Dos años de test antidrogas de tráfico en Galicia: estos resultados no te sorprenderán

Cinco investigadores del Instituto de Ciencias Forenses de la Universidad de Santiago de Compostela analizaron más de 10.000 controles de saliva, realizados por la Dirección General de Tráfico para detectar el consumo de drogas al volante, durante 15 meses.

Estos controles comenzaron a cobrar una importancia inusitada a partir de 2014, con la modificación de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial que fijaba una pena —seis puntos del carnet y 500 euros de multa— siempre que un conductor de cualquier vehículo "con presencia de drogas en el organismo", por pequeña que fuera, diera positivo. Este tipo de test ha resultado controvertido en el pasado por su bajísimo umbral de sensibilidad, ya que incluso aquellos conductores que declaraban haber consumido drogas varios días atrás han dado positivo y por tanto, han sido sancionados.

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Los controles de saliva analizados por los investigadores gallegos fueron realizados con una máquina Dräger DrugTest 5000 entre 2013 y 2015, pero sólo ahora se han conocido sus resultados con la publicación del estudio en la revista científica 'Drug and Alcohol Dependence'.

El 85% de las personas que dieron positivo en drogas eran hombres, con una media de 29,7 años de edad.

Este dispositivo es capaz de detectar muchos tipos de sustancias, incluso la ketamina o las benzodiazepinas, pero invariablemente las más habituales fueron el cannabis y la cocaína, consumidas respectivamente por el 82% y el 42% de los conductores pillados in fraganti. Hasta aquí, todo es previsible, pero el estudio liderado por Angelines Cruz y su equipo, responsables hasta 2015 de los análisis de confirmación de estos test, aporta otros datos interesantes.

Hombres / Mujeres

Las mujeres apenas representaron el 3,5% de los conductores que dieron positivo en este test antidrogas (curiosamente, en un 11% de los controles el género del conductor quedó indeterminado para los responsables del laboratorio) pero hay patrones de consumo muy interesantes en este grupo. Por ejemplo, la prevalencia.

Mientras la gran mayoría de los hombres (83%) demostraron ser consumidores de cannabis frente a otro tipo de drogas, las mujeres porreras resultaron ser menos en proporción (tres de cada cuatro) pero aumentaban en el consumo de cocaína, anfetamina, heroína, ketamina, metadona y benzodiazepinas.

Al contrario de las otras sustancias, las benzos son medicamentos legales, prescritos bajo receta y usados para tratar el estrés o la ansiedad bajo nombres comerciales tan conocidos como Trankimazín u Orfidal. No obstante, y al igual que sucede con el alcohol, conducir bajo los efectos de estas sustancias está estrictamente prohibido.

Jóvenes / Mayores

Aunque el cannabis es la sustancia ilegal más habitual entre los conductores, su distribución por edad es bastante desigual. De hecho, sufre un notable declive conforme la edad del conductor va aumentando. Mientras los porros están presentes en el 92% de los conductores de 25 años o menos, a medida que la edad se acerca a los 50 años la presencia del cannabis solo es patente en uno de cada dos conductores que fueron sorprendidos por uno de estos test.

Algo parecido ocurre con las anfetaminas, claramente una droga de juventud. Por contra, mientras avanza la vida de los conductores 'drogatas' también crece la posibilidad de encontrar en su saliva restos de cocaína, heroína o metadona.

Otra de las conclusiones más impactantes de este análisis de los test de saliva es que los conductores más mayores son también más proclives a compaginar el consumo de varias sustancias psicoactivas.

Un dato resume bien esta tendencia. Antes de los 25 años, dos de cada tres de los conductores que dieron positivo eran consumidores de una única sustancia ilegal (habitualmente el cannabis) pero a partir de los 50, solo una de cada tres de estas personas permanece alejada del policonsumo de drogas.