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He probado el nuevo buscador de Google que va a cambiar todo (y que pronto podrás usar)
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UN CAMBIO EN SUS PRIMEROS PASOS

He probado el nuevo buscador de Google que va a cambiar todo (y que pronto podrás usar)

Que la IA haya llegado al corazón del buscador más utilizado del planeta solo significa una cosa: ya no volveremos a navegar igual por internet. Estas son las claves y todo lo que cambia

Foto: La IA ya ha entrado hasta la cocina en las búsquedas de Google. (M. Mc)
La IA ya ha entrado hasta la cocina en las búsquedas de Google. (M. Mc)
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Google sigue siendo una caja blanca. Pero lo que ocurre al teclear algo en ella cambia radicalmente si lo haces desde Estados Unidos o desde Europa. Quizá desde hace unos meses, alguno de ustedes se han encontrado que cuando pulsan en un resultado de Google Maps tras preguntar algo en el buscador, el clic no funciona.

Nada se ha roto. La compañía tuvo que desactivar esos enlaces para cumplir con la Ley de Mercados Digitales de la UE, que busca frenar los abusos de posición dominante. Aquí todo sigue funcionando igual. No es la única diferencia. Por esa misma razón, la multinacional ya no muestra en Europa servicios que permitían comprar directamente desde la página de resultados billetes de avión o reservar noches de hotel.

Pero desde esta semana, usarlo a un lado y otro del Atlántico va a ser un poco más diferente. Google ha utilizado su conferencia I/O para dejar más claro que nunca su ruta con la inteligencia artificial y, en el caso del buscador, eso conlleva poner esta tecnología en el centro de la que para cientos, quizá miles, de millones de personas en todo el mundo es la gran puerta de acceso a internet.

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Ese gran cambio se refleja en el Modo AI, liberado para todos los usuarios estadounidenses esta semana. Quizá le suene que la empresa ya había hecho algo así, pero no hay que confundir esto con AI Overviews, esa función que saltó al estrellato después de que llegase, obviamente por error, a recomendar a un usuario echar pegamento en la pizza. Esta herramienta, que ya acumula más de 1.500 millones de usuarios activos según la empresa, se presentó hace dos años y corre libre en varios países desde hace doce meses. Se trata de un módulo que aparece (no siempre) en la parte superior de la página de resultados y nos intenta dar un resumen de lo que estamos intentando saber.

Pero el Modo AI es otra cosa. Adiós a las páginas con enlaces azules, anuncios y módulos patrocinados. Aquí no se navega: se conversa. De la misma manera que se hace en ChatGPT, o Gemini, el chatbot de Google, el objetivo es obtener una respuesta clara en lugar de una lista de enlaces.

¿Recuerdan esa frase de ‘Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad’? Pues aquí se podría parafrasear como: ‘Un pequeño paso al usuario, pero que reescribe por completo cómo usamos internet’. Porque utilizarlo será tan fácil como seleccionar la opción en las pestañas superiores e introducir tu consulta en una caja. Pero su simple aparición ya es una enmienda a la totalidad del internet con el que varias generaciones, incluida la del que ha escrito estas líneas, ha crecido.

placeholder Portada del Modo AI.
Portada del Modo AI.

Es probable que nunca se sepa cuándo Google pretendía hacer este cambio, pero la sensación generalizada es que le ha tocado hacerla de manera mucho más acelerada de lo que pensaba y forzado por el empuje de ChatGPT o soluciones más especializadas como Perplexity. Si OpenAI no llega a entrar en liza, probablemente ellos mismos hubieran forzado este cambio, pero hubiesen estirado más tiempo su actual modelo, que sigue traduciéndose en muchos millones de dólares cada año.

Hemos podido probarlo en versión escritorio, cambiando la localización de la cuenta de Gmail y accediendo a Labs, la plataforma donde la compañía deja activar funciones a medio cocinar antes de servirlas al gran público. Este tipo de búsqueda, por supuesto, estará disponible para móviles.

“Por ahora está solo en Estados Unidos. Cada país y región tiene normativas muy distintas, así que vamos avanzando según nuestra tecnología esté lista”, comenta Robby Stein, vicepresidente de producto de Search, directivo con el que este periódico tuvo la oportunidad de charlar estos días. Stein, por cierto, ejerció ese mismo rol en Artifact, una aplicación creada por los cofundadores de Instagram que pretendía aplicar la IA para la curación de noticias. El invento naufragó por “falta de mercado objetivo” y sus restos fueron comprados por Yahoo.

Foto: Así puedes usar la Inteligencia Artificial para resumir mails aburridos y vídeos de YouTube (ijeab para Freepik)

Stein insiste en un mantra que otros peces gordos de Mountain View, como la todopoderosa vicepresidenta de Búsquedas, Liz Reid, han repetido estos días. “AI Mode no reemplaza la búsqueda tradicional. Es un complemento para preguntas largas, difíciles o más complejas”, apunta durante nuestro encuentro, a la par que recuerda que el buscador clásico seguirá, por ahora, siendo la página de inicio. “Son millones de personas las que lo utilizan y queremos que los cambios sean naturales para los usuarios”, justifica sobre esta decisión, a la par que recuerda que la IA también está presente.

Pero la sensación que a uno le queda cuando lo prueba es que, por mucho que intenten convencernos de lo contrario, este es el principio de un enorme cambio y que el internet con el que millones de personas hemos crecido ha desaparecido por completo. ¿Cuántas se van a dedicar a navegar entre enlaces cuando tienen un asistente que les da una información cerrada?

placeholder Respuesta a una consulta de compra. Foto: M. Mc.
Respuesta a una consulta de compra. Foto: M. Mc.

El funcionamiento es sencillo. Es igual que utilizar un chatbot. Uno introduce una consulta y la máquina echa a andar. Mientras esperas la respuesta, puedes ver la secuencia de búsqueda que está realizando e incluso una miniatura en la que se puede identificar algunos de los sitios donde está consultando para elaborar su resumen.
“La IA de Google genera docenas de consultas de seguimiento para entender mejor tu pregunta y aprovecha toda nuestra infraestructura de búsqueda”, detalla Stein.

Hice varias pruebas de muy distinta naturaleza. Rápidamente me di cuenta de que cuantos más detalles y más información proporciones al sistema, más completa y ajustada será la respuesta. Vamos, como ocurre con las peticiones a ChatGPT. Pregunté desde que me ayudara a pensar recetas con tres ingredientes que me quedaban en la nevera hasta que me sugiriera un box de CrossFit que tuviera la opción de sacar entradas para días sueltos durante una escapada con amigos a Alicante.

Foto: El logo de Google, visto en la sede de Nueva York. (Reuters/A. Kelly)

En este último caso, me señaló los centros, me dio una breve descripción, me los colocó en un mapa y me sugirió llamar para cerciorarme de que tenían sitio y horas el día que más me encajase. En el lateral, un bloque con enlaces a Instagram. La sensación fue la de no necesitar profundizar más y di mi consulta por finalizada. Con las recetas, por ejemplo, sentí que si quería realmente hacer una de ellas, tenía que pinchar y profundizar.

Se me ocurrió subir el listón y le pedí que me sugiriera ordenadores portátiles de varios precios capaces de correr programas pesados. Empezó a elaborar la guía de compra y en cada bloque me coló dos módulos de compra con los modelos que mencionaba. Este punto es uno de los que más conflicto puede generar en la expansión de la función, por ejemplo, a mercados europeos. Google va a tener que ser muy transparente para justificar por qué salen esos enlaces concretos y no otros, y para demostrar que esto no vulnera la competencia que Bruselas pretende lograr en los mercados digitales.

placeholder Respuesta de una de mis consultas. Foto: M. Mc.
Respuesta de una de mis consultas. Foto: M. Mc.

Probé con información de actualidad. Pregunté si el Athletic Club había ganado sus últimos partidos. Y aquí me encontré un pequeño fallo: daba por perdido un encuentro que el conjunto vasco había ganado. Al preguntarle por noticias concretas, en el primer caso, me devolvió solo un conjunto de enlaces, sin hacer ningún tipo de comentario más allá de recomendar visitar esos sitios.

Cuando pregunté al vicepresidente de producto por esto, la respuesta fue que el modelo optaba por esa vía. “A veces, lo más útil que puede hacer nuestra IA es simplemente mostrarte los enlaces más recientes si no está segura de poder aportar contexto adicional fiable”. Pregunté por decenas de noticias, algunas ocurridas dos o tres horas antes, y AI Mode no volvió a repetir lo de devolver únicamente los enlaces. Me daba resúmenes de los asuntos que le preguntaba y añadía discretos links para continuar la navegación.

Cambios en el tráfico y la publicidad

Stein niega que el lanzamiento de AI Mode vaya a suponer un cambio en la relación con los responsables de los sitios web y medios de comunicación. “Insertamos bloques de lectura adicionales para profundizar”, defiende. “Hemos visto que los usuarios que llegan desde la IA se quedan más tiempo porque ya tienen contexto”, añade. Lo que no dice es cuántos usuarios se quedan por el camino y cuántos profundizan, pero ya hay diferentes estudios que apuntan a que el tráfico orgánico dirigido a las páginas de terceros retrocede notablemente cuando se implementan estos sistemas.

Esto no termina de convencer a los responsables de muchos sitios web. Una desconfianza que se plasma en las palabras de la presidenta de News Media Alliance, una plataforma que incluye al New York Times, entre otros, que definió este nuevo sistema como “robo” y pidió que la Justicia evite que una empresa solo “domine internet”. El debate está servido. Google lleva años construyendo un sistema de búsqueda que ha sido condenado por monopolio, en donde el negocio está en que el usuario haga clic y pinche enlaces a diferentes webs. Con el nuevo sistema, esto se va a reducir notablemente. Pero Google sigue necesitando del contenido para funcionar y dar a la gente lo que busca.

placeholder AI Mode empezará a funcionar con Gemini 2.5. Foto: Reuters.
AI Mode empezará a funcionar con Gemini 2.5. Foto: Reuters.

Esto también es aplicable a la publicidad. Aunque Sundar Pichai habló de Google como una empresa multidisciplinar (mencionó Cloud, Workspace, Waymo…), lo cierto es que lo de los anuncios es el principal sustento de la multinacional. Stein insiste en que este negocio puede salir reforzado.

“La publicidad seguirá estando integrada, pero esperamos que sea incluso mejor y más útil con la hiperpersonalización”, aclara. “Si preguntas por zapatillas para correr de menos de 100 dólares para alguien con dolor de pies, la IA entiende todos esos matices y te mostrará productos, de los que algunos podrían ser de anunciantes”, apunta, a la par que insiste en que la experiencia es más valiosa. “Ya no rebotan dando clic sin saber bien lo que buscan”.

AI Mode está aún en construcción. En las próximas semanas empezará a funcionar con Gemini 2.5, la última hornada de modelos presentados en el Google I/O, que la compañía ha presentado como un avance sustancial frente a los anteriores desarrollos y a la competencia.

Foto: Logo de Google. (Reuters)

En el futuro también se va a lanzar la integración con otros servicios de la compañía, empezando por Gmail, con el objetivo de ofrecer respuestas más personalizadas. “Obviamente, no vamos a querer personalizar una pregunta de quién fue el primero que llegó a la Luna. Es algo que tiene que ver con preguntas más personales”, remata.

Y es que la compañía no quiere que esto sea un buscador, una simple rotonda que dirija el tráfico a otro lado. Quieren que las cosas sucedan en AI Mode. Y ahí entra en juego el Project Mariner, destinado a crear agentes inteligentes capaces de hacer acciones por nosotros. Esto permitiría, por ejemplo, que esta función se ofrezca a hacer seguimiento de precios y comprarlos en tu lugar cuando estén al precio más bajo. “Queremos que no solo encuentres cosas, sino que la IA las haga por ti: reservar una cita, comprar un billete, etc", explica Stein.

Así quiere Google que compres ropa

Una buena manera de ver cómo pretende Google conseguir que hagas la compra desde su nuevo buscador, sin salir de su plataforma, es repasar todo lo que ha presentado relacionado con las compras de ropa. Podrás indicar al nuevo sistema lo que estás buscando, dando detalles de todo tipo para que te muestre productos que encajen con tu solicitud. También lanzará consultas paralelas para encontrar otras cosas que te puedan interesar. En el caso de que sean pantalones, blusas, camisetas, jerséis, chaquetas o prácticamente cualquier prenda, AI Mode ofrecerá la oportunidad de probártela. También hemos podido probar esta herramienta, que estará disponible para los usuarios estadounidenses en verano.

placeholder Explicación y uno de los looks creados. Foto: M. Mc.
Explicación y uno de los looks creados. Foto: M. Mc.

Usarlo es tan fácil como escoger una foto de cuerpo entero con el fondo despejado, cargarla y seleccionar la prenda para, en unos pocos segundos, ver cómo queda. La compañía asegura que las capacidades de Gemini le permiten entender cómo se comportan los tejidos en cada tipo de cuerpo, y por eso la imagen que nos ofrecerá será más ajustada a cómo nos queda en realidad que otras herramientas vistas hasta ahora que prometían cosas similares.

placeholder Vista de la foto original, el look y la adaptación. Foto: M. Mc
Vista de la foto original, el look y la adaptación. Foto: M. Mc

Cuando encuentras lo que buscas, puede que no quieras comprarlo al momento. Somos muchos los que tenemos los carritos llenos a la espera de que llegue un Prime Day, un Black Friday o simplemente un descuento. En este sentido, Google lanzará una función llamada ‘Agentic Checkout’ para vigilar esas bajadas de precio en tu lugar. El usuario solo tendrá que activar la opción y darle algunos datos como precio, talla, color, así como el importe máximo que quiere gastar. Cuando el rastreador detecta que se cumplen los parámetros, te avisa y, con un simple ‘Comprar por mí’, realiza todo el proceso.

A la larga, parece Google no quiere que salgas de su ecosistema. Quiere que preguntes, compares, elijas, compres y leas… sin necesidad de abandonar casi nunca AI Mode. Y eso, en términos de poder e influencia, lo cambia todo.

Google sigue siendo una caja blanca. Pero lo que ocurre al teclear algo en ella cambia radicalmente si lo haces desde Estados Unidos o desde Europa. Quizá desde hace unos meses, alguno de ustedes se han encontrado que cuando pulsan en un resultado de Google Maps tras preguntar algo en el buscador, el clic no funciona.

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