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La revuelta de calvos en internet que invierten en criptomonedas para recuperar el pelo
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¿Una secta cripto-calva?

La revuelta de calvos en internet que invierten en criptomonedas para recuperar el pelo

En internet hay un ejército de hombres jóvenes diseñando cremas, haciendo ensayos clínicos caseros y comerciando con criptomonedas su conocimiento alopécico. Todo por una causa común: vencer la calvicie sin recetas médicas

Foto: Un hombre mira su móvil en la calle. (Unsplash)
Un hombre mira su móvil en la calle. (Unsplash)
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"Hola, soy nuevo aquí. Llevo 3 años con entradas y ya no me atrevo ni a salir sin gorra. ¿Qué os ha funcionado a vosotros? ¿Minoxidil o finasterida? ¿Qué opináis del medicamento TM?". Así empieza una tarde cualquiera en uno de los foros más extraños del ecosistema cripto. No es sobre Bitcoin, ni NFTs, ni sobre especulación con memecoins. Se llama HairDAO y reúne a miles de jóvenes, en su mayoría hombres, que han convertido su calvicie incipiente en una causa compartida y, para algunos, una inversión. Una comunidad online dedicada a encontrar “una cura” para la alopecia. Los usuarios se identifican con nombres como FollicleWarrior o ReGrow88, y no es raro verles compartiendo fotos de sus calvorotas, resultados de análisis de sangre, o gráficos de crecimiento capilar como si de acciones de bolsa se tratara. No están aquí por diversión: están aquí porque se están quedando calvos y quieren frenarlo como sea.

En 2023, dos inversores de Nueva York, Andrew Verbinnen y Andrew Bakst, lanzaron un proyecto llamado HairDAO que ahora se ha trasladado a foros, páginas webs y hasta tiendas de e-commerce. Su idea se basa en el movimiento DeSci (abreviatura de "ciencia descentralizada"), que quiere aplicar las tecnologías del mundo blockchain —como las criptomonedas— a la investigación médica. Aquí la idea es que cualquier persona, desde científicos profesionales hasta un usuario anónimo con tiempo libre y conocimientos de biología, pueda participar en la búsqueda de tratamientos médicos para la calvicie, proponiendo ideas, diseñando experimentos o colaborando de otras formas.

Lo curioso de todo esto es que si su aporte ayuda al avance científico, reciben a cambio tokens digitales llamados HAIR. Estos tokens no solo sirven como recompensa: también otorgan derecho a votar sobre las decisiones del proyecto o dan acceso a una parte de las ganancias de futuros tratamientos desarrollados por la comunidad. Llámalo mezcla entre startup de salud, foro de autoayuda y estructura piramidal.

Para los de fuera, es simplemente otro ejemplo de cómo el universo cripto busca desintermediar todo, incluso la medicina. Para los de dentro, una manera honesta de acelerar la investigación sobre un tema que afecta a millones pero que, según ellos, recibe poca atención farmacéutica. De hecho, HairDAO se presenta como alternativa a la lentitud y los intereses del sector. "Las compañías tradicionales están diseñadas para cobrar lo máximo posible a los pacientes. Nosotros somos propiedad de los pacientes", dicen en su web.

placeholder Captura de pantalla de la página web oficial de HairDAO.
Captura de pantalla de la página web oficial de HairDAO.

Pero esas promesas también significa que muchas de las cosas que aquí se investigan y venden no han pasado ningún control externo. Buena parte de los tratamientos se comercializan a través de Anagen, una tienda online asociada a la DAO que ofrece fórmulas "personalizadas" por suscripción. Una de las más populares, la llamada Growth Maxi, combina finasterida y minoxidil —dos medicamentos conocidos para tratar la alopecia— con otras sustancias más polémicas, como liotironina (una hormona tiroidea) o latanoprost (habitualmente usado para el glaucoma). Todo por 49,99 dólares al mes. El champú FolliCool, de 200 ml, cuesta 49,95 dólares. Todo sin pasar por farmacias, ni etiquetas tradicionales, ni validación oficial.

¿Una secta cripto-calva?

La lógica de HairDAO es simple: monetizar el conocimiento colectivo de miles de calvos frustrados. “La pérdida de cabello es un problema global. Utilizar la estructura de una DAO nos permite incentivar sin fricciones la participación sin fronteras”, proclaman en su web. La comunidad propone líneas de investigación, vota con su token HAIR qué estudios financiar, y publica los resultados en su revista interna: Hair Cuts. Pero lo que diferencia a HairDAO de otros experimentos de salud digital es su comunidad, extremadamente activa y volcada. Algunos de los estudios que han llevado a cabo —incluidos ensayos en humanos para probar una crema hecha por ellos mismo— han sido diseñados por usuarios anónimos del foro online Discord. “Los mejores investigadores sobre alopecia son de gente random de internet”, decía uno de sus fundadores en un podcast.

Sin embargo, este enfoque democrático también implica cierto caos. El fármaco más debatido en sus foros es el TM5441 (o simplemente "TM"), un inhibidor de la proteína PAI-1 originalmente investigado para tratar el cáncer. En los grupos de Telegram los usuarios contaban efectos secundarios escalofriantes. "Chicos, dejad de usar TM. Me he encontrado sangre en el semen", avisaba uno. "Quizá tomabas demasiada, eso puede causar hemorragias internas", contestaba otro.

placeholder Captura de pantalla del servidor de Discord de HairDAO.
Captura de pantalla del servidor de Discord de HairDAO.

El que responde es Jumpman, una figura central dentro del ecosistema HairDAO, tratado casi como una celebridad. En la propia newsletter de la DAO lo llaman su “rey” y "salvador". No tiene titulaciones profesionales, pero sí una gran reputación dentro del grupo por haber propuesto varios estudios que luego otros han seguido, como el del fármaco TM. "No vayas en moto si lo tomas, jaja", escribió Bakst en Discord, en referencia a sus efectos secundarios anticoagulantes. Aunque HairDAO ni Anagen venden este compuesto directamente, es uno de los productos más debatidos por sus miembros, que a menudo lo obtienen por su cuenta. Jumpman ha ganado así miles de dólares en HAIR.

En conversación con El Confidencial, uno de sus miembros que prefiere no revelar su identidad confiesa que preferiría que hubiera más datos sobre seguridad de los productos que aquí se debaten y comercializan. "Llevo dos años en esta comunidad y cuando llegué fue un poco como todos, imagino, buscando consejos en internet para frenar la caída. No tengo conocimientos científicos, así que no puedo aportar a la investigación ni contrastar, pero si me atreviera a probar algo, sería el T3 (otro de los remedios caseros que más notoriedad tienen en el grupo). La dosis tópica que usan es literalmente 1.000 veces menor que la dosis oral que usan las personas que tienen receta por otras razones de salud... eso al menos me parece un riesgo bastante bajo", explica. Dice que su primer contacto con HairDAO le preocupó. "Creía que se trataba de una estafa rara de criptomonedas, pero cuando indagas más ves que se preocupan realmente de la investigación", añade.

La finasterida, otro de los compuestos más empleados y usados en el mundo para tratar la pérdida de cabello masculina (alopecia androgénica) y que tiene aquí una legión de defensores, ha sido foco de una amplia literatura académica por sus posibles efectos secundarios adversos, aunque en un porcentaje relativamente bajo (del 2 al 15%). Algunos de los más comunes incluyen problemas sexuales como disfunción eréctil, disminución de la líbido y problemas de eyaculación. También se ha asociado con la depresión, e incluso, en algunos casos, con ideas suicidas. Este diario contó hace unos meses la historia de un joven que se precipitó desde una azotea de la Castellana, en Madrid. Según pudo saber El Confidencial, dejó una carta de despedida en la que decía no poder dormir ni podía concentrarse en nada, lo que había hecho de su vida "un infierno". Mencionaba a este fármaco como el detonante de sus problemas.

placeholder Captura de pantalla del foro interno de HairDAO.
Captura de pantalla del foro interno de HairDAO.

¿Es legal todo esto? Depende. Según explicaba la experta en bioética y profesora de la Universidad Estatal de Ohio, Patricia Zettler, en un artículo de 404, "experimentar uno mismo queda fuera del ámbito de regulación, pero distribuir tratamientos a otros sí entra en conflicto con las leyes sanitarias". HairDAO insiste en que no es una institución médica y que sus miembros deben "consultar con su médico, a su propia discreción", pero eso choca con la idea de que hayan realizado ensayos clínicos en humanos, incluyendo uno con liotironina tópica, en el que participaron seis voluntarios de Discord. "No hacemos ninguna afirmación sobre la seguridad ni la eficacia de la T3 tópica", dicen sus dueños. Pero el producto se sigue vendiendo en Anagen.

La angustia capilar masculina, un negocio en alza

Lo que para algunos es colaboración científica, para otros es monetización de la desesperación. HairDAO recompensa con tokens HAIR también a quienes simplemente suben datos de sus tratamientos a su app, una forma de convertir cada cuero cabelludo en un pequeño laboratorio. Esta criptomoneda ha llegado a valer 150 dólares por unidad, aunque ahora ronda los 38, con una supuesta capitalización de mercado de más de 6 millones, según se vanagloria el grupo.

Sin embargo, Fernando Gutiérrez, inversor y experto en criptodivisas, discrepa en que este fenómeno tenga algo de relevancia ahora mismo en el mundo cripto. "Si te fijas en CoinMarketCap (una plataforma que proporciona información y datos sobre criptomonedas, incluyendo precios y capitalización) no se ha comprobado que el número de tokens sea el que dice el proyecto, ni siquiera se atreven a asumir la responsabilidad sobre esos 6 millones e indican con un signo de advertencia que no hay validación", señala.

"Lo único que se puede saber es que cotiza en el mercado Uniswap, pero cualquier puede abrir la cotización de un token, así que la existencia de un mercado no nos dice nada por sí misma. Además, los volúmenes diarios de negociación son de unos pocos dólares al día. Ayer 3 dólares. El sábado 4. También hay algunos días de varios miles, pero eso podría ser el equipo del proyecto liquidando. Según Uniswap, hay 536 monederos con HAIR. Y una persona puede tener todos los que quiera. Dudo mucho que haya más de 50-100 personas usando esto", añade.

placeholder Datos aportados por HairDAO sobre su criptomoneda.
Datos aportados por HairDAO sobre su criptomoneda.

Por otro lado, la tienda Anagen consiguió facturar 1.000 dólares en sus primeros dos días. Solo el champú FolliCool ha hecho 29.000 dólares de caja hasta la fecha. Que haya mercado para esto no sorprende. Según un reciente estudio de Medihair, España es el país del mundo con mayor proporción de hombres calvos: el 44,5%. Y la pérdida de cabello afecta profundamente a la autoestima. De hecho, las investigaciones lo respaldan: la caída del cabello está asociada a niveles más altos de depresión, ansiedad y fobia social. En hombres jóvenes, el impacto puede ser aún más grande. "La cultura valora el pelo como símbolo de juventud y virilidad", explica Tom Wooldridge, psicólogo clínico y autor de estudios sobre la dimensión psicoanalítica de la calvicie. "Muchos hombres no son conscientes de cuánto les afecta emocionalmente hasta que lo hablan en terapia", añade.

Mientras tanto, HairDAO sigue engrosando sus filas de nuevos voluntarios: "¿Tienes habilidades? Cuéntanos cómo puedes ayudarnos a detener la caída del cabello”. Parece una parodia de El Mundo Today, pero dentro de esta burbuja se vive como toda una cruzada épica. "Las DAOs (Organizaciones Autónomas Descentralizadas) como concepto llevan funcionando bastante tiempo y es una forma de organización de proyectos que tiene muchas ventajas, pero en cuanto empezamos a jugar con tokens que no sirven para nada y la ludopatía humana, la cagamos. En el caso de HairDAO —y muchos otros parecidos— son intentos de enriquecimiento más o menos obvios de los que los lanzan. Ahora bien, si alguien quiere colaborar a ese objetivo, no seré yo quien diga que no pueden hacerlo", apunta Gutiérrez.

Para muchos de sus miembros, participar en HairDAO no es solo intentar recuperar el pelo, es también "recuperar el control". Creen que la industria les está ocultando algo y demuestra cómo las comunidades digitales han empezado a reformular el acceso y la producción de conocimiento médico sin pasar por los canales tradicionales de validación científica. Lo hacen arriesgando sus propias vidas. Pero todo sea por el bendito pelo.

"Hola, soy nuevo aquí. Llevo 3 años con entradas y ya no me atrevo ni a salir sin gorra. ¿Qué os ha funcionado a vosotros? ¿Minoxidil o finasterida? ¿Qué opináis del medicamento TM?". Así empieza una tarde cualquiera en uno de los foros más extraños del ecosistema cripto. No es sobre Bitcoin, ni NFTs, ni sobre especulación con memecoins. Se llama HairDAO y reúne a miles de jóvenes, en su mayoría hombres, que han convertido su calvicie incipiente en una causa compartida y, para algunos, una inversión. Una comunidad online dedicada a encontrar “una cura” para la alopecia. Los usuarios se identifican con nombres como FollicleWarrior o ReGrow88, y no es raro verles compartiendo fotos de sus calvorotas, resultados de análisis de sangre, o gráficos de crecimiento capilar como si de acciones de bolsa se tratara. No están aquí por diversión: están aquí porque se están quedando calvos y quieren frenarlo como sea.

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