El pangolín, una rareza en vías de extinción codiciado por sus escamas y carne (300€/kg)
Sus escamas, que recubren su cuerpo formando una coraza defensiva, son utilizados por los curanderos asiáticos para tratar enfermedades como el asma, el reuma y la artritis
A pesar de ser desconocida por muchos, el pangolín es la especie con la que más se trafica ilegalmente del mundo. En la última década, más de un millón de ellos han sido comercializadas por parte de mafias, según denuncia WWF, lo que ha colocado a estos pequeños animales cerca de la extinción.
En algunos países asiáticos —especialmente en China y Vietnam— son vendidos ya que su carne se considera un manjar. Comerla es símbolo de riqueza y éxito. Los adinerados ejecutivos suelen encargar, para cenas de negocios, un ejemplar vivo —por el que se pueden pagar hasta 1.000 dólares— para que sea sacrificado en su presencia y la de sus socios antes de ser cocinado. Su carne llega a alcalzar los 300 euros por kilo.
Y sus escamas, que recubren su cuerpo formando una coraza defensiva, también son utilizados por los curanderos tradicionales para tratar enfermedades como el asma, el reuma y la artritis. Están formadas por queratina, una proteína que, a su vez, también da forma a las pezuñas de las reses, los cuernos de los rinocerontes o las uñas humanas y que no tiene ningún potencial curativo.
Este viernes, un grupo de investigadores de la Universidad Agrícola del Sur de China (SCAU) ha determinado que estos mamíferos similares a los armadillos han podido ejercer como "huéspedes intermediarios" del coronavirus de Wuhan, una infección que ya ha superado las 630 muertes y los 31.600 casos confirmados.
Aunque, según informa la ONG, donde está repuntando la caza furtiva de pangolines en es África, donde también se encuentran varias variedades de pangolín. Dos de ellas han sido catalogadas como "en peligro crítico" por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza. El resto están "amenazadas".
Precisamente de Camerún provenía un barco cuyo cargamento —4.000 kilos de escamas— fue requisado en 2016 por las autoridades del puerto de Hong Kong (China). Se calcula que su valor en el mercado negro hubiera rondado los 9,8 millones de dólares (casi 9 millones de euros).
Ese mismo año, más de 180 países firmaban el Convenio CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas), que vetaba la venta de todas las variedades de pangolín. China se "adhirió" al tratado, lo que tiene los mismos efectos jurídicos que la ratificación. Sin embargo, esta normativa no ha frenado el tráfico ilegal. En 2017 se requisaron 47 toneladas de escamas con destino China. A principios de 2019, Singapur se incautó, en un único envío, de más de 12 toneladas.
A pesar de ser desconocida por muchos, el pangolín es la especie con la que más se trafica ilegalmente del mundo. En la última década, más de un millón de ellos han sido comercializadas por parte de mafias, según denuncia WWF, lo que ha colocado a estos pequeños animales cerca de la extinción.