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El invento que hará que dejes de odiar las videollamadas llegará este año a tu oficina
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¿TE ACUERDAS DEL SINDROME DE ZOOM?

El invento que hará que dejes de odiar las videollamadas llegará este año a tu oficina

El proyecto Starline, capaz de generar videollamadas holográficas sin accesorios se convierte en una realidad comercial tras cuatro años como experimento. Incorporará una de las funciones más comentadas del I/O

Foto: Ejemplo de una videollamada. (Google)
Ejemplo de una videollamada. (Google)
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Cuando Google presentó el proyecto Starline, las videollamadas parecían mucho más importantes que ahora. Era el año 2021, el teletrabajo seguía en niveles pandémicos y todavía había muchas restricciones para tratar de contener las continuas oleadas y cepas del coronavirus. Era el momento idóneo para presentar un plan cuyo objetivo era ‘humanizar’ estos encuentros virtuales con una tecnología capaz de mostrar a los interlocutores como hologramas, sin necesidad de que ninguno se pusiera un accesorio como las gafas que hacían falta en su momento para los televisores 3D. La multinacional de Mountain View empezó a trabajar con HP para estudiar su viabilidad.

En el I/O de 2023, cuando todavía no se había decretado la vuelta generalizada a las oficinas, este periódico tuvo la oportunidad de probar un prototipo en la sede de la compañía en California. La experiencia fue impecable y uno salía convencido de que este invento podía enterrar lo único potable del metaverso de Mark Zuckerberg antes incluso de que empezase a despegar: la telepresencia.

Foto: Vista del prototipo de las gafas con Android Xr. (M. McLoughlin)

La jugada se repitió doce meses después, en la siguiente cumbre de desarrolladores. La multinacional promocionaba lo bien que funcionaba y lo maduro que estaba, pero no dejaba de ser un proyecto interno, sin visos de comercialización. Eso, teniendo en cuenta el historial de la compañía a la hora de cancelar proyectos, podría dar pie a pensar que nunca iba a ser una realidad comercial.

Pues nada más lejos de la realidad. Starline fue uno de los anuncios más llamativos que la compañía hizo en la conferencia inaugural de este I/O, explicando que HP empezaría a comercializarlo a finales de este año, cuando estos equipos de videoconferencias se envíen a las empresas interesadas. Y también anunció que dejaba atrás esa denominación para conocerse como Google Beam.

¿Qué extraña brujería utiliza Beam para que tu jefe, al que antes veías plano en la pantalla del ordenador, parezca un holograma casi capaz de pegar un puñetazo en tu mesa? El dispositivo utiliza seis cámaras para capturar a los interlocutores desde múltiples ángulos. Un sistema impulsado por inteligencia artificial se encarga de procesar esas imágenes bidimensionales y generar una reconstrucción tridimensional dinámica.

Y una pantalla de campo de luz de resolución 8K se encarga de reproducirlo. El efecto es francamente convincente. En las breves demostraciones que se hicieron este año volvieron a hacer el truco de la manzana, como en anteriores ocasiones. El encargado de mostrar la tecnología, en una sala diferente, cogía la fruta que estaba sobre su mesa y se la acercaba a su interlocutor. Y les aseguro que realmente parece estar ahí, a pocos centímetros. Aunque se sabe que no está, dan ganas de tocarla y cogerla.

Es cierto que si uno afina el ojo y se pone a escrutar con detalle la imagen, detectará alguna vibración y efecto raro. Pero, por lo general, si no se analiza con lupa, todo resulta sorprendentemente natural. La guinda la pone un sonido espacializado que quiere dar la sensación de que el audio no sale de una pantalla, sino que inunda la sala.

placeholder Pichai, durante la presentación de Beam. Foto: Google
Pichai, durante la presentación de Beam. Foto: Google

Google y HP han creado un diseño de referencia, pero la plataforma está disponible para aquellos fabricantes que quieran dar forma a sus propios dispositivos.

Aunque no se ha detallado para qué aplicaciones estará disponible, se puede presuponer que funcionará con Meet y también con Zoom, que publicó esta semana en sus redes sociales que estaba colaborando con el proyecto. Tampoco se ha desvelado el precio del dispositivo ni la modalidad en la que se distribuirá (adquisición, leasing…), pero lo que sí cuentan desde la compañía es que han conseguido abaratar la tecnología a un coste cercano al de los sistemas de videoconferencia profesional.

Beam tiene como objetivo humanizar y hacer más cercanas las videollamadas. Quizá muchos de los que leen estas líneas no se acuerden, pero hubo mucha gente que acabó achicharrada en lo más intenso de la pandemia de mantener este tipo de encuentros virtuales. Algo que se llegó a bautizar como el ‘síndrome de Zoom’.

Foto: Sundar Pichai, durante la presentación. (Google)
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Este tipo de comunicación, al producirse en una pantalla plana, obligaba a realizar un esfuerzo mayor para detectar, por ejemplo, el lenguaje no verbal. Esto hacía que muchos empezasen a mostrar cierta fatiga visual o problemas de concentración cuando enfrentaban varias seguidas.

Es probable que pienses que eso quedó atrás y que lo de ver a la gente en 3D durante una videollamada no te va a cambiar la vida. Pero no es lo único con lo que Google quiere revolucionar estas comunicaciones.

El proyecto Beam también estrenará una de las funciones que más ha dado que hablar en este I/O: la traducción simultánea. Una herramienta que estará disponible para los suscriptores del plan AI Premium de la compañía. Cuando se activa, un modelo de IA de audio utiliza su voz para traducirla al instante.

La voz original se queda en segundo plano a un volumen menor, mientras que el mensaje traducido se escucha en primer plano. En la demostración de la función, que de momento solo funciona entre inglés y español, se percibe un ligero retraso de un par de segundos, que en absoluto resulta molesto. Es más, recuerda a la traducción simultánea de eventos y conferencias donde un traductor va traduciendo en tiempo real lo que está escuchando en directo. Eso sí, aquí hay una diferencia sustancial: la IA que mueve este sistema intentará emular matices de la voz original, aunque no siempre lo consigue por ahora.

Quizá sea pronto para saber si esto transformará nuestra forma de trabajar, pero lo cierto es que Beam plantea una pregunta: ¿y si la videollamada no era el problema, sino cómo la hacíamos?

Cuando Google presentó el proyecto Starline, las videollamadas parecían mucho más importantes que ahora. Era el año 2021, el teletrabajo seguía en niveles pandémicos y todavía había muchas restricciones para tratar de contener las continuas oleadas y cepas del coronavirus. Era el momento idóneo para presentar un plan cuyo objetivo era ‘humanizar’ estos encuentros virtuales con una tecnología capaz de mostrar a los interlocutores como hologramas, sin necesidad de que ninguno se pusiera un accesorio como las gafas que hacían falta en su momento para los televisores 3D. La multinacional de Mountain View empezó a trabajar con HP para estudiar su viabilidad.

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