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Mi móvil acabó 'derretido' al sol. Esto es lo que puedes hacer para que no te pase a ti
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Mi móvil acabó 'derretido' al sol. Esto es lo que puedes hacer para que no te pase a ti

El calor es uno de los peores enemigos de los teléfonos inteligentes, pero no hace falta dejarlos expuestos a la luz del día para notar sus efectos. Cualquier fuente de calor puede suponer un peligro para estos dispositivos

Foto: No hace falta poner un móvil al fuego para que se recaliente.
No hace falta poner un móvil al fuego para que se recaliente.

Normalmente, nunca dejo el móvil al sol, pero el astro rey es traicionero y tiene la mala costumbre de cambiar de posición a lo largo del día. Para cuando quise darme cuenta, el teléfono llevaba más de una hora tostándose bajo la intensa luz estival. Cuando lo rescaté, estaba tan caliente que tuve que soltarlo a la sombra un rato para no quemarme la mano.

Cuando se sobrecalientan, los móviles actuales suelen desconectar algunas de sus funciones y muestran un mensaje de alerta. El mío directamente estaba apagado. Alarmado, intenté encenderlo. Primer error. A continuación traté de refrescarlo, poniéndolo un rato bajo el chorro de aire helado del aire acondicionado del coche. Segundo error. El dispositivo volvió a la vida un rato más tarde, pero ahora sé que tuve mucha suerte de que no sufriera daño permanente. ¿Cómo se recalientan los móviles y que es lo mejor que se puede hacer si ocurre, algo muy fácil en mitad de una ola de calor? De eso precisamente es de lo que vamos a hablar a continuación.

El primer paso antes de empezar a hablar de apagar fuegos probablemente es saber cómo se producen. ¿A qué temperatura se recalienta exactamente un móvil? La respuesta quizá sorprenda a más de uno, pero los móviles se sofocan mucho más fácilmente de lo que parece. Cada fabricante define un rango de temperaturas operativas recomendado, pero la mayor de esos rangos va de los cero a los 35 grados Celsius.

A más de esa temperatura, el móvil sigue funcionando, pero el sistema operativo comienza a tomar medidas para combatir el calor. Esas medidas suelen ser desconectar ciertos sistemas críticos, o limitar la potencia a la que funcionan algunos componentes para evitar que contribuyan en exceso al aumento de temperatura. En términos prácticos, podemos seguir usando el teléfono, pero es probable que notemos una caída en su rendimiento. Las temperaturas peligrosas comienzan a partir de los 43 grados Celsius.

Foto: cmf-phone-2-pro-nothing-precio-opiniones

Si lo pensamos bien, 43 grados no es tanto calor como parece. El interior de un coche aparcado a pleno sol sobrepasa los 43 grados muy rápido y puede alcanzar los 50 o incluso los 70 en apenas un par de horas. Tras el incidente, me puse a cronometrar cuánto tiempo tarda un móvil Android en mostrar alarmas de temperatura al dejarlo bajo el Sol de agosto a las 12 del mediodía. Menos de tres minutos. Llevar el móvil dentro de una mochila o en el bolsillo del pantalón tampoco garantiza que esté fresco, sobre todo en verano.

Pero el sol no es la única fuente de sobrecalentamiento. Una barbacoa, una hoguera en la playa, los fogones de una cocina o una calefacción generan el suficiente calor como para tostar cualquier dispositivo electrónico que dejemos demasiado cerca, y demasiado rato.

Tampoco hay que olvidar que los móviles también se calientan por sí solos sin que nadie los ayude poniéndolos al lado de la parrilla. Los tres componentes que más contribuyen al aumento de la temperatura son tres: la batería, el procesador, y el puerto de carga. Cargar y descargar la batería muy rápidamente hace que esta se caliente. Forzar al procesador a realizar muchos cálculos eleva su temperatura.

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Las antenas internas y la pantalla son otros dos sospechosos habituales a la hora de generar calor, sobre todo si los hacemos trabajar mucho. ¿Cuándo trabaja mucho una pantalla? Pues cuando está encendida durante mucho tiempo con el brillo y la tasa de fotogramas al máximo. Las antenas se calientan cuando el tráfico de datos es elevado durante mucho tiempo. Las zonas con problemas de señal también contribuyen a ello, porque las continuas conexiones y reconexiones hacen trabajar aún más al sistema de comunicaciones. Hasta la cámara puede generar calor si la obligamos a trabajar mucho durante mucho rato, como cuando grabamos un vídeo largo en 4K.

Combatir el calor

A la luz de estos datos, los lectores más avezados ya estarán sospechando que la mejor solución para evitar que el móvil se caliente mucho pasa por... hacerlo trabajar menos. Hacer streaming, grabar vídeo en 4K, o jugar a videojuegos con mucha carga gráfica son algunas de las actividades que tienden a recalentar el móvil si las mantenemos durante mucho tiempo. La navegación GPS también es otro culpable actual porque hace trabajar simultáneamente a varios sistemas, y al mismo tiempo agota la batería que da gusto. Todo ello contribuye a aumentar la temperatura.

Si necesitamos hacer todas estas cosas, hay algunos trucos que podemos aplicar para tratar de evitar el sobrecalentamiento en la medida de lo posible. El primero y más importante es quitar la funda del móvil para que respire. Después podemos reducir el brillo de la pantalla y cerrar todas las aplicaciones en segundo plano que no necesitemos para reducir la carga del procesador.

placeholder Todos los móviles actuales tienen alertas de temperatura.
Todos los móviles actuales tienen alertas de temperatura.

Si lo que vamos a hacer no requiere de conexión (como grabar vídeo en 4K), podemos dejar el móvil en modo avión y conectarlo solo cuando realmente necesitemos acceder a Internet. Activar los sistemas de ahorro de energía no está de más, pero es más importante tener siempre actualizado el sistema operativo para evitar errores que puedan estar consumiendo recursos (y generando calor) sin que nos demos cuenta.

A la hora de cargar, es bueno dejar el móvil en reposo y no usarlo mientras está cargando. Echarse unas partidas al PUBG mientras está conectado a la corriente no es precisamente lo mejor que puedes hacer. También conviene dejarlo cargando en un lugar fresco y usar siempre cables y cargadores originales y específicos para el modelo de teléfono que estemos usando. Nada genera tanto calor como un cargador o cable defectuoso, o de dudosa procedencia. Si tu cable y cargador son originales, y aun así se calienta demasiado al cargar, no está de más que revises el puerto de carga y lo limpies bien para asegurarte de que no haga un contacto defectuoso.

Primeros auxilios a un móvil recalentado

Comenzaba este artículo diciendo que cometí dos errores al tratar de revivir el móvil tras dejarlo al Sol. El primero fue precisamente tratar de encenderlo. Cuando comienzan a calentarse en exceso, los móviles suelen emitir una alerta avisando del problema y desconectan sistemas críticos para tratar de reducir la temperatura. Si esta sigue aumentando, lo siguiente que hacen es apagarse por completo. Tratar de encenderlos en ese estado es tan beneficioso como obligar a una persona que acaba de desmayarse a levantarse y trotar sobre una cinta.

El segundo error tiene que ver con mi gesto de poner el móvil bajo el chorro del aire acondicionado. Cuando se calientan, los componentes se dilatan. Si los obligamos a enfriarse muy bruscamente pueden contraerse demasiado rápido y romperse. Eso por no mencionar que podemos hacer aparecer humedad interna por condensación que dañe aún más el dispositivo.

Por mucho que te parezca buena idea, nunca metas un móvil recalentado en la nevera o el congelador. Es mejor quitarle la funda, si es que lleva una, y dejarlo en un lugar fresco y seco para que se vaya enfriando paulatinamente. Si estás especialmente preocupado, puedes abanicarlo suavemente. No ayuda, pero tranquiliza al usuario.

Si el móvil recalentado no está apagado y aún puedes hacer cosas con él, apágalo ahora. Si no es posible, puedes intentar retirarlo del puerto de carga (si es que estaba cargando) o ponerlo en modo avión. Si necesitas desesperadamente usarlo, puedes sustituir esta medida por ponerlo en modo de ahorro de energía. De todos modos, lo ideal es que reinicies el móvil.

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Cuando el teléfono se haya recuperado del soponcio, es hora de revisar los ajustes de ahorro de energía, poner el brillo de la pantalla en modo automático si no lo estaba, y actualizar tanto el sistema operativo como las aplicaciones que tienes instaladas. De hecho, recuperarse de un calentón es un momento tan bueno como cualquier otro para revisar las aplicaciones que tienes instaladas y librarte de las que llevas meses sin usar o no has abierto nunca.

Si, pese a todo, decides dejar alguna instalada, no es mala idea revisar sus permisos para tratar de averiguar si tiene la mala costumbre de estar activa en segundo plano. Si todo lo anterior falla, probablemente es hora de cambiar de móvil. Por fortuna has venido al lugar adecuado para elegir el nuevo.

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Normalmente, nunca dejo el móvil al sol, pero el astro rey es traicionero y tiene la mala costumbre de cambiar de posición a lo largo del día. Para cuando quise darme cuenta, el teléfono llevaba más de una hora tostándose bajo la intensa luz estival. Cuando lo rescaté, estaba tan caliente que tuve que soltarlo a la sombra un rato para no quemarme la mano.

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