Por qué tanta gente quiere regalarte un iPhone con dinero público: el coladero del Kit Digital

Ante la cámara aparece una joven con un iPhone o un MacBook en la mano. Se dirige a ti, autónomo, que llevas tiempo pensando en que necesitas crear una web para tu negocio o mejorar tu posicionamiento online y que tienes ante ti una oferta irrechazable que está a punto de caducar. Su empresa te da ese servicio gratis y encima, de paso, te llevas un dispositivo de última generación sin coste alguno. Todo gracias a la magia de una subvención estatal llamada Kit Digital que ellos mismos se encargan de tramitar, o eso cuentan en el anuncio que te salta en Instagram o TikTok.

Cada uno de estos anuncios, que se han multiplicado en las últimas semanas, busca exprimir una subvención que acaba el próximo 31 de octubre. Un programa de ayudas que surgió con la llegada de los fondos NextGenerationEU y que tras más de tres años de vida se ha convertido en uno de los más polémicos del Gobierno. El Kit Digital tenía como objetivo mejorar el tejido productivo del país, impulsando la digitalización de pequeñas y medianas empresas tras la pandemia, pero se ha vuelto una quimera. Trabajos deficientes, problemas con los cobros, precios inflados... Lo de los anuncios que se multiplican es su última polémica.

"Lo primero que hay que decir es que la idea del programa era buena. Impulsar la digitalización profesional de muchos pequeños empresarios que no se habían planteado o les faltaban incentivos para hacerlo. Pero la ejecución ha dejado mucho que desear. Al final, el dinero se ha quedado en grandes compañías con contratas o en negocios creados especialmente para esto que han intentado jugar con los márgenes dando un servicio masivo". El que habla es José Antonio Carreño, un diseñador web con más de 13 años de experiencia en el sector, que acabó explotando por lo que estaba viendo. "Cualquiera que se dedique a esto ha visto las barbaridades que se han hecho con esta ayuda y el daño que nos está haciendo", añade.

Este programa nació como una de las grandes banderas del Gobierno de Pedro Sánchez para salir de la pandemia. Tras lo ocurrido durante el confinamiento, se vio que al tejido productivo español le faltaba un importante impulso en el mundo digital y se propuso lanzar una ayuda que mejorase la situación y reactivase la economía aprovechando fondos europeos. Pero los alrededor de 3.000 euros que se llegan a ofrecer por autónomo (hasta 29.000 para empresas más grandes) han acabado, en muchos casos, en servicios con precios inflados y descontento tanto por parte de los autónomos como de los profesionales del sector.

Según los datos de Red.es, institución encargada de este programa, ya se han concedido más de 750.000 bonos digitales a pymes y autónomos, lo que equivale a una inversión de más de 3.000 millones de euros destinados a modernizar procesos, negocios y operaciones de pymes de todo el país, convirtiéndose en "el programa de ayudas a la digitalización de pymes más demandado de la historia de España". El problema, dicen los profesionales, es dónde ha ido ese dinero y cómo se ha utilizado.

El Confidencial ha obtenido, a través del portal de transparencia, datos sobre los contratos de Kit Digital firmados entre abril de 2022 y septiembre de 2023. Suficiente para poder ver quién está captando más dinero de estas ayudas. En la cima destaca el número de autónomos, pues juntando todos sus porcentajes, los 1.500 autónomos que estaban dados de alta como agentes en ese momento aglutinaron cerca de un 8%. Luego aparecen las tres grandes 'telecos' del país, Vodafone, Telefónica y Orange. Del total de ayudas tramitadas en ese curso, Vodafone acumuló el 6% y Telefónica cerca del 5%. Solo hubo otra compañía por encima del 1%, Orange.

Ni para el autónomo ni para el pequeño profesional

"La realidad es que se ha complicado tanto todo que a día de hoy es una ayuda que no beneficia ni al autónomo que lo pide, ni al buen profesional que piensa en ser agente digitalizador y hacer un buen trabajo", cuenta Carlos Sánchez, de 'El SEO Técnico'. "Hay unos requisitos mínimos para presentarte como agente que limitan mucho la entrada a pequeñas empresas que quieran dar un buen servicio. Súmale que deben hacerse cargo de todo el papeleo y que puede llevar tiempo cobrar la ayuda. Todo eso hace que para muchos pequeños empresarios, como es mi caso, no sea rentable apuntarse al programa. Clientes nos ha traído, pero porque ha llegado mucha gente rebotada de las chapuzas de algunas empresas", detalla el experto.

El agente digitalizador al que se refiere Sánchez es la figura clave de este programa. El Estado pone en marcha el programa y saca el presupuesto, pero para que un autónomo tenga acceso a la ayuda, antes debe contratar el servicio con uno de estos intermediarios que están registrados en el portal de Acelera Pyme. Estos digitalizadores son profesionales o empresas que ya han cumplido ciertos requisitos y que se comprometen a asegurar que se está utilizando el dinero para alguno de los servicios indicados y que van a cumplir con el contrato firmado. Una forma de proceder que para muchos expertos se ha vuelto un agujero para malas prácticas que son difíciles de vigilar.

"Al final todo el resultado depende del agente. Si quiere hacer un buen trabajo, cogerá lo que necesita de la subvención, verá dónde puede mejorar la situación del cliente y aplicará lo necesario. Pero te encuentras cada cosa... A mí me han llegado clientes que tenían por ejemplo un buen posicionamiento y que se lo han hundido con el Kit Digital, solo porque para cobrar toda la subvención decidieron tirar todo abajo y hacerlo de nuevo", relata Sánchez. "Esto nos acaba perjudicando a todos".

"Se ha convertido en una suerte de fiebre del oro digital. Muchas PYMES y autónomos que se dedicaban, o se han empezado a dedicar ahora a temas digitales, se han visto atraídas por la posibilidad de captar nuevos clientes y facturar rápido con los fondos europeos, pero la realidad es más dura: los márgenes han acabado siendo bajos por la guerra de precios y promesas infladas, y además la administración tarda mucho en abonar los pagos", cuenta Pablo F. Iglesias, CEO de la consultora reputacional CyberBrainers. Ellos sí han actuado como agentes digitalizadores y se han encontrado con muchos casos que les han llevado a no recomendarlo.

"A nosotros, que mira que somos bastante selectivos a la hora de aceptar encargos con el Kit Digital, nos ha llegado a pasar con una clienta que tras haberle ofrecido una categoría del Kit Digital, implementándoselo en su negocio, y pagando nosotros por adelantado la herramienta durante un año, ha decidido unilateralmente cerrar el acuerdo tras tres meses de acceder al servicio", cuenta. "Y no porque no lo quisiera usar, sino porque al parecer, contrató con otra empresa otras categorías, y al intentar también contratar la categoría del portátil no pudo, tenía invertido el saldo. ¿La respuesta de la Administración Pública? Que la clienta tenía derecho a unilateralmente terminar el contrato. Y, por tanto, nosotros nos quedamos sin cobrar por el trabajo realizado, asumiendo los costes".

Según Iglesias, ser agente digitalizador puede ser rentable si tienes una estructura muy optimizada y un volumen suficiente. Es el caso de las teleoperadoras. Pero para muchos, especialmente aquellos que han entrado sin experiencia previa, o aquellos que quieren hacer las cosas bien, la carga administrativa, los retrasos y los riesgos de impago han convertido la oportunidad en un problema importante.

Entonces, ¿me van a regalar un iPhone?

De esa situación también aparece el agujero para los clientes. "El 'iPhone gratis' y otras promociones así tienen bastante truco: ninguna empresa puede regalar un producto de ese valor sin compensarlo por otro lado. De hecho, un smartphone no se puede justificar como dispositivo de trabajo. Lo que sí hay desde hace año y medio es la posibilidad de invertir hasta un máximo de 1.000 euros de un Kit Digital concedido en un ordenador que debe cumplir una serie de requisitos previos marcados por la Administración", señala. "Si alguien está ofreciendo un iPhone, será porque luego inflará el coste real de los servicios para cubrir el “regalo”, con lo que el usuario, en vez de recibir digitalización de calidad, termina contratando soluciones caras o mediocres para llevarse el gadget de moda".

Según los expertos, al final el autónomo o la pyme pierde la oportunidad de aprovechar el bono de forma racional y enfocada de verdad en hacer crecer su negocio y no en coleccionar dispositivos. Además, le toca pagar el IVA de la subvención, aunque luego muchos se lo puedan desgravar. Los datos conseguidos por El Confidencial no incluyen lo ocurrido después de que se aprobase la opción de añadir un dispositivo a la ayuda, pero pueden servir para ver en qué categorías se ha ido más dinero. La mayor parte del presupuesto se fue en la construcción de un sitio web y la mejora de la presencia en Internet, aunque le siguió de cerca otro segmento conocido como gestión de procesos (ahí se incluyen, por ejemplo, los software de gestión de personal o facturación).

Algo curioso de esa tabla es la diferencia entre las grandes empresas y las pequeñas. Mientras las primeras dedicaron la mayoría de sus ayudas a gestión de procesos y Business Intelligence y Analítica, las pequeñas, sobre todo, se centraron en la creación de las webs y la gestión de redes sociales.

Para José Antonio Carreño, que todas las publicidades vayan enfocadas en el tema de los dispositivos es una muestra más de que algo ha fallado en todo lo referente a esta ayuda. En vez de convencer a los empresarios de las bondades de la digitalización, se ha convertido en un dinero extra que les interesa porque puede servirles para conseguir un dispositivo gratis. "Hay algo que me mata de los anuncios y es que se dice que son ayudas a fondo perdido. No hay cosa más contraproducente, es decir, estás vendiendo al cliente que lo coja o se va a perder, que aunque sea lo aproveche para llevarse un teléfono. ¿Qué servicio le vas a ofrecer a cambio con ese discurso?".

La entrada de los influencers en la ecuación ha sido el último giro de guion. Hace dos años ya una empresa utilizó a la famosa Anabel Pantoja para vender sus servicios de Kit Digital y ahora Instagram se ha llenado de influencers hablando de la subvención. Si te lo dicen ellos será que es bueno, ¿no?