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Cómo ver el cometa NEOWISE (antes de que deje de brillar): el horario depende del lugar
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no se ve a simple vista

Cómo ver el cometa NEOWISE (antes de que deje de brillar): el horario depende del lugar

Para poder ver el NEOWISE durante la segunda quincena de julio es necesario usar prismáticos, pero sobre todo buscar el momento oportuno para 'cazarlo', y éste depende de la provincia

Foto: El cometa NEOWISE, visto en el cielo de Palma (EFE)
El cometa NEOWISE, visto en el cielo de Palma (EFE)

No hay nada como las noches de verano para poder disfrutar del cielo. A principios de julio, los observadores más experimentados pudieron percibir un eclipse penumbral de Luna pero existen muchos otros eventos astronómicos que, a simple vista o con pequeñas ayudas, son visibles incluso para los ojos inexpertos. Es el caso, por ejemplo, del cometa NEOWISE, cuyo nombre completo es C/2020 F3 NEOWISE, que puede verse también desde principios de julio en todo el hemisferio norte. Hasta el día 15 de este mismo mes, se mantuvo visible a simple vista a magnitud 2, y hasta finales de julio se puede observar en todo el mundo, a magnitud 4, y en la mayoría de los casos con ayuda de unos prismáticos.

Para poder verlo, desde el Real Observatorio de Madrid del Instituto Geográfico Nacional recomiendan trasladarse a un lugar con poca contaminación lumínica, y alejado de cualquier obstáculo que dificulte la visión. Durante la semana que va hasta el 23 de julio, si al anochecer se mira hacia el este se puede ver salir por el horizonte a Júpiter y Saturno, "muy brillantes". Pero para poder ver al NEOWISE habrá que dirigir los prismáticos hacia el noroeste: el cometa sigue subiendo, aunque "desgraciadamente está perdiendo brillo rápidamente". La cuestión es la hora a la que se puede percibir: desde el Observatorio recomiendan buscarlo "una hora después de que se ponga el sol", sin embargo hay que recordar que ésta depende de la provincia en la que uno se encuentre.

El cometa C/2020 F3, descubierto este mismo 2020 por el telescopio NEOWISE, se acercó a menos de 2º del Sol entre el 22 y 28 de junio entrando dentro del campo de la cámara LASCO-C3 del telescopio espacial SOHO, lo que permitió, tal y como recogen desde Cometografia.es, que dese la Tierra se pudiese observar cómo este se acercaba al perihelio generando lo que sería una cola de polvo y una cola iónica que facilitó a los científicos la medición de su brillo. Además, durante los días que lo observaron, los astrónomos descubrieron que el NEOWISE había aumentado su magnitud desde 3 hasta 2 confirmando que se mantenía dentro de la misma curva de luz prevista.

δ Acuáridas y Perseidas

El cometa NEOWISE no es el único fenómeno astronómico que puede verse este mes de julio. Coincidiendo con los últimos días de visibilidad a simple vista del C/2020 F3 llegó la lluvia de meteoros δ Acuáridas, que este año empezaron a poder observarse en la noche del 12 de julio para llegar a su máximo el 29 de julio. Sin embargo, debido a la Luna, 2020 no es un gran año para su observación, pues el momento de máxima frecuencia de estas Acuáridas coincidirá con la Luna casi en plenilunio y esto les restará visibilidad.

Un poco más tarde, desde este mismo 17 de julio es también el turno de las Perseidas, la lluvia de estrellas más esperada del año. Al contrario que con las δ Acuáridas 2020 es un gran año para su observación al llegar su máximo el 12 de agosto coincidiendo con la Luna en fase menguante.

No hay nada como las noches de verano para poder disfrutar del cielo. A principios de julio, los observadores más experimentados pudieron percibir un eclipse penumbral de Luna pero existen muchos otros eventos astronómicos que, a simple vista o con pequeñas ayudas, son visibles incluso para los ojos inexpertos. Es el caso, por ejemplo, del cometa NEOWISE, cuyo nombre completo es C/2020 F3 NEOWISE, que puede verse también desde principios de julio en todo el hemisferio norte. Hasta el día 15 de este mismo mes, se mantuvo visible a simple vista a magnitud 2, y hasta finales de julio se puede observar en todo el mundo, a magnitud 4, y en la mayoría de los casos con ayuda de unos prismáticos.

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