Descubren agujeros negros de menor tamaño del habitual
En el censo de agujeros negros que se está haciendo en la Via Láctea podría faltar un nuevo tipo que no se había tenido en cuenta
Un estudio publicado por la revista Science señala que es posible que haya una nueva clase de agujeros negros más pequeños que los existentes en nuestra galaxia y que, hasta la fecha, eran desconocidos.
Este estudio, desarrollado por la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos), sostiene que en el censo de agujeros negros que se está haciendo en la Via Lactea podría faltar un nuevo tipo que no se había tenido en cuenta.
"Estamos mostrando esta pista de que hay otra población por ahí que todavía no hemos sondeado realmente en la búsqueda de agujeros negros", ha explicado Todd Thompson, profesor de Astronomía de la Universidad Estatal de Ohio y autor principal del estudio.
Información vital
"Estamos tratando de entender las explosiones de supernovas, cómo explotan las estrellas negras supermasivas, cómo se formaron los elementos en estrellas supermasivas. Así que si pudiéramos revelar una nueva población de agujeros negros, nos diría más acerca de qué estrellas explotan, cuáles no, cuáles forman agujeros negros, cuáles forman estrellas de neutrones. Se abriría una nueva área de estudio", ha aclarado Thompson.
"Hay otra población por ahí que todavía no hemos sondeado realmente en la búsqueda de agujeros negros"
Thompson pone un ejemplo. "Imagínese un censo de una ciudad que sólo cuenta a las personas de más de 1,75 metros e imagine que los participantes del censo ni siquiera sabían que la gente más baja de 1,75 metros existía. Los datos de ese censo serían incompletos, proporcionando una imagen inexacta de la población. Eso es esencialmente lo que ha estado sucediendo en la búsqueda de agujeros negros".
Durante años, los agujeros negros conocidos poseían, aproximadamente, entre cinco y 15 veces la masa del Sol. Por su parte, las estrellas de neutrones son 2,1 veces la masa del astro rey, ya que si estuvieran por encima de 2,5 veces la masa de este colapsarían en un agujero negro.
Pero en el verano de 2017, el estudio LIGO, del Observatorio de ondas gravitacionales del interferómetro láser, detectó dos agujeros negros fusionándose en una galaxia a unos 1,8 millones de años luz de distancia. Uno de esos agujeros negros era aproximadamente 31 veces la masa del Sol, mientras que el otro era unas 25 veces más.
Esto dio la razón a Thompson y otros científicos, que habían sospechado durante mucho tiempo que los agujeros negros podrían tener tamaños fuera del rango conocido. Una vez demostrada la existencia de agujeros negros más grandes de lo que se pensaba, quedaba una ventana de tamaño entre las estrellas de neutrones más grandes y los agujeros negros más pequeños.
Cuestión de tamaño
Thompson y otros científicos, tomando datos de APOGEE, el Experimento de Evolución Galáctica del Observatorio Apache Point, descubrieron una estrella roja gigante que parecía estar orbitando algo, pero ese algo, según sus cálculos, era probablemente mucho más pequeño que los agujeros negros conocidos en la Vía Láctea, pero mucho más grande que la mayoría de las estrellas de neutrones conocidas.
Analizando los datos, se dieron cuenta de que habían encontrado un agujero negro de baja masa, probablemente unas 3,3 veces la masa del Sol. "Hemos encontrado una nueva forma de buscar agujeros negros, pero también hemos identificado potencialmente uno de los primeros de una nueva clase de agujeros negros de baja masa que los astrónomos no conocían anteriormente"