La NASA se plantea oficialmente llevar turistas a la Luna: buscan aterrizadores
Piden diseños a la industria aeroespacial privada para completar el programa Artemisa, en el que también está incluido la construcción de una estación espacial en la órbita lunar
El programa Artemisa quiere llevar al hombre de nuevo a la Luna antes de cinco años: el objetivo es que, en el año 2024, un astronauta (la idea es que sea la primera mujer) pueda volver a poner el pie en el suelo lunar, más de cuatro décadas después de que se consiguiera por última vez en 1972. Pero el objetivo ahora es mucho más ambicioso: quieren crear toda una industria alrededor de la Luna.
Todo pasa por la construcción de una estación espacial que se llamará Gateway y que estará ubicada en la órbita de la Luna: comenzará a construirse en 2022 y en dos años debería estar completada. A esa estación llegarán los astronautas a través de una cápsula llamada Orion, que irá colocada en un cohete denominado SLS que será el que salga desde la Tierra.
La NASA lleva trabajando desde 2010 en ese cohete, que será el más potente de la historia: superará los 100 metros de altura, tendrá un diámetro de más de 8 metros y podrá llevar más de 130 toneladas de carga, por lo que servirá tanto para llevar personas al espacio como para transportar materiales. Creen que estará operativo a partir de 2021.
Un mes de plazo
Todo el programa Artemisa está definido… a falta de los aterrizadores, las naves que llevarán a los astronautas desde la nave Gateway hasta el suelo lunar. Y ha pedido a la industria aeroespacial privada que envíe sus ideas a lo largo de este mes: tienen hasta el 1 de noviembre para hacer llegar sus propuestas a la NASA para ser tenidas en cuenta.
La NASA lleva diez años trabajando en en el cohete más potente de la historia: más de 100 metros de altura y capacidad de carga de 130 toneladas
Tal y como publica The Verge, la agencia espacial norteamericana está buscando aterrizadores que cumplan las tres etapas necesarias. La primera será el descenso: se necesita un hardware que baje el vehículo hasta la superficie de la Luna; la segunda, el ascenso: en lo que viajarán los astronautas cuando despeguen de la superficie lunar y regresen a la Gateway. Pero existe un tercer componente, denominado ‘etapa de transferencia’: se trata de una pieza que actuará como remolcador para trasladar tanto a los astronautas como al sistema de transporte no tripulado hasta una órbita que esté más cerca de la Luna, facilitando la llegada y salida desde la superficie.
El objetivo, además de ser el nuevo campamento base para explorar la luna, es que se puedan hacer vuelos comerciales desde el primer momento, llevando a turistas espaciales hasta el satélite. Por eso, cualquier ayuda es poca y la industria aeroespacial tiene mucho que aportar a este proyecto que tiene previsto establecerse de forma constante en la órbita lunar para 2028.
El programa Artemisa quiere llevar al hombre de nuevo a la Luna antes de cinco años: el objetivo es que, en el año 2024, un astronauta (la idea es que sea la primera mujer) pueda volver a poner el pie en el suelo lunar, más de cuatro décadas después de que se consiguiera por última vez en 1972. Pero el objetivo ahora es mucho más ambicioso: quieren crear toda una industria alrededor de la Luna.