Epidemia de gripe en España: taparte nariz y boca al estornudar no frenará el contagio

Esta semana, el virus influenza que provoca la gripe estacional ha llegado a un nivel epidémico en España, es decir, que el número de afectados es más alto de lo esperado. Desde octubre, esta enfermedad ha provocado 86 fallecimientos y casi un millar de hospitalizaciones. En comparación, el año pasado a estas alturas se registraron 53 muertes y unas 430 hospitalizaciones.

La gripe, una vez se ha contraído, es invulnerable. Lo único que podemos hacer, si no estamos vacunados contra ella y la hemos cogido, es esperar en cama a que vuelva a entrar en estado latente. Uno de los consejos que suelen ofrecerse a menudo para evitar la expansión de la influenza es taparse la boca a la hora de toser o estornudar, sin embargo, dos nuevos trabajos acaban de derrumbar todo lo que sabíamos.

El primero aparece en el último número de 'PNAS' y está realizado por investigadores de la Universidad de Maryland. Su conclusión: "Mostramos que estornudar es algo infrecuente y no importante para la aerosolización del virus influenza, así como que tampoco se requiere toser para lograr este efecto".

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EC/Agencias

Estos científicos tomaron a 355 sujetos con síntomas de la enfermedad, de los que 142 acabaron contrayéndola. Les tomaron muestras de su respiración, ese aliento que estamos vertiendo todo el rato lleno de virus aunque la gente sólo se percate de que estás griposos cuando toses o estornudas una vez cada hora y media.

Entre estornudo y estornudo, los investigadores encontraron virus influenza en el 39% de las muestras de aliento.

Además, taparse la nariz para evitar estornudar puede tener graves efectos secundarios, como demuestra un segundo estudio que avanzaba esta semana Alma, Corazón y Vida. La revista 'Case Reports' del British Medical Journal explicaba el caso de un hombre de 34 años que apareció en el hospital de Leicester con fractura de garganta. Se la provocó al pinzarse la nariz y cerrar la boca para contener un poderoso estornudo.

Un hombre de 34 años apareció en el hospital con fractura de garganta provocada al cerrar nariz y boca para contener un poderoso estornudo

Tras evitar el estornudo, este joven comenzó a sentir que no podía tragar nada y apenas podía hablar. Cuando los médicos le examinaron comenzaron a escuchar un leve crepitar que se extendía por todo el cuello y hasta la caja torácica. Un escáner con tomografía confirmó más tarde lo que se temían: las burbujas de aire se le habían introducido en los tejidos blandos y hasta en los músculos del pecho.

El paciente permaneció ingresado una semana y alimentado con un tubo. Cuando los antibióticos lograron rebajar la infección y el dolor se detuvo, fue dado de alta con la clara orden de no bloquear jamás sus fosas nasales al estornudar.

"Detener un estornudo bloqueando la nariz y la boca es una maniobra peligrosa que debería ser evitada", dicen los autores del estudio, "puede llevar a numerosas complicaciones como aire atrapado entre los pulmones, una perforación de la membrana del tímpano e incluso la ruptura de un aneurisma cerebral".