Una desagradable avería en la ISS hace saltar las alarmas: "Vivo con miedo a la Amenaza Fantasma"

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Una reciente avería en uno de los inodoros del segmento estadounidense de la Estación Espacial Internacional (ISS) ha provocado importantes molestias entre la tripulación. El astronauta Takuya Onishi, miembro de la Expedición 73, ha descrito la situación con ironía, afirmando que está "viviendo con miedo a la Amenaza Fantasma", en alusión al desagradable olor provocado por la incidencia técnica.

Este fallo técnico ha alterado de forma significativa la rutina a bordo. Onishi, conocido por compartir su día a día en redes sociales, confesó haber renunciado incluso a su habitual taza de café para evitar agravar la situación. "Tuve que pasarme la mañana de ayer sin tomar ni siquiera una taza de café", explicó. Una medida que deja ver la seriedad con la que se está afrontando el problema.

Problemas persistentes en el sistema de saneamiento

La reparación de urgencia realizada por la astronauta Nicole Aunapu Mann permitió recuperar temporalmente el uso del inodoro afectado. No obstante, el sistema continúa siendo inestable y obliga a los astronautas a mantener un elevado nivel de vigilancia. Según Onishi, no es la primera vez que se enfrenta a esta situación: hace apenas unos días dedicó dos horas a sustituir un componente esencial del inodoro encargado de centrifugar la orina y el aire.

La reiteración de fallos ha llevado a que Onishi, con tono jocoso, comparara el uso del baño con una "ruleta rusa". En varias ocasiones, la señal de alerta se ha activado durante la noche, obligándole a intervenir sin despertar a sus compañeros. En palabras del control de Houston, el astronauta japonés "es el elegido", ya que ha estado presente en cinco de las seis fallas detectadas.

Una tecnología avanzada con desafíos constantes

La ISS dispone de cuatro inodoros: dos en el segmento ruso y otros dos en el módulo estadounidense Tranquility. Estos sistemas están diseñados para operar en microgravedad mediante succión de aire, reciclando la orina para convertirla en agua potable. Los desechos sólidos se almacenan en bolsas selladas que son eliminadas en naves de carga como las Cygnus o Progress, que se desintegran al reentrar en la atmósfera.

Pese a su sofisticación, los fallos en estos dispositivos son frecuentes. El modelo más reciente, conocido como UWMS, ha mostrado múltiples problemas desde su instalación. Las labores de mantenimiento recaen sobre los propios astronautas, quienes deben realizar reparaciones complejas en condiciones limitadas de espacio y gravedad.

La situación no se limita al sistema de baños. Recientemente, el Comité de Seguridad de la NASA ha advertido del estado general de la estación, indicando que su estructura y sistemas muestran claros signos de envejecimiento. La acumulación de pequeñas averías, como esta última relacionada con el inodoro, pone de relieve la necesidad de revisar y reforzar la infraestructura de la ISS.