Un avión bate el récord de velocidad entre Nueva York y Londres por una tormenta

La distancia entre Londres y Nueva York es de poco más de 5.700 kilómetros. Eso significa que, en condiciones normales, un avión tarda unas seis horas y cuarto en cumplir el trayecto entre ambas ciudades. Sin embargo, la presencia de la tormenta Ciara ha provocado que un vuelo de Bristish Airways haya rebajado ese tiempo en más de una hora y media.

Tal y como anuncia Flightradar 24 a través de su cuenta de Twitter, un Boeing 747 tardó cuatro horas y 56 minutos en completar el trayecto durante la noche del sábado al domingo. El avión habría aprovechado los vientos de la tormenta Ciara, que se dirigía hacia el Reino Unido, para alcanzar una velocidad de hasta 1.327 kilómetros por hora.

Se trata del trayecto más rápido realizado nunca entre aviones que no superan la velocidad del sonido y rompe ampliamente el anterior registro, que estaba en poder de un avión de la compañía Norwegian desde enero de 2018. Aquel vuelo tardó cinco horas y 13 minutos, casi veinte minutos más que lo logrado este pasado fin de semana.

Seguridad y rapidez

Un portavoz de British Airways ha explicado a la CNN que "siempre priorizamos la seguridad sobre los récords de velocidad, pero nuestros capacitados pilotos aprovecharon al máximo las condiciones para que los clientes regresaran a Londres con mucha anticipación". El vuelo tomó tierra en Heathrow hora y media antes de lo que estaba previsto.

Un Boeing 747 tardó cuatro horas y 56 minutos en completar el trayecto, alcanzando una velocidad de hasta 1.327 kilómetros por hora

No fue el único vuelo que se aprovechó de las circunstancias meteorológicas que había en la noche del sábado: un Airbus A350 de Virgin que aterrizó en Heathrow momentos después de que lo hiciera el de British solo tardó un minuto más que el que ha logrado el récord. Y otro avión de Virgin, que también tomó tierra esa misma noche, tardó tres minutos más. En todos los casos, superaron ampliamente el registro anterior.

Aunque el avión de British llegó a alcanzar los 1.327 kilómetros por hora, no superó la velocidad del sonido, que es de 1.234 km/h. Eso es debido a que el avión era empujado por el aire de la tormenta, pero volaba mucho más lento que la velocidad del sonido en relación con el aire a su alrededor.