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Ya puedes 'programar' tomates a tu gusto: llega el código abierto para las semillas
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Ya puedes 'programar' tomates a tu gusto: llega el código abierto para las semillas

Científicos alemanes han puesto en marcha la iniciativa Open Source Seeds: puedes utilizarlas y modificarlas, pero el resultado debe ser también libre

Foto: Tomates a punto de ser cortados en un invernadero. (Alan Ortega/Reuters)
Tomates a punto de ser cortados en un invernadero. (Alan Ortega/Reuters)

¿Desconfía usted de los alimentos modificados? ¿Considera que las multinacionales que crean y venden las semillas de las que nos alimentamos son opacas, monopolísticas y de alguna forma malvadas? ¡No vuelva a preocuparse! Muy pronto podrá usted manipular sus propias semillas y cultivarlas para crear las variedades vegetales que desee. ¿Tomates resistentes a las sequías? ¿Trigo inmune a herbicidas y plagas? Su imaginación –y quizá el acceso a un laboratorio o ciertos conocimientos sobre mejora vegetal– es el límite.

Foto: La tomatina de Buñol. (Reuters)

Porque ha nacido el proyecto Open Source Seeds o semillas de código abierto, una iniciativa puesta en marcha por científicos de la Universidad de Gotemburgo, Suecia, y de la escuela de agricultura de Dottenfelderhof, en Alemania, que busca replicar el fenómeno del software open source en el campo de las semillas creando una licencia abierta. Nada de patentes que concedan la exclusividad de una determinada variedad a la empresa que la desarrolló. Con esta idea, las semillas desarrolladas están al alcance de cualquiera que quiera estudiarlas, mejorarlas, venderlas, cultivarlas o hacer lo que quiera con ellas.

A cambio, todos los desarrollos que salgan de esta iniciativa deben estar igualmente al alcance de quien venga detrás. Se trata de adaptar la licencia Creative Commons, habitual en muchos contenidos que circulan por internet, al mundo de las semillas: eres libre de replicar y modificar, pero tus resultados deben estar sometidos a las mismas condiciones. Se acabó la opacidad y el monopolio. Todo el poder para el pueblo (científico).

Lo cual supone una gran diferencia respecto al modelo predominante en la agricultura intensiva, en el que las compañías de semillas invierten grandes cantidades de dinero para desarrollar productos que protegen con patentes, que luego licencian y es con esos royalties como recuperan la inversión.

placeholder  Tomates Sunviva, los primeros con código abierto.
Tomates Sunviva, los primeros con código abierto.

Ante este modelo, Open Source Seeds quiere basarse en la diversidad, el desarrollo local y la colaboración entre productores de semillas: tú me dejas trastear con tus tomates y yo te presto alguna de mis lechugas. La participación de productores más pequeños y la implicación de más actores sociales como responsables de un bien común (las semillas) serán claves para que esta idea tenga éxito.

Johannes Kotschi, especialista en desarrollo agrícola y director el proyecto, cuenta que este nació en 2012, cuando leyó por primera vez la obra de Elinor Ostrom, politóloga estadounidense galardonada con el Nobel de Economía en 2009 (y la primera mujer en recibir este premio) por su trabajo analizando cómo los bienes comunes pueden ser administrados de forma colectiva sin necesitar la intervención del Estado o de un actor privado individual.

El objetivo era "asegurar legalmente las semillas como bienes comunes y ofrecer una alternativa a la privatización", así como garantizar su protección

Inspirado por Ostrom, y también por Richard Stallman, que desarrolló la GNU General Public License (que protege la mayoría de las obras de software abierto de los intentos de apropiación por parte de particulares entre otras cosas), Kotschi decidió reunirse con abogados expertos en propiedad intelectual, científicos agrícolas, agricultores y activistas para encontrar el modo de llevar esos principios al campo de las semillas mediante una nueva licencia.

El objetivo, explica a Teknautas, era "asegurar legalmente las semillas como bienes comunes y ofrecer una alternativa a la privatización". Y no solo una alternativa, también una protección: las variedades desarrolladas bajo esta nueva licencia no podrán volver a ser privatizadas, ni tampoco lo podrán ser las siguientes variedades creadas a partir de ellas. "Con esto queremos contribuir a la creación de un sector de semillas basadas en la comunidad, como otro pilar junto al de las semillas privadas".

De momento solo dos variedades están registradas con esta licencia. Una de ellas es un tipo de tomate cherry, llamado Sunviva, que crece bien en condiciones de jardín y que es resistente a algunas bacterias y hongos comunes, y la otra una variedad de trigo, llamada Convento C, que crece bien en Alemania y Holanda por lo que se ha podido comprobar hasta ahora y que muestra resistencia a uno de los tipos de moho más comunes en estos cultivos.

placeholder Plantación de trigo Convento C.
Plantación de trigo Convento C.

Ahora, cuenta Koschi, solo queda esperar a que más investigadores en mejora vegetal decidan acogerse a esta nueva licencia y la base de semillas libres comience a crecer para dar pie a variedades que ayuden a los agricultores a hacer frente a los desafíos que conlleva alimentar a una población cada vez mayor y más exigente. Semillas resistentes a plagas y herbicidas, variedades capaces de salir adelante en condiciones climáticas adversas, cultivos que crezcan allí donde nunca lo han hecho antes…

"Las semillas open source son un prerrequisito para la diversidad. Solo si las semillas están disponibles para ser hibridadas y mejoradas se podrá crear esa diversidad de cultivos y, lo que es más importante, esa diversidad e independencia de sus desarrolladores", asegura el investigador.

Con su proyecto Open Source Seeds, Koschi ha plantado precisamente una semilla contra la opacidad y el acaparamiento en el que se basa el negocio de muchas empresas de productos vegetales y fitosanitarios, como Monsanto o Syngenta. ¿Ha habido alguna reacción por su parte? "Todavía no. Pero seguro que llegará".

¿Desconfía usted de los alimentos modificados? ¿Considera que las multinacionales que crean y venden las semillas de las que nos alimentamos son opacas, monopolísticas y de alguna forma malvadas? ¡No vuelva a preocuparse! Muy pronto podrá usted manipular sus propias semillas y cultivarlas para crear las variedades vegetales que desee. ¿Tomates resistentes a las sequías? ¿Trigo inmune a herbicidas y plagas? Su imaginación –y quizá el acceso a un laboratorio o ciertos conocimientos sobre mejora vegetal– es el límite.

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