Por fin sabemos para qué sirven las plumas de los pavos reales, y no son solo para 'ligar'

¿Por qué tienen esas plumas los pavos reales? Seguramente tú también te hiciste esa pregunta en algún momento de tu vida. Sus colores los han convertido en uno de los animales más llamativos de nuestra fauna y los ojos que forman en su plumaje siguen llamando la atención a todo el que los ve. Pero hasta ahora no se conocían todas las funciones de este aparatoso plumaje.

Decimos hasta ahora, porque un nuevo estudio acaba de responder a esa pregunta. Se sabía que jugaban un papel importante en el apareamiento, pero hay mucho más. Según la investigación publicada en la revista biorXiv, aunque te parezca una locura, estas plumas (con sus colores y todo) les sirven para comunicarse con otros pavos en la naturaleza sin que ningún depredador les descubra.

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Los expertos han llegado a esta conclusión después de estudiar a varios pavos reales en la naturaleza y comparar nuestra visión con la de los depredadores clásicos de estos animales: grandes felinos y perros callejeros. "Los seres humanos percibimos su plumaje con vivos colores. Por eso, a menudo creemos que otros mamíferos lo ven igual que nosotros y por lo tanto sus colores son una ayuda para los depredadores", explican los investigadores. "Sin embargo, muchos mamíferos que cazan aves adultas tienen sistemas visuales dicromáticos con solo dos tipos de receptores visuales sensibles al color (uno sensible a la luz ultravioleta), en lugar de las tres características de los humanos y cuatro de la mayoría de las aves".

Es decir, estos colores no solo no ayudan a que cualquier depredador les descubra sino que les protege a la hora de comunicarse con otros pavos reales. Incluso, debido a su gran tamaño, podrían servirles como pantalla de camuflaje cuando se mueven en la naturaleza.

Con esto tendríamos una respuesta a la extraña característica de los ya de por sí llamativos pavos reales, pero el debate no termina con este estudio. Aún quedan muchas dudas sobre cómo se mueven estos animales en su hábitat natural, según afirman los propios investigadores. "Al final, es un pájaro muy grande", dijo Marion Petrie de la Universidad de Newcastle a New Scientist. "Grita, mueve sus plumas, hay mucho movimiento cuando está cortejando a otra ave. En ese momento no se está escondiendo entre los arbustos tratando de zafarse de sus depredadores", apunta.