Estas herramientas para Windows son imprescindibles y no te costarán ni un euro
Si te agobia pagar por todo para exprimir al máximo tu portátil, debes saber que hay un mundo entero de extensiones y programas que te permitirán librarte de unos cuantos cargos en la tarjeta
Nadella, junto a un logo de Windows. (Europa Press)
"Pues nada. Habrá que pasarse a algo de software libre" Esta es una frase que oigo con cada vez mayor frecuencia, y no precisamente en boca de estudiantes de informática con ganas de experimentar, ni de usuarios antisistema con propensión al vello capilar copioso. La escucho en boca de ingenieros con décadas de experiencia a sus espaldas, que ocupan cargos a nivel de gerencia, y que además son superusuarios en su tiempo libre. La gente está empezando a hartarse del software que usa, y la culpa la tienen entera las empresas que lo fabrican.
Hablamos, como no, de las suscripciones. Lamento ser yo el que pinche la burbuja en la que viven las compañías que desarrollan software, pero su modelo de negocio está cavando su propia tumba a pasos agigantados. El problema no es que los precios sean elevados. El problema es que todo el mundo quiere sus 10 euros mensuales, y ya no queda perro para tanta garrapata.
Hubo una época en la que comprabas una licencia de software y era tuyo para toda la vida, o casi. Llegaba un punto en el que obviamente iba quedando obsoleto a medida que salían nuevas versiones, pero podías seguir usándolo bajo tu propio riesgo. Por supuesto, semejante propuesta no era lo bastante rentable, así que las tecnológicas fueron probando diferentes soluciones de obsolescencia programada hasta que dieron con el santo grial del software como servicio. En lugar de pagar una licencia, la alquilas por un tiempo limitado.
Todo fue bien durante unos años, pero el modelo se ha popularizado tanto que hemos llegado a un punto en el que empieza a no ser sostenible. Al principio, pagábamos cuotas por paquetes de software de uso mayormente profesional como Adobe Creative Suite, o Microsoft Office. Hoy pretenden que paguemos 10 o 15 euros al mes por la aplicación de notas, por el chatbot de IA de turno, por el antivirus, por el VPN, por el software para videollamadas, por el editor de PDF, por el cliente de correo, por el gestor de contraseñas, y hasta por el corrector ortográfico. Yo entiendo que todo el mundo quiere hacer caja, pero es que el presupuesto mensual ya no aguanta una suscripción más. Y ni siquiera estoy contando los servicios de streaming musical, los de cine y series, o los entrenadores personales en el móvil que te piden cuota para poder acceder a su biblioteca de vídeos de abdominales.
Cada vez es más difícil encontrar buen softwareque no requiera de suscripción. En una anterior entrega ya pasamos revista a opciones gratuitas a programas muy populares como los de Office, Photoshop, Acrobat, o Premiere. En esta ocasión vamos a ahondar un poco más con software gratuito que cubre necesidades menos generales, pero igualmente útiles, y qué mejor que comenzar por las de oficina.
Software para oficina
LibreOffice sigue siendo la referencia absoluta a la hora de sustituir a Office 365 sin tener que pagar cuotas, pero no solo de Word, Excel y Powerpoint vive el sufrido trabajador. Editar archivos PDF también es un caballo de batalla común para el que recomendábamos PDF Gear. Si no te convenció, prueba Okular. No solo permite ver y editar de forma sencilla archivos PDF. Además, es un potente visor de libros y cómics en formato Epub, CBR o CBZ. También visualiza imágenes y archivos Markdown. Por cierto, si echas de menos el mítico Notepad para visualizar código, harías bien en probar Notepad++, un excelente editor de código con licencia GNU.
Okular es un potente lector de PDF y cómics de código abierto.
En su momento, hicimos un repaso a las mejores aplicaciones de notas. Aunque tiene planes de pago, la versión gratuita de Notion sigue siendo mi favorita por un amplio margen, pero si prefieres una solución de código abierto, la mejor alternativa es Joplin. De todos modos, aún es posible encontrar buen software de notas sin tener que pasar por caja obligatoriamente. No te pierdas nuestro especial.
Lo que no es tan fácil es encontrar software gratuito con el que escribir libros o artículos largos en los que es importante que lleves un control de los datos y las fuentes que usas. Las referencias de pago aquí son Scrivener y Final Draft. Si buscas algo gratuito con lo que comenzar a escribir tus memorias, no dejes de probar Shaxpir, yWriter o Trelby. Este último es ideal para escribir guiones de cine y TV.
Antes decíamos que hasta la corrección de textos se ha vuelto un servicio de pago. Personalmente, no me gusta usar ChatGPT para esta tarea, así que uso Grammarly. Su versión básica aplica corrección ortográfica y gramatical a cualquier texto, además de sugerir cambios de estilo. LanguageTool es una muy buena alternativa que también funciona en español, tanto desde su página web como desde una aplicación para escritorio.
Una parte crucial del trabajo son las comunicaciones. Las vacas sagradas en lo que a chat y trabajo en equipo se refiere son Slack y Mattermost. Este último es, básicamente, Slack, pero con código abierto. El problema es que ambas necesitan de servicios en la nube cuyo mantenimiento requiere suscripción. Si lo que necesitas es poner en marcha un pequeño equipo de trabajo sin tener que rascarte el bolsillo, mi recomendación es Rocket Chat, una alternativa a Slack muy enfocada en la seguridad, y cuyo plan gratuito (alojado de forma local en un servidor de tu elección) ofrece los mismos servicios que los grandes.
No hace falta pagar una suscripción para poder usar un buen programa de dibujo como Krita.
Otra de las aplicaciones que merece la pena probar es Discord. Este chat nació como un servicio de comunicaciones para videojuegos, pero es tan bueno que perfectamente podría usarse para trabajar. Permite crear canales con funciones complejas, bots y establecer llamadas de voz y hasta de vídeo. Además, cuenta con aplicaciones para dispositivos móviles. Si necesitas una capa extra de seguridad y privacidad, Signal es la referencia en materia de chats seguros. Para todo lo demás ya están Whatsapp y Telegram. Ambas son tan conocidas que tendemos a menospreciarlas. No deberíamos hacerlo. Whatsapp es ideal para chatear con clientes, o incluso como forma de contacto para clientes nuevos porque básicamente todo el mundo lo tiene instalado. Además, si pasas tu cuenta a cuenta de empresa (que también es gratuita), puedes acceder a algunas funciones interesantes como mensajes automáticos. En cuanto a Telegram, es ideal para crear grupos de difusión de contenido.
Cerramos el apartado de oficina genérica con Breaktimer, un software que aplica el método Pomodoro, y permite ajustar el horario de trabajo, silenciar notificaciones para concentrarte cuando lo necesitas, y establecer los tan necesarios descansos.
Vídeo y diseño
En su día ya mencionábamos a Shotcut y Capcut como los dos mejores editores de vídeo si no quieres pagar el dinero que cuesta Adobe Premiere. A estos dos habría que añadir Davinci Resolve, un excelente software con opciones de postproducción, edición de color y de sonido a nivel profesional. No todas sus funciones son gratuitas, pero merece la pena probarlo, y además su licencia, en caso de querer la versión profesional, solo requiere un único pago.
OBS Studio es la mejor herramienta para grabar vídeo en pantalla.
A veces, todo lo que necesitamos es un software para descargar un vídeo de Internet sobre el que trabajar. La herramienta gratuita para eso es 4K Video Downloader Plus. Funciona con YouTube, Vimeo, TikTok, Facebook o Twitch, entre otros servicios, y hasta permite separar el audio o los subtítulos. Tan solo recuerda que el hecho de poder descargarlo no significa que sea tuyo. La mayor parte de los vídeos en línea tienen copyright y te puedes meter en un lío si los usas con fines comerciales.
El complemento perfecto a este descargador casi universal es Handbrake, un conversor de archivos de vídeo de código abierto que sirve para pasar de un formato a otro con la resolución que necesitemos, y sin que el archivo resultante pese una barbaridad. Para capturar en vídeo lo que acontece en nuestra pantalla, la mejor herramienta gratuita sigue siendo OBS Studio, seguida de cerca por ScreenPal Free Recorder. Si lo que buscabas en este apartado eran reproductores de vídeo, no dejes de consultar nuestro especial al respecto.
En cuanto a diseño, es imposible no mencionar a Gimp como la alternativa con mayúsculas a Photoshop, ni a Inkskape como la alternativa a Illustrator, pero no todo en diseño es editar fotos o hacer dibujo vectorial. Parte del trabajo del diseñador es generar los archivos que irán a la imprenta con una correcta separación de color. Esa herramienta en la suite de Adobe es Indesign. La alternativa de oro gratuita se llama Scribus.
Si lo que buscas es un programa de dibujo para usar con una tableta gráfica, la mejor alternativa gratuita no es otra que Krita. Es compatible con Windows, MacOS y Linux, y permite dibujar a mano alzada con cientos de pinceles a elegir, añadir dibujos vectorizados o texto, e incluso animar personajes en 2D.
Herramientas técnicas
Hay software que no es fácil de encuadrar como de oficina o de dibujo, pero no deja de ser crucial para el día a día. Hablemos, por ejemplo, de los VPN que enmascaran nuestra presencia online y cambian nuestra IP para que podamos acceder a una web inaccesible desde nuestra localización. Dar con el mejor VPN requeriría de un artículo aparte, pero si buscas algo gratuito para uso ocasional, la versión gratuita de Proton VPN tiene todo lo que necesitas.
Proton VPN es un VPN excelente para uso esporádico.
Puede que conectarse mediante un VPN no sea algo que necesites en el día a día, pero no conozco a nadie que no tenga problemas en recordar las contraseñas. Los gestores de contraseñas suelen cobrar una suscripción, pero hay dos que no lo hacen: Bitwarden y Keepass. El primero tiene planes de pago en caso de que quieras funciones extras, o vayas a dar acceso a varios usuarios. Sin embargo, el plan gratuito tiene todo lo que la mayoría de los usuarios necesitan, desde la generación de contraseñas seguras hasta la gestión de las mismas en diferentes dispositivos.
Keepass no es tan bonito como Bitwarden, pero es de código abierto y gratuito de por vida. Ideal para esos casos en los que no recuerdas qué contraseña usaste para esa web en la que solo entras una vez al año.
Otra de las tareas que, nos guste o no, tenemos que hacer todos los usuarios alguna vez es limpiar el disco duro, y eso generalmente implica deshacerse de aplicaciones instaladas. Revo Uninstaller es un potente desinstalador cuyas funciones van un poco más allá de la herramienta que viene integrada en Windows.
Si el software o el archivo en cuestión se niega a ser desalojado del equipo, nada como un toque de Iobit Unlocker para desbloquearlo. Lo peor que nos puede pasar es que borremos el archivo equivocado. El software de recuperación de archivos dañados puede ser costoso. Recuva es gratuito y, aunque no funciona el 100% de las veces como con otras soluciones profesionales, nos da una oportunidad de deshacer el desastre.
Cuando copiamos un texto, ese texto queda flotando en el equipo y desaparece en el momento en que copiamos o cortamos otra cosa. ClipClip y Ditto permiten llevar la cuenta de los datos que copiamos y pegamos en el portapapeles de manera que siempre tengamos esos textos copiados accesibles en un menú desplegable.
El buscador de archivos de Windows se ha vuelto tan completo que ha perdido un poco la rapidez y la frescura, dos ingredientes que Everything tiene en cantidades. Everything no es tan bonito, pero ofrece mucho menos ruido, y probablemente encuentres lo que buscas mucho antes. Hablando de ruido, Eartrumpet es una pequeña aplicación gratuita que aumenta las capacidades del control de volumen de Windows. Una vez lo instalas, puedes controlar el volumen de cada aplicación por separado para que Chrome no te vuelva a sobresaltar con un anuncio en vídeo a todo volumen.
La lista de software gratuito y tremendamente útil podría extenderse mucho más allá. La cuestión de fondo es que siempre hay software libre que nos saca de un apuro cuando el bolsillo no nos da para más. No deja de ser irónico que los que más nos están impulsando a usar software libre y gratuito sean... los fabricantes de software propietario y de pago. Es el mercado, amigos.
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"Pues nada. Habrá que pasarse a algo de software libre" Esta es una frase que oigo con cada vez mayor frecuencia, y no precisamente en boca de estudiantes de informática con ganas de experimentar, ni de usuarios antisistema con propensión al vello capilar copioso. La escucho en boca de ingenieros con décadas de experiencia a sus espaldas, que ocupan cargos a nivel de gerencia, y que además son superusuarios en su tiempo libre. La gente está empezando a hartarse del software que usa, y la culpa la tienen entera las empresas que lo fabrican.