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La web anónima que destapa los horrores de la ciencia española: "Evitad este laboratorio"
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LABVISOR, CREADO POR DOCTORANDOS

La web anónima que destapa los horrores de la ciencia española: "Evitad este laboratorio"

Cuatro estudiantes de doctorado crean LabVisor, una plataforma que recoge valoraciones y opiniones sobre grupos de investigación y que aspira a ser un referente internacional

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La salud mental de los estudiantes de doctorado no es buena. El 32% de las personas que realizan una tesis doctoral está en riesgo de sufrir un trastorno psiquiátrico, especialmente depresión, según un estudio de la Universidad de Gante (Bélgica) recogido por la revista 'Research Policy'. Otra investigación, publicada en 'Nature Biotechnolology' por científicos de la Universidad de Kentucky (Estados Unidos), eleva esas cifras: el 39% de los doctorandos tiene un perfil de depresión moderada o severa, seis veces más que el conjunto de la población. Gran parte de ellos manifiesta padecer una presión constante, estrés, insomnio provocado por las preocupaciones y poca autoconfianza, entre otros problemas.

Cuatro jóvenes investigadores de Madrid comentaban hace poco esta situación y tuvieron una idea. Son estudiantes de doctorado que también sufren la precariedad, la incertidumbre y los rigores del sistema científico y que nunca tuvieron la oportunidad de informarse bien a la hora de elegir grupo de investigación. Por eso, han creado la plataforma LabVisor.

Foto: Pulpo bailarín. (Gabriel Barathieu, Francia)

Emulando a la popular TripAdvisor, el sitio web en el que los viajeros dejan reseñas acerca de sus experiencias en lugares turísticos o restaurantes, los impulsores de este proyecto esperan convertirlo en la referencia para que cualquier persona relacionada con la investigación sepa a qué atenerse. “Queremos centralizar la información y evaluar dónde se ofrece una buena calidad informativa y humana, porque hasta ahora es una lotería”, comentan a Teknautas Jose y Álex, dos de los creadores, que no quieren dar más datos personales.

Por el momento, prefieren permanecer en el anonimato, aunque son conscientes de que la repercusión de la plataforma puede hacerlo imposible en breve. En apenas dos meses, acumulan casi 100.000 visitas en su página, 1.000 personas registradas y 200 grupos de investigación añadidos.

Anonimato y verificación

El funcionamiento es sencillo y está basado en dos premisas: proteger el anonimato de las personas que dejan sus valoraciones y garantizar la veracidad de esos testimonios. Para ello, cualquier investigador que quiera añadir sus evaluaciones tiene que registrarse con su nombre y apellidos, pero estos datos nunca aparecerán de forma pública.

"Hoy en día, es fácil rastrear si una persona ha pasado realmente por un laboratorio, porque aparecerá su nombre en un trabajo fin de grado o fin de máster, en una tesis, en una publicación de una revista científica o simplemente en la web del grupo", comentan.

Y ese trabajo de validación lleva tiempo, pero hace que LabVisor pueda garantizar que las valoraciones y opiniones publicadas proceden de una persona real que forma o ha formado parte del grupo al que está evaluando. Al mismo tiempo, ofrecen a esa persona la libertad de que no aparezca su nombre. “Nos planteamos que la gente debía opinar de manera anónima, porque si no, nadie se iba a atrever, pero al mismo tiempo queríamos evitar al típico trol que no aportaría nada. Si no podemos confirmar una identidad, la opinión se elimina”, resumen.

placeholder Portada de LabVisor.
Portada de LabVisor.

Una vez registrado, el usuario puede buscar su grupo de investigación o añadirlo si aún no está en la plataforma y puntuar tres aspectos: calidad formativa, trato al personal y dirección del proyecto.

“Sobre calidad formativa, tratamos de evaluar varios aspectos, por ejemplo, si te dejan ir a congresos, cursos y prácticas que ayudan a tu formación; o si te reconocen el trabajo poniendo tu nombre en un artículo científico en el que has participado, porque muchas veces dejas un grupo de investigación y más tarde aparece un 'paper' basado en tus aportaciones y ni te nombran”, señalan.

También el trato personal y la dirección tienen muchas facetas que medir. “La cuestión es si te valoran, si tienes que trabajar el fin de semana y eso se te reconoce, si el director del grupo es accesible o hasta qué punto te da libertad de trabajo, si tiene en cuenta tus ideas o solo vale lo que él diga”, explican.

Ambiente "muy tóxico" y contratos precarios

Además de puntuar estos tres aspectos, el usuario puede agregar un comentario. Echando un vistazo por la web, vemos cómo más de uno se ha desahogado. “El ambiente del grupo es muy tóxico, se faltan el respeto entre ellos y a las espaldas”, apunta una de las opiniones. Comentarios como este van acompañados de notas que, de media, puntúan a algunos grupos de investigación con un 1 o un 2.

“El ambiente es MUY desagradable”, enfatiza uno de los usuarios registrados, que califica de “déspota” a la investigadora principal y añade: “Evitadlo”.

Los contratos son precarios y es común la presencia de personal trabajando sin contrato durante largas temporadas

“Los contratos son precarios y es común la presencia de personal trabajando sin contrato durante largas temporadas. Además, el trato por parte del jefe de servicio y de los responsables del mismo hacia el personal del laboratorio es nefasto, siendo las presiones una tónica habitual”, indica otro.

Los creadores de la plataforma están atentos a estos comentarios, que en ocasiones pueden ser reflejo de situaciones límite. “Si vemos algo grave, con implicaciones legales, aconsejamos denunciar. Quien lo haga contará con todo nuestro apoyo, pero lamentablemente nosotros no tenemos ningún poder legal”, señalan.

En el otro extremo, también hay grupos que tienen un 10 y opiniones que parecen sacadas de un folleto comercial: “Laboratorio 100% recomendable para cualquier etapa. Ambiente de trabajo muy agradable. El trato al personal es estupendo, el trabajo se valora, las ideas se tienen en cuenta”.

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(EFE)

En realidad, LabVisor no se plantea solo como una web de denuncia, sino más bien como una “guía” en la que tiene cabida todo el abanico de puntuaciones y opiniones posibles, con blancos, negros y grises. “A lo mejor hay grupos que apenas cuentan con financiación ni medios, pero que ofrecen una calidad formativa y un trato humano que merecen la pena”, destacan los creadores de la plataforma, “nuestra idea es que sea constructiva y ayude a que cada equipo pueda mejorar”.

"Hay mucho miedo a opinar"

En general, la reacción de la comunidad científica ante la aparición de esta plataforma ha sido positiva. “Lo que más recibimos es apoyo, muchos nos dicen que esto era necesario, pero al principio la gente creía que habría poca participación porque hay mucho miedo a opinar”, apuntan.

El motivo hay que buscarlo en el funcionamiento del propio sistema científico. “Los investigadores necesitamos cartas de recomendación para ir pasando por diferentes etapas y muchos temen las represalias”, aseguran.

Consideran imprescindible el anonimato, aunque les hayan llovido críticas por este motivo

Por eso, consideran imprescindible el anonimato, aunque les hayan llovido críticas por este motivo: “Básicamente, la gente que está en contra del proyecto nos dice que al ser anónimo no es fiable y también hay muchos jefes de laboratorio que querrían replicar las críticas que reciben”, reconocen Jose y Álex.

Asimismo, tienen que aclarar numerosas dudas: “Quizá por la estética de la web parece que solo está relacionada con ciencias de la salud, pero en realidad está abierta a todas las ramas del conocimiento, incluyendo humanidades, ciencias sociales y arte; y a cualquiera que esté relacionado con grupos de investigación, desde técnicos a investigadores posdoctorales o los MIR”.

Al margen de las puntuaciones y los comentarios, la plataforma incluye una sección de foros donde dejar otras opiniones y preguntar cualquier cosa sobre la carrera investigadora, y otra de noticias que tienen que ver con el mundillo de la ciencia y sus condiciones de trabajo.

'Crowdfunding'

Por el momento, la web está disponible solo en español, pero ya se han registrado grupos del extranjero y opiniones en inglés. Aunque España tenga sus peculiaridades, hay problemas comunes a todos los centros de investigación del mundo, tal y como demuestran los estudios sobre la salud mental de los estudiantes de doctorado, así que la idea de los creadores de LabVisor es que esta plataforma se convierta en referente internacional.

Eso pasa ineludiblemente por profesionalizar y mejorar las características técnicas de la plataforma. “Lo hemos hecho todo nosotros y no sabíamos programar, lo hemos conseguido a base de tutoriales, pero visto el volumen que manejamos, necesitamos una web en condiciones”, aseguran.

Foto: El papel desarrollado por los científicos del Insituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB-CSIC)

Por eso, próximamente lanzarán una campaña de 'crowdfunding', con la idea de que pequeñas aportaciones individuales puedan financiar una idea que hasta ahora es completamente altruista.

Si luego esta idea se puede monetizar como TripAdvisor o no, no les preocupa demasiado. “Queremos que los grupos de investigación mejoren y que haya menos estudiantes que vayan a ciegas. La idea es contribuir a mejorar el sistema científico a nivel global”, afirman.

La salud mental de los estudiantes de doctorado no es buena. El 32% de las personas que realizan una tesis doctoral está en riesgo de sufrir un trastorno psiquiátrico, especialmente depresión, según un estudio de la Universidad de Gante (Bélgica) recogido por la revista 'Research Policy'. Otra investigación, publicada en 'Nature Biotechnolology' por científicos de la Universidad de Kentucky (Estados Unidos), eleva esas cifras: el 39% de los doctorandos tiene un perfil de depresión moderada o severa, seis veces más que el conjunto de la población. Gran parte de ellos manifiesta padecer una presión constante, estrés, insomnio provocado por las preocupaciones y poca autoconfianza, entre otros problemas.

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