la cantidad de aire que tienen indicada y sobre todo "que cojan aire del exterior".

El virus no se reproduce en el aparato

Antes de que la OMS cambiase su postura, los expertos de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas) y de la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA) ya habían elaborado un pronunciamiento conjunto para tratar de aclarar las dudas. "La probabilidad de que el virus entre en el sistema de climatización o extracción de aire y se difunda por los conductos es muy baja", aseguraban, "aun así se debería garantizar una renovación suficiente, captando el aire exterior en un lugar apropiado".

Sin embargo, el hecho de que el aparato de aire acondicionado pueda contribuir de alguna manera a mover los aerosoles que transportan el coronavirus no significa que también contribuya a que se reproduzcan las partículas virales. Los autores del documento aseguran que esa preocupación “no tiene ningún sentido”, ya que “el virus no se puede reproducir sin invadir células humanas, por tanto la limpieza de conductos o el cambio de filtros de aire exterior no tienen ningún efecto práctico” y no hay que llevarlos a cabo por otro motivo que no sea el mantenimiento normal de los sistemas.

El Ministerio de Sanidad ha publicado una guía de 17 puntos y el consejo más importante vuelve a ser la renovación del aire en espacios cerrados

Sociedades científicas, fabricantes y autoridades sanitarias han ido elaborando documentos similares para aclarar estas cuestiones y para ofrecer recomendaciones concretas a los usuarios de acuerdo con las evidencias científicas disponibles. El Ministerio de Sanidad ha publicado una guía de 17 puntos con la participación de varias asociaciones empresariales del sector de la climatización y el consejo más importante vuelve a ser la renovación del aire.

¿Por qué todo el mundo insiste en esta cuestión? Los sistemas de aire acondicionado ahorran energía por medio de la recirculación. Al utilizar continuamente el mismo aire interior consumen menos para enfriarlo, puesto que con el paso de los minutos ya ha ido adquiriendo una temperatura similar a la programada. En cambio, si un aparato trata de enfriar el aire caliente que procede del exterior, el gasto energético será muy superior. El problema es que si hay personas contagiadas, teniendo en cuenta que el virus puede permanecer mucho tiempo suspendido, la recirculación podría contribuir a diseminar el virus por toda la estancia.

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(Foto: Reuters)

Entonces, ¿es necesario que el aparato tome todo el aire constantemente del exterior? No, los expertos calculan que renovar una pequeña parte marca una diferencia significativa. "Nosotros lo hemos modelizado numéricamente", comenta Querol, "si tenemos una tienda en la que entran y salen personas continuamente, basta con que un 25% sea aire fresco, que entra del exterior, para reducir un orden de magnitud el riesgo de infección".

Además, "podemos ventilar abriendo las ventanas aunque esté el aire acondicionado puesto", afirma. Lógicamente, en los edificios herméticamente cerrados la renovación solo la puede realizar el aparato, incrementando la factura eléctrica, pero basta con que un cuarto proceda del exterior para que el cambio sea significativo.

Por qué son seguros los aviones

Al margen de la ventilación exterior, habría otra opción con la que no cuentan los aparatos convencionales, pero sí otros sistemas más sofisticados, como los que tienen los aviones. Según explica la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), en la cabina el aire está en permanente circulación, con una mezcla de aire del exterior y del interior purificado mediante los filtros de alta eficiencia (filtros HEPA), que eliminan el 99,9% de las partículas, sean bacterias, hongos o virus del tamaño del SARS-CoV-2.

El aire del transporte aéreo se renueva cada tres minutos y fluye de arriba abajo. Así se evita la circulación horizontal, de atrás hacia delante o viceversa, y por lo tanto hay menos posibilidades de que las gotitas que exhala un pasajero puedan llegar hasta otro. Por eso, la Comisión Europea ha optado por no obligar a que las compañías aéreas establezcan distancias de seguridad siempre que se use mascarilla. Un vuelo Madrid-Lanzarote en el que viajó un pasajero contagiado causó un gran revuelo hace unas semanas, pero tanto los tripulantes como el resto de los pasajeros dieron negativo en las pruebas posteriores, lo que según ALA sería la prueba de que las medidas funcionan y los vuelos son seguros.

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(Foto: EFE)

Fuera de la aviación comercial, se pueden encontrar filtros HEPA en quirófanos o laboratorios —las salas blancas que requieren bajos niveles de contaminación—, pero son raros en otros contextos, aunque existen empresas que los instalan. Querol conoce el caso de algún establecimiento comercial e incluso de vecinos de clubes de fumadores de marihuana que se los han instalado. "También se pueden encontrar en China porque tienen mucha contaminación", apunta.

La guía del Ministerio solo aconseja estos filtros de alta eficiencia en el caso de "locales con dificultades para obtener una ventilación satisfactoria", donde podrían instalarse unidades portátiles equipadas con este tipo de filtración de acuerdo con la norma UNE1822. En opinión del experto del CSIC, en la inmensa mayoría de los casos no son necesarios y, además, no deben dar lugar a confusión: "No evitan el uso de la mascarilla, porque aunque filtraras todo el aire, si no respetas la distancia de seguridad y estás infectado, puedes diseminar gotitas e infectar a otras personas", comenta.

Aconseja filtros HEPA en el caso de "locales con dificultades para obtener ventilación satisfactoria"

El resto de los filtros "no influyen" en lo referente al coronavirus y únicamente hay que tener en cuenta reemplazarlos dentro del mantenimiento normal que requieran los equipos. No obstante, si cambiamos el filtro, habría que hacerlo con "protección respiratoria obligatoria y guantes", apunta la guía, y asegurarse de que se mantiene el caudal de aire habitual. El Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios aconseja que ese caudal sea de 12,5 litros de aire por segundo y ocupante y, si no se cumple esta recomendación, hay dos maneras de actuar: aumentar la ventilación o reducir la ocupación de los espacios.

Tanto las recomendaciones españolas como las que recoge Eurovent, la industria de la climatización europea, hablan también de otros aspectos más particulares en función del tipo de local. Por ejemplo, si existe una zona de aseos o vestuarios con un sistema de extracción propio, es aconsejable mantenerlo en funcionamiento de forma permanente, incluso cuando cierran las instalaciones. Por el contrario, cuando no lo hay, habría que evitar que el aire de estas zonas pase al resto del edificio, ya que podría "facilitar la contaminación por vía fecal-oral".

Aprieta el calor y en muchos lugares de España es difícil sobrellevarlo en los locales comerciales, las oficinas o los hogares sin aire acondicionado. Este aparato es un salvavidas en estos meses, pero ¿qué implicaciones puede tener su uso justo cuando vuelven a crecer de forma significativa los positivos por coronavirus? Los expertos nos aconsejan continuamente el uso de la mascarilla y las actividades al aire libre y con distancia de seguridad para evitar la dispersión de las gotitas que transportan el virus, pero resulta inevitable que parte de nuestras actividades diarias transcurran en interiores. ¿Es segura la ventilación artificial?

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