La última ocurrencia en Silicon Valley: no tomar nada más que agua durante tres días
Después del agua de sabores y el agua cruda, la última moda en Silicon Valley es hacer un ayuno intermitente de tres días tomando solamente agua. Jack Dorsey no es el único en hacerlo
Observen la intrigante relación que las empresas tecnológicas de Silicon Valley tienen con el agua. En 2017 la noticia era que habían abandonado las azucaradas bebidas gaseosas que solían consumir —en particular Mountain Dew, una especie de Sprite con alto contenido en cafeína— por Hint, básicamente agua de diferentes sabores frutales sin azúcar añadido. La bebida de moda durante unos meses en las oficinas de Uber, Google, Facebook, Yelp, Linkedin, Spotify o Snap.
En enero de 2018 saltó a los medios la polémica de que los jóvenes programadores con sudadera de capucha en Silicon Valley se había aficionado a beber agua sin tratar a 4 dólares la botella. Y lo último, al parecer, es no comer durante varios días y solo beber agua.
El pasado fin de semana, el CEO de Twitter Jack Dorsey comentó en su red social que estaba experimentando con el ayuno intermitente —un nuevo tipo de dietas que están haciendo furor y abogan por comer, en el caso de Dorsey, una sola vez al día y ayunar durante 22 horas— y también restringir el consumo a agua durante tres días.
Been playing with fasting for some time. I do a 22 hour fast daily (dinner only), and recently did a 3 day water fast. Biggest thing I notice is how much time slows down. The day feels so much longer when not broken up by breakfast/lunch/dinner. Any one else have this experience?
— jack (@jack) 26 de enero de 2019
"La mayor cosa que he notado es cuánto se ralentiza el tiempo", tuiteó el ejecutivo. "El día se siente más largo cuando no es interrumpido por el desayuno/comida/cena".
Esta frase no es la primera vez que se escucha en esta región californiana. Vinod Khosla, el co-fundador de Sun Microsystems, es otro de los partidarios de pasarse días enteros sin comer: "Dice que la comida le ralentiza, así que la mayor parte de los días ayuna hasta la hora de cenar", decía de él un perfil que le hizo The New York Times. Khosla y Dorsey se conocen bien y han lanzado juntos aventuras empresariales como Unreal Foods, una serie de 'snacks' estilo M&Ms pero más sanos que los habituales (ojo, 'más sano' no quiere decir 'sano', sólo que tienen unos gramos menos de azúcar).
Al contrario que la mayoría de los mortales que están realizando estas prácticas de ayuno intermitente, lo que preocupa en las cúpulas directivas de Silicon Valley no es el peso corporal sino el tiempo que les quita andar desayunando o almorzando. ¡Les parte el día! En cualquier caso, Dorsey siempre ha tenido una relación peculiar con la alimentación. En 2013 dijo a Vanity Fair que creía firmemente que los alimentos de color púrpura eran buenos para la salud.
For my birthday this year, I did a 10-day silent vipassana meditation, this time in Pyin Oo Lwin, Myanmar 🇲🇲. We went into silence on the night of my birthday, the 19th. Here’s what I know 👇🏼
— jack (@jack) 9 de diciembre de 2018
Recientemente, Dorsey también fue noticia por haber pasado la noche de su 43º cumpleaños solo en un centro de meditación Vipassana en Myanmar.
¿La ciencia dice que es bueno?
El ayuno intermitente tiene incluso su acrónimo (OMAD, en inglés, Una Comida Al Día) pero como suele ocurrir con estas cosas, antes de que algún científico le eche mano ya hay miles de personas en internet divulgando las aparentes virtudes de la intermitencia alimentaria extrema. Uno de los pocos que se ha publicado al respecto, en la revista 'Molecular and Cellular Endocrinology', lo realizaron a principios de 2017 unos investigadores de, precisamente, la Universidad de Southern California.
Los propagandistas de la técnica dicen que ayunar intermitentemente mejora el sistema inmune y el metabolismo, lo que contribuye positivamente a varias enfermedades autoinmunes como la diabetes, la esclerosis múltiple o la artritis reumatoide. Los científicos encontraron que existían algunas evidencias de que el ayuno influía positivamente, especialmente en edades avanzadas, en la generación de linfocitos, mejorando el tratamiento de algunas enfermedades. Pero cuidado.
"Diferentes formas de restricciones dietéticas pueden prolongar la vida y proteger del envejecimiento a múltiples sistemas", escriben los autores. "Sin embargo, la opinión de que todos los tipos de restricción dietética pueden ser de algún modo equivalentes e inducir a cambios similares, incluidos los relacionados con las capacidades autoinmunes, es simplista y probablemente incorrecta".
En resumen, sigue importando más la composición de la dieta que nuestra privación de ella.
En cuanto al agua, la ciencia que hay detrás de esto es parecida a la de la llamada dieta cetogénica: el cuerpo, después de varios días sin hidratos de carbono, deja de consumir glucosa y empieza a tirar de la grasa como combustible. Esto, por supuesto, adelgaza, pero tiene riesgos para la salud, especialmente para quien no está acostumbrado o no está en buena forma física.
Al privar al cuerpo de comida, este sólo se alimenta de la glucosa o los ácidos grasos presentes en el organismo, lo que se traduce en unas 500 o 600 calorías diarias (una tercera o cuarta parte de la ingesta recomendada). Para muchos, esta restricción puede suponer un estrés que devenga en nuevos problemas de salud para el organismo.
Observen la intrigante relación que las empresas tecnológicas de Silicon Valley tienen con el agua. En 2017 la noticia era que habían abandonado las azucaradas bebidas gaseosas que solían consumir —en particular Mountain Dew, una especie de Sprite con alto contenido en cafeína— por Hint, básicamente agua de diferentes sabores frutales sin azúcar añadido. La bebida de moda durante unos meses en las oficinas de Uber, Google, Facebook, Yelp, Linkedin, Spotify o Snap.