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El calendario de las lluvias de estrellas: cómo ver las Delta Acuáridas y las Perseidas
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Eventos astronómicos del verano

El calendario de las lluvias de estrellas: cómo ver las Delta Acuáridas y las Perseidas

La luna llena opacará las Delta Acuáridas, el aperitivo de las conocidas como lágrimas de San Lorenzo, para las que el cielo sí tiene reservadas unas condiciones inmejorables

Foto: Una mujer observa las Perseidas desde una hamaca. (Reuters)
Una mujer observa las Perseidas desde una hamaca. (Reuters)

El verano llegó de la mano de un eclipse solar que únicamente pudo verse en África Central, la Península Arábiga, Pakistán, India y China. El impresionante anillo de fuego del pasado 20 de junio no se observó desde Península, pero los amantes de la astronomía españoles tienen muchas más oportunidades para deleitarse con el cielo estival, especialmente dos (mal llamadas) lluvias de estrellas: las Delta Acuáridas y las Perseidas, popularmente conocidas como lágrimas de San Lorenzo.

La primera lluvia de meteoros —es lo que son en realidad aunque se les llame estrellas fugaces— será menos aprovechable. Las Delta Acuáridas pueden divisarse con atención desde el 12 de julio, pero su momento de mayor actividad llegará el próximo 30 de julio, dos días después de la luna llena, lo cual opacará en cierta medida los 25 meteoros por hora que surcarán el firmamento. Como el nombre del fenómeno indica, parecen irradiar de la constelación de Acuario, por lo que habrá que dirigir la vista hacia la parte baja del horizonte meridional. Desde el hemisferio sur se verán mejor, al situarse en el punto más alto.

Foto: Lluvia de estrellas vista desde Suiza. (EFE)

Sí que será una ocasión inmejorable para observar las Perseidas, pues comenzaron a verse el 17 de julio y llegarán a su punto álgido el 12 de agosto, mientras la Luna se encuentra en fase menguante. Los entornos rurales, las zonas de montaña y los parajes alejados de la contaminación lumínica propia de las grandes urbes serán los lugares perfectos para acampar y mirar hacia la constelación de Perseo, de donde surgirán 100 meteoros por hora, según los cálculos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).

Última oportunidad para 'cazar' un cometa

No serán los únicos grandes eventos astronómicos del verano. Durante todo el mes de julio puede 'cazarse' el cometa Neowise, que se mantuvo visible a simple vista hasta el pasado 15 de julio y que aún se puede contemplar con la ayuda de lentes de aumento. Al principio se dejó ver poco antes del amanecer, pero desde mediados de mes puede observarse al anochecer enfocando la mirada hacia el nordeste.

placeholder El cometa Neowise sobrevuela Hungría. (EFE)
El cometa Neowise sobrevuela Hungría. (EFE)

Además, si se dispone de grandes prismáticos o un pequeño telescopio, dotados de un filtro adecuado, a lo largo de todo el verano se puede observar el relieve de la Luna. Conviene hacerlo con regularidad, noche tras noche, pues según varíe su orientación el satélite destacarán nuevos accidentes orográficos. La primera luna llena de la estación tuvo lugar el pasado 5 de julio, pero habrá otras dos: el 3 de agosto y el 2 de septiembre.

Foto: Muestra de la sustancia gelatinosa. Foto: CNSA

Respecto a los planetas que dominarán el verano, en las primeras horas del día será fácil contemplar Venus y Marte, mientras que Júpiter y Saturno brillarán casi toda la noche al principio del estío, pasando a ser visibles únicamente al anochecer a mediados del mes de julio. Durante esta época del año, la atención también se dirigirá hacia la espectacular franja blanquecina que forma la Vía Láctea.

Las agrupaciones ficticias de astros, conocidas como constelaciones, son siempre una apuesta segura. Nada más caer la noche, comienzan a aparecer las estrellas más brillantes y es fácil identificar el tridente formado por Altair, de la constelación del Águila; Deneb, de la constelación del Cisne; y Vega, de la constelación de la Lira. Es el denominado triángulo de verano. Alrededor de la estrella Polar, se verán a lo largo de la noche las constelaciones de Casiopea, Cefeo, el Cisne, el Dragón y las dos Osas. También serán visibles de este a oeste, Pegaso, el Águila, la Coronal Boreal y la Cabellera de Berenice. Cerca del horizonte se podrán observar a lo largo de la noche algunas de las constelaciones zodiacales, de la Virgen a Acuario, esta última ya casi al amanecer.

Cuando la noche es más oscura por haber luna nueva, se puede intentar ver nebulosas de emisión como el complejo de nebulosas de Orión (Messier 42 y 43), el grupo de las estrellas Pléyades y el resto de supernova conocido como la nebulosa del Cangrejo (Messier 1). Con prismáticos también se pueden ver las lunas más brillantes de Júpiter y se puede hacer un recorrido por la franja estrellada que constituye la Vía Láctea.

El verano llegó de la mano de un eclipse solar que únicamente pudo verse en África Central, la Península Arábiga, Pakistán, India y China. El impresionante anillo de fuego del pasado 20 de junio no se observó desde Península, pero los amantes de la astronomía españoles tienen muchas más oportunidades para deleitarse con el cielo estival, especialmente dos (mal llamadas) lluvias de estrellas: las Delta Acuáridas y las Perseidas, popularmente conocidas como lágrimas de San Lorenzo.

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