El mejor remedio para los mosquitos es este invento que además enfría tu casa sin gastar luz

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Mostiglass se presenta como una alternativa revolucionaria para quienes desean combatir el calor y los mosquitos sin renunciar al confort ni comprometer su salud. Esta innovadora malla, diseñada para instalarse en puertas y ventanas, ofrece una solución eficaz a los dos principales inconvenientes del verano en los hogares: las altas temperaturas y la presencia de insectos.

El desarrollo de Mostiglass ha sido obra de Nathalie y François Capitaine, una pareja con formación en física, química y ciencia de materiales. Ambos detectaron la necesidad de crear un producto duradero, estético y funcional, especialmente tras años viviendo en distintas regiones del mundo afectadas por climas extremos y presencia masiva de mosquitos. La solución llegó tras una larga etapa de investigación y desarrollo.

El secreto detrás del funcionamiento de esta malla radica en el efecto Venturi. Gracias a un diseño milimétrico de microperforaciones realizadas con láser sobre policarbonato, el aire que atraviesa la estructura se acelera, lo que provoca una reducción de su temperatura antes de entrar en el interior del domicilio. De esta forma, se puede disminuir hasta en 10 grados la sensación térmica del ambiente.

La estructura de policarbonato, el mismo material empleado para fabricar lentes ópticas, garantiza una alta resistencia, transparencia y una vida útil estimada en hasta 10 años. A diferencia de las mallas convencionales, Mostiglass no se deforma ni oscurece con el paso del tiempo, permitiendo además la entrada de luz natural sin generar sombras incómodas.

Instalación a medida y validación sanitaria

El producto se comercializa en versiones rígidas y flexibles, adaptándose a las distintas necesidades de los usuarios. La instalación es sencilla gracias a que cada unidad se fabrica a medida, lista para su colocación, lo que elimina la necesidad de grandes obras o complicados procesos técnicos. Además, ha sido validado por un laboratorio acreditado por la Organización Mundial de la Salud, siendo la primera mosquitera sin insecticida en obtener tal reconocimiento.

GoCap, la empresa creada por los Capitaine para gestionar la fabricación y distribución del producto, tiene su sede en la localidad de Hinx, en el suroeste de Francia. Desde allí, se ha consolidado como un proveedor de referencia tanto para instituciones públicas como privadas. Entre sus clientes destacan el Ayuntamiento de París, otras ciudades como Burdeos y Toulouse, así como organismos como el ejército francés y diversas agencias regionales de salud.

El coste de Mostiglass varía en función del formato: la versión flexible parte desde los 35 euros por metro cuadrado, mientras que la rígida alcanza los 80 euros por metro cuadrado. A pesar de ser más caro que una mosquitera tradicional, sus creadores insisten en que esta inversión se compensa rápidamente gracias al ahorro energético que supone reducir el uso de aire acondicionado, además de mejorar la calidad de vida en el hogar.

Durante los meses fríos, Mostiglass también actúa como aislante térmico, lo que ayuda a conservar el calor interior al ventilar la vivienda, reduciendo así la pérdida de energía. Al prescindir del uso de químicos, se convierte en una opción respetuosa con la salud y el medioambiente, lo que refuerza su atractivo en mercados internacionales donde la protección contra insectos es una necesidad básica.