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El extraño hueso que se creía desaparecido y que puede provocar tus dolores de rodilla
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FABELA ES DE LA FAMILIA SESAMOIDEA

El extraño hueso que se creía desaparecido y que puede provocar tus dolores de rodilla

Un estudio de un equipo de expertos británicos ha conseguido confirmar que un hueso que se creía desaparecido por la evolución está apareciendo de nuevo en los seres humanos

Foto: Las flechas indican la posición de fabela en las articulaciones actuales. (Imperial College)
Las flechas indican la posición de fabela en las articulaciones actuales. (Imperial College)

¿Se imaginan descubrir de manera imprevista un hueso en un lugar en el que no debería de estar? Pues eso es lo que han logrado unos científicos del Imperial College de Londres, quienes han conseguido encontrar una estructura ósea que se creía perdida como consecuencia de la evolución, y que ha vuelto a aparecer entre los seres humanos. Aunque se desconoce para qué sirve exactamente, ya se sabe que cuatro de cada diez personas lo tenemos: ¿qué es el fabela?

El doctor Michael Berthaume y su equipo, del departamento de bioingeniería del Imperial College, decidieron seguir una pista en busca de una solución: ¿por qué mucha gente con artritis de rodilla tenía una especie de calcificación en la parte posterior de su articulación? Tras investigar en miles de informes médicos de 27 países, generados entre 1918 y 2018, llegaron a la misma conclusión: se trataba de fabela, un hueso que se creía desaparecido.

Foto: Imagen de los dos huesos encontrados en la cueva Ciemna, en Polonia. (FOTO: PAP)

Se trata de un hueso sesamoideo, habitual en mamíferos como el perro o el gato, que formó parte de nuestra anatomía de manera habitual en los primeros años de existencia. Sin embargo, con el paso de los siglos fue desapareciendo, al perder su principal función: ofrecer mayor estabilidad y asegurar mayor fuerza en las rodillas. Incrustado en la parte trasera de nuestra articulación, tras el cóndilo lateral del fémur, se encargaba de reforzar la estructura.

A través de los años, el citado hueso fue desapareciendo en los humanos, pues al convertirnos en seres bípedos fue perdiendo su principal función de sostén. Sin embargo, tras el estudio publicado en el Journal of Anatomy, se ha comprobado que el hueso que tenían nuestros antepasados está volviendo al cuerpo humano. La razón puede ser nuestra alimentación que, al hacernos más altos y pesados, provocan que las rodillas necesiten más sujeción... aunque no es todo de color de rosa.

El estudio del doctor Berthaume no es capaz de explicar la verdadera función de este pequeño hueso, aunque sí confirma que las personas que tienen artritis tienen el doble de posibilidades de tenerlo en su rodilla e, incluso, se está analizando si el fabela es el responsable de muchas otras dolencias óseas de la articulación. Es más, son muy escépticos con el hecho de que, en la actualidad, tengan la misma razón de ser que cuando aparecieron por primera vez en el ser humano.

¿Para qué sirve?

"El fabela puede comportarse como otros huesos sesamoideos para ayudar a reducir la fricción dentro de los tendones, redirigiendo las fuerzas musculares o, como en el caso de la rótula, aumentando la fuerza mecánica de ese músculo. O simplemente podría no tener una función en absoluto", confirma el doctor Berthaume a 'BBC'. Un hueso que se creía completamente desaparecido y que, en la actualidad, es más común de lo que se podía creer.

Según el análisis llevado a cabo en este estudio, a principios del silgo XX, el fabela solo estaba presente en uno de cada diez personas del mundo, aproximadamente en un porcentaje cercano al 11%. En la actualidad, los análisis confirman que cuatro de cada diez personas cuentan con él en sus rodillas, es decir, en un 40% de los casos. El siguiente paso de los expertos es tratar de descubrir su verdadera razón de ser y qué motiva que una persona lo tenga o no.

¿Se imaginan descubrir de manera imprevista un hueso en un lugar en el que no debería de estar? Pues eso es lo que han logrado unos científicos del Imperial College de Londres, quienes han conseguido encontrar una estructura ósea que se creía perdida como consecuencia de la evolución, y que ha vuelto a aparecer entre los seres humanos. Aunque se desconoce para qué sirve exactamente, ya se sabe que cuatro de cada diez personas lo tenemos: ¿qué es el fabela?

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