Reducir la velocidad de los barcos, clave contra el cambio climático
Un estudio sostiene que se rebajarían las emisiones, la contaminación acústica y la posibilidad de colisión con ballenas
Un nuevo estudio en materia medioambiental sugiere que la reducción de la velocidad de los barcos haría descender de manera importante los daños que el transporte marítimo está causando a la salud humana, la naturaleza y el clima.
Según esta investigación, desarrollada por las ONGs Seas at Risk y Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, una disminución del 20% de la velocidad del transporte marítimo reduciría los gases de efecto invernadero, pero también frenaría los contaminantes que dañan la salud humana, como el carbono negro y los óxidos de nitrógeno.
Al mismo tiempo, con esos nuevos límites de velocidad, se reduciría la contaminación acústica submarina en un 66% y la posibilidad de colisión con ballenas se aminoraría en un 78%.
Lo que emite Alemania
Los barcos, de todo tipo y tamaño, transportan alrededor del 80% de las mercancías del mundo por volumen. Sin embargo, también son responsables de una parte significativa de las emisiones mundiales que provocan el efecto invernadero a causa de la quema de combustible. Según los expertos, la cantidad de emisiones globales es de un 3% o, lo que es lo mismo, similar a lo que emite Alemania.
"Conseguiríamos una victoria desde el punto de vista climático y desde el punto de vista de la salud humana"
El informe sostiene que reducir la velocidad de los buques en un 20% lograría bajar las emisiones de óxidos de azufre y nitrógeno en alrededor del 24 % y también se producirían reducciones significativas en las emisiones de carbono negro, partículas negras diminutas contenidas en el humo de los escapes de los barcos. Estas partículas colaboran de manera importante en el calentamiento climático en la región ártica, ya que cuando los barcos queman combustible en esa zona, las partículas caen sobre la nieve, y restringen su capacidad de reflejar la luz solar, lo que acelera el calentamiento en la región ártica.
"Conseguiríamos una victoria desde el punto de vista climático, conseguiríamos una victoria desde el punto de vista de la salud humana, conseguiríamos una victoria para la naturaleza marina, conseguiríamos una ganancia de seguridad potencial, y, hasta cierto punto, conseguiríamos ahorrar dinero a la industria naviera", ha declarado John Maggs, de Seas at Risk.
Aunque el transporte marítimo no estaba cubierto por el acuerdo climático de París, el año pasado la industria acordó reducir las emisiones en un 50% para 2050 en comparación con los niveles de 2008. Al mismo tiempo, los negociadores de la ONU se reunirán esta semana en Londres para considerar propuestas para frenar las velocidades marítimas.
Los expertos creen que a medio y largo plazo, la industria usará combustibles alternativos, pero hay una presión considerable, incluso de muchos países y compañías navieras, para tomar medidas eficaces a corto plazo para reducir las emisiones.
Un nuevo estudio en materia medioambiental sugiere que la reducción de la velocidad de los barcos haría descender de manera importante los daños que el transporte marítimo está causando a la salud humana, la naturaleza y el clima.