En 2024, Elon Musk predijo "una gran sequía" energética: ahora, el CEO de Microsoft le ha dado la razón
En una reciente entrevista, Satya Nadella ha afirmado que el mayor problema al que se enfrenta la IA es el suministro de energía. Parece ser que Microsoft ya la está sufriendo
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Elon Musk anticipó en 2024 una crisis sin precedentes en el ámbito tecnológico. No se refería a la falta de agua, sino a una sequía de energía capaz de frenar el avance de la inteligencia artificial. Un año más tarde, el propio Satya Nadella, consejero delegado de Microsoft, ha reconocido que esa advertencia se está cumpliendo: el sector se enfrenta a una escasez real de electricidad para alimentar sus sistemas.
Durante su intervención en la Bosch Connected World Conference de 2024, Musk explicó que el crecimiento del cómputo de inteligencia artificial se ha disparado de manera insostenible. “El cómputo de inteligencia artificial se está multiplicando por 10 cada seis meses. Eso no puede continuar para siempre, o superará la masa del universo”, afirmó el empresario, quien advirtió de que el próximo cuello de botella no estaría en los chips, sino en la electricidad necesaria para mantenerlos en funcionamiento.
Según el fundador de SpaceX y Tesla, la industria tecnológica ha atravesado una cadena de escasez previsible: primero, la falta de chips neuronales; después, la de transformadores eléctricos; y finalmente, la energía. “Necesitamos transformadores para alimentar transformadores”, bromeó Musk, en referencia a los modelos de IA basados en esa arquitectura. A su juicio, el crecimiento simultáneo de los vehículos eléctricos y la inteligencia artificial está ejerciendo una presión sin precedentes sobre las redes eléctricas del planeta.
Satya Nadella confirma la crisis
Las palabras del directivo de Microsoft respaldan el pronóstico de Musk. En una entrevista reciente junto a Sam Altman, CEO de OpenAI, Satya Nadella afirmó que “el mayor problema que tenemos ahora no es el exceso de capacidad informática, sino la energía. Es la capacidad de construir centros de datos lo suficientemente cerca de fuentes de energía”. De hecho, el empresario reconoció que, a pesar de disponer de chips suficientes, muchos permanecen sin uso. “Ese es mi problema ahora mismo: no es que no tenga un suministro suficiente de chips: es que no tengo lugares en los que conectarlos”, añadió.
Ante este escenario, Microsoft lleva tiempo preparando una solución a largo plazo. La compañía apuesta por desarrollar sus propios reactores nucleares modulares (SMR), capaces de suministrar energía a los centros de datos de nueva generación. Google también ha seguido ese camino y firmó un acuerdo con Kairos Power para construir siete reactores antes de 2030.
El consumo energético de la inteligencia artificial se dispara
La Agencia Internacional de la Energía (IEA) estima que, en 2022, los centros de datos consumieron entre 240 y 340 teravatios hora (TWh), un incremento de hasta el 70% respecto a 2015. Y todo apunta a que esa cifra seguirá aumentando conforme crece la infraestructura destinada a la inteligencia artificial generativa.
En EEUU, la presión sobre la red eléctrica ya empieza a ser evidente. Los nuevos complejos de cómputo masivo han provocado un incremento de las tarifas de luz y han obligado a las grandes tecnológicas a plantearse la creación de sus propias fuentes de energía. Gigantes como Microsoft, Amazon y Google trabajan en proyectos de generación autónoma con el fin de mantener operativos sus sistemas.
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Elon Musk anticipó en 2024 una crisis sin precedentes en el ámbito tecnológico. No se refería a la falta de agua, sino a una sequía de energía capaz de frenar el avance de la inteligencia artificial. Un año más tarde, el propio Satya Nadella, consejero delegado de Microsoft, ha reconocido que esa advertencia se está cumpliendo: el sector se enfrenta a una escasez real de electricidad para alimentar sus sistemas.