China contiene la respiración: infectados de COVID-19 ya curados vuelven a dar positivo
El 14% de los pacientes que reciben el alta en la provincia china de Guangdong han vuelto a dar positivo, muestra de que es posible ser portador una vez vencido el coronavirus
Justo cuando China había logrado sacudirse de encima el brote de coronavirus (las nuevas infecciones fuera de China ya superan las de dentro), al país le ha surgido un nuevo frente que mantiene en vilo a los epidemiólogos. Las estadísticas lo corroboran: el 14% de quienes se han recuperado de la infección en la provincia sureña de Guangdong continúa dando positivo en los test del virus. "Todavía sabemos muy poco sobre el comportamiento del coronavirus. Ha demostrado que tiene una gran capacidad infecciosa, incluso entre quienes no presentan síntomas, y cualquier mutación podría elevar su mortalidad, que, afortunadamente, es relativamente baja. Por eso hay que ir con pies de plomo", advierte a este diario un médico del hospital de Ruijin en Shanghái, uno de los más prestigiosos de la ciudad, que pide mantenerse en el anonimato porque no tiene permiso para hablar con la prensa.
"Generalmente, cuando alguien contrae un virus como la influenza que provoca la gripe, genera anticuerpos, unas proteínas del sistema inmunológico que lo neutralizan y acaban con él. A partir de ese momento, el paciente ya no es contagioso y retiene en el plasma esos anticuerpos que le protegen frente a futuras exposiciones al virus, siempre que sea de la misma cepa. Sin embargo, con el SARS-CoV-2 (el nombre del virus) vemos que, a pesar de que no se ha registrado ninguna mutación, un porcentaje relevante de pacientes que han logrado curarse de la enfermedad infecciosa (Covid-19) continúa dando positivo en los kits que detectan el virus".
Pese a esta situación, el sanitario remarca que "China está demostrando gran responsabilidad en la gestión de esta crisis sanitaria con la implementación de medidas drásticas que afectan a la economía, pero que se están mostrando muy efectivas para detener la propagación de la epidemia". Esto está resultando en un notable descenso en el número de nuevos casos registrados desde hace dos semanas. "Personalmente, creo que la provincia de Hubei —epicentro de la infección— ha hecho lo correcto a la hora de decretar una cuarentena adicional de 14 días para los pacientes que han recibido ya el alta médica".
A ese respecto, el caso reciente de un hombre y de su hija pequeña ha sobresaltado a China. Según ha informado la prensa estatal del gigante asiático, él fue el primer contagio confirmado de la localidad de Xuzhou, en la provincia oriental de Jiangsu, y recibió el alta médica después de que dejase de mostrar síntomas de la enfermedad Covid-19. Lo mismo sucedió con la hija. No obstante, los dos han vuelto a ser hospitalizados y han dado positivo de nuevo en las pruebas realizadas. "Cabe la posibilidad de que se les diese el alta demasiado pronto, o de que los test utilizados no hayan sido demasiado fiables", apunta el médico de Ruijin.
No obstante, ha sucedido lo mismo en Japón, donde las clases quedarán canceladas desde el próximo lunes y, posiblemente, hasta finales de marzo. En el país del Sol Naciente, una mujer de unos 40 años que trabaja de guía de viajes, se infectó en la ciudad de Osaka a finales de enero y, aparentemente, venció al virus el 1 de febrero. Desafortunadamente, el pasado miércoles volvió al hospital con dolor en el pecho y en la garganta, y el Gobierno ha reconocido que, o bien se le dio el alta cuando aún no estaba curada, o se ha vuelto a infectar, porque ha dado positivo de nuevo.
"Una vez que el paciente se ha infectado, el virus podría permanecer latente o con síntomas mínimos. Luego esos se podrían exacerbar si ataca a los pulmones", explicó a Reuters Philip Tierno Jr., profesor de microbiología y patología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York. "No sé si no se trata de un proceso bifásico, como el ántrax", añadió en una analogía que ha puesto los pelos de punta a más de uno. Si eso fuese así, el SARS-CoV-2 podría aparentar haber sido derrotado y regresar de nuevo luego, incluso con más virulencia.
La gran incógnita es si estos pacientes que vuelven a dar positivo después de haberse curado son contagiosos o no. Guo Yanhong, de la Comisión Nacional de Sanidad en China, ha afirmado hoy en una rueda de prensa que no es el caso. Eso supone un alivio, pero Guo también ha remarcado que es vital continuar monitorizando a los pacientes recuperados para llegar a conclusiones determinantes. Otros especialistas, como Florian Krammer, profesor del departamento de microbiología de la Icahn School of Medicine en Nueva York, señalan que el escenario más posible es que los pacientes que han vuelto a dar positivo no sean capaces de infectar a otras personas. "Por ejemplo, el RNA del sarampión se puede encontrar meses después en el organismo de pacientes [curados], mucho después de que se haya detenido su componente infeccioso".
THREAD/1: We saw now several reports of reinfection and I wanted to talk a little about that. While immunity induced by SARS-CoV-1, MERS-CoV and human CoVs is not very long lived, an immune response is typically induced and antibodies persist for 1-3 years.
— Florian Krammer (@florian_krammer) February 28, 2020
De momento, casi todo son conjeturas, y eso es lo que preocupa. En lo único que coinciden los expertos es en recalcar que el problema, y una de las principales diferencias con la gripe común, se encuentra en lo poco que se conoce al virus. Por ejemplo, el pasado jueves se puso en cuarentena al perro de un paciente infectado en Hong Kong porque las muestras nasales y orales del animal dieron un 'positivo débil'. Eso podría significar simplemente que estuvo en contacto con el coronavirus de su amo —contaminación ambiental—, pero también que podría haberse infectado.
De eso último no existe evidencia previa, pero en algunas localidades chinas se ha sacrificado a un buen número de animales domésticos por miedo a que fuesen portadores del coronavirus. Y, por miedo también, Hong Kong acaba de declarar que las mascotas de todos los infectados sigan los pasos del perro y sean puestas en cuarentena. En la China continental, de momento, la única recomendación que ha dado Chen Rui, zoólogo de la Academia de las Ciencias del país, es que no se paseen mascotas en las calles de las zonas más afectadas por la epidemia.
Mientras tanto, los médicos continúan examinando a conciencia los cadáveres de los fallecidos para entender también cuál es el daño que causa el Covid-19. Una investigación forense liderada por Liu Liang, de la Universidad de Ciencia y Tecnología Huazhong, ha concluido que los cambios patológicos que provoca el SARS-CoV-2 en los pulmones son muy similares a los del SARS y el MERS, e incluyen una inflamación que afecta a los alveolos, pero que la fibrosis resultante no es tan severa.
Justo cuando China había logrado sacudirse de encima el brote de coronavirus (las nuevas infecciones fuera de China ya superan las de dentro), al país le ha surgido un nuevo frente que mantiene en vilo a los epidemiólogos. Las estadísticas lo corroboran: el 14% de quienes se han recuperado de la infección en la provincia sureña de Guangdong continúa dando positivo en los test del virus. "Todavía sabemos muy poco sobre el comportamiento del coronavirus. Ha demostrado que tiene una gran capacidad infecciosa, incluso entre quienes no presentan síntomas, y cualquier mutación podría elevar su mortalidad, que, afortunadamente, es relativamente baja. Por eso hay que ir con pies de plomo", advierte a este diario un médico del hospital de Ruijin en Shanghái, uno de los más prestigiosos de la ciudad, que pide mantenerse en el anonimato porque no tiene permiso para hablar con la prensa.
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