Sí, los aviones pueden llevar paracaídas: así es el invento que ya ha salvado cientos de vidas
Se estima que este sistema de emergencia ha salvado ya más de 250 vidas. Por el momento, solo está disponible en pequeñas aeronaves, pero eso podría cambiar en el futuro
El CAPS desplegándose en un avión Cirrus Vision Jet (YouTube/@WorldOfLuxuryOfficial)
Cirrus Aircraft, fabricante estadounidense de aeronaves ligeras, ha logrado integrar un paracaídas balístico en sus aviones de forma estructural, no como un accesorio, sino como parte del diseño. Este sistema ha demostrado ser una herramienta de emergencia efectiva, con más de 250 vidas salvadas desde su implementación.
El dispositivo, llamado CAPS (Cirrus Airframe Parachute System), se instala de serie en modelos como el SR20 y el Vision Jet. En caso de fallo crítico durante el vuelo, el piloto puede activar el sistema tirando de una palanca situada en el techo de la cabina. Un cohete propulsa el paracaídas hacia el exterior, permitiendo el descenso controlado de toda la aeronave.
Funcionamiento del sistema CAPS
El paracaídas está alojado en una cápsula en la parte superior del fuselaje, justo detrás de la cabina. El sistema se activa de forma manual mediante una palanca en forma de 'T'. Una vez disparado, un pequeño cohete despliega el paracaídas, frenando la caída de la aeronave hasta el aterrizaje.
Su uso está recomendado por encima de los 600 pies de altitud (aproximadamente, 180 metros). En ese rango, el sistema funciona con mayor eficacia. Aunque a alturas superiores sigue siendo útil, a menor altitud el margen de maniobra se reduce considerablemente.
Un sistema que ha demostrado salvar vidas
Desde que comenzó a utilizarse, se han registrado más de 130 activaciones reales del CAPS, la mayoría con final favorable. Según datos de la asociación COPA (Cirrus Owners and Pilots Association), el sistema ha sido responsable directo de salvar a más de 250 personas.
Uno de los casos más conocidos es el de Greg Huntley, quien en 2014 activó el paracaídas tras una parada total del motor en pleno vuelo. "Justo antes de declarar la emergencia pensé: tengo cinco minutos de vida", afirmó Huntley, que consiguió aterrizar sin lesiones en un campo tras accionar el sistema.
La historia del sistema CAPS se remonta a mediados de la década de los noventa, cuando Paul Johnston, ingeniero jefe de Cirrus, lideró un proyecto para integrar un paracaídas completo en el fuselaje de un avión ligero. Inspirados en los primeros trabajos de BRS (Ballistic Recovery Systems), lograron realizar la primera prueba con éxito en 1998.
El experimento se llevó a cabo en el desierto del sur de California y supuso un antes y un después para la aviación general. Desde entonces, el sistema se incorporó como un componente estructural en todos los modelos de producción de la compañía.
Cirrus Aircraft, fabricante estadounidense de aeronaves ligeras, ha logrado integrar un paracaídas balístico en sus aviones de forma estructural, no como un accesorio, sino como parte del diseño. Este sistema ha demostrado ser una herramienta de emergencia efectiva, con más de 250 vidas salvadas desde su implementación.