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El fallo garrafal en el reparto de mascarillas: por qué darlas así puede ser hasta perjudicial
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Hay que manipularlas con sumo cuidado

El fallo garrafal en el reparto de mascarillas: por qué darlas así puede ser hasta perjudicial

Hoy, en estaciones del metro y autobús, miles de policías y miembros de otros cuerpos de seguridad del Estado han repartido miles de mascarillas. ¿El problema? La forma de hacerlo

Foto: Foto: EFE.
Foto: EFE.

Ha sido una de las imágenes de este lunes, de vuelta al trabajo para miles de ciudadanos tras el parón por el coronavirus. El Gobierno había anunciado que repartiría millones de mascarillas para todo trabajador que tuviese que coger el transporte público este lunes, y, así, hemos podido ver a policías, miembros de protección civil y de otros cuerpos del Estado repartiendo durante horas mascarillas higiénicas a todo tipo de usuarios para intentar frenar el contagio. Hasta ahí todo correcto, el problema está en un detalle que quizá muchos no han visto: el cómo han repartido estas mascarillas.

Uso eficaz de las mascarillas quirúrgicas

Miles de fotos y vídeos del momento del reparto circulan por televisiones, medios de comunicación y redes sociales y, además de la imagen de los uniformados dando esta prenda a miles de ciudadanos, hay otro punto que tienen muchos en común y es que se manipula de forma errónea el producto. Así, si nos fijamos, tanto numerosos usuarios como policías entregan y reciben la mascarilla de forma errónea exponiéndose al contagio y a que lo que iba a ser un freno para el virus acabe siendo todo lo contrario. También es cierto que la mascarilla no viene precintada de la forma más recomendable.

Foto: Mascarillas a dos euros en una tienda de Berlín. (EPA)
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Como destacan en sus redes sociales expertos como la farmacéutica Marián García, conocida como Boticaria García, el uso de estas mascarillas no sirve de nada si al repartirlas o recogerlas tanto el usuario que se la vaya a poner o como la persona que se la reparte cogen la mascarilla por el centro o por una de las zonas cercanas a la nariz o la boca. Cualquiera de las dos personas puede haber tocado antes una superficie contaminada y lo que era una ayuda para evitar el contagio acaba por facilitar el mismo. "Los guantes son tus manos. No te protegen a ti y no protegen al resto si no aplicas las medidas de prevención", explicaba García en su cuenta de Twitter.

No ocurre en todos los casos, como se ve en las fotos enlazadas justo encima de este párrafo, pero incluso en algunos de los vídeos difundidos por el Ministerio de Sanidad se ve el fallo. Tanto la persona que entrega como quien la recibe coloca sus dedos encima de la superficie que va a ir adherida al rostro, por lo que pierde su función o, lo que es peor, es perjudicial.

Cómo se deben entregar y colocar

Ya se ha mostrado cómo no repartir y coger una mascarilla, pero, siendo en el metro o en una parada de autobús y sabiendo que no tienen plásticos individualizados y no filtran todas las partículas, ¿hay forma de repartirlas y usarlas correctamente? La respuesta es sí, y algunos expertos han hecho incluso guías de uso para la ocasión. Sin ir más lejos, muchos policías y otras personas encargadas del reparto lo han hecho correctamente. Eso sí, hay que tener mucho cuidado para evitar cualquier problema y acabar con su efecto.

placeholder Este miembro de Protección Civil entrega correctamente una mascarila. (Foto: EFE)
Este miembro de Protección Civil entrega correctamente una mascarila. (Foto: EFE)

Como explica la también farmacéutica Gemma del Caño en un vídeo publicado en su cuenta de Twitter, la clave para repartir las mascarillas y colocarse de forma correcta pasa por coger con las manos solo los hilos que sujetan la mascarilla a las orejas y, a poder ser, con guantes recién estrenados o manos lavadas. Esos hilos están lejos de boca y nariz y así evitamos la contaminación de la zona peligrosa. Una vez colocada (la parte blanca siempre hacia nuestra cara y la azul hacia fuera), aguantar el tiempo que sea necesario (podemos ajustárnosla un poco más a la cara usando los bordes superior o inferior) y al retirarla seguir el mismo proceso. Lavado de manos y retirar la mascarilla por la parte de las orejas.

De no hacerlo así, su uso puede ser incluso perjudicial, al igual que el de los guantes. Es por eso que todas las autoridades piden especial precaución con estos productos, pues pueden dar una falsa sensación de seguridad que en vez de frenar el problema lo aceleren, provocando que los contagios aumenten.

Ha sido una de las imágenes de este lunes, de vuelta al trabajo para miles de ciudadanos tras el parón por el coronavirus. El Gobierno había anunciado que repartiría millones de mascarillas para todo trabajador que tuviese que coger el transporte público este lunes, y, así, hemos podido ver a policías, miembros de protección civil y de otros cuerpos del Estado repartiendo durante horas mascarillas higiénicas a todo tipo de usuarios para intentar frenar el contagio. Hasta ahí todo correcto, el problema está en un detalle que quizá muchos no han visto: el cómo han repartido estas mascarillas.

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