Los satélites de la NASA miran a la Tierra y tratan de predecir los fenómenos más destructivos
Los satélites de la NASA tratan de estudiar los cambios en la vegetación que producen estos fenómenos. Se ha empezado a demostrar que es una técnica eficaz con este objetivo
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F3cc%2Fe87%2F43d%2F3cce8743d4fae48414af6d3a3440bbe8.jpg)
- La NASA encuentra una 'mancha negra' como Extremadura en el Sáhara: es por lo que pasó hace 5M de años
- El cielo de Marte se volvió verde y la NASA dicta sentencia: “Es como una película homogénea”
Una nueva línea de investigación liderada por la NASA propone utilizar el comportamiento de la vegetación como señal de advertencia ante erupciones volcánicas. Gracias a imágenes satelitales, los científicos han detectado cambios en el color y la densidad de las hojas que podrían indicar actividad magmática subterránea.
Este enfoque innovador se basa en la absorción de dióxido de carbono por parte de los árboles cuando el magma asciende por la corteza terrestre. El aumento del gas en el entorno provoca un verdor inusual en la vegetación, perceptible desde el espacio mediante satélites como Landsat 8, Terra o Sentinel-2.
NASA Satellite Images Could Provide Early Volcano Warnings : Scientists know that changing tree leaves can indicate when a nearby volcano is becoming more active and might erupt. In a new collaboration between NASA and the Smithsonian Institution, scient… https://t.co/MB312ZkOXL pic.twitter.com/ucyTN9wWU0
— Elysia Segal (@elysiasegal) May 15, 2025
Más allá de su valor científico, esta técnica podría salvar miles de vidas. Alrededor del 10% de la población mundial vive cerca de volcanes activos, donde una alerta anticipada puede marcar la diferencia entre la evacuación a tiempo o la exposición a peligros como flujos piroclásticos, avalanchas de lodo o lluvias de ceniza.
El principal reto de esta investigación es que el dióxido de carbono volcánico resulta difícil de detectar desde el espacio, al confundirse con las altas concentraciones de CO₂ atmosférico. Sin embargo, su efecto sobre los árboles proporciona una vía indirecta para registrar estos cambios.
Investigación sobre el terreno y desde el aire
“Queríamos encontrar una señal que pudiera reemplazar la medición directa del gas”, explicó Robert Bogue, vulcanólogo de la Universidad McGill. Junto con climatólogos y botánicos, ha comprobado que ciertos árboles reaccionan rápidamente a los niveles elevados de CO₂, algo visible en el follaje antes de que el volcán entre en erupción.
Durante una reciente expedición científica, equipos de la NASA, la Smithsonian Institution y Chapman University instalaron sensores en las copas de los árboles cercanos al volcán Rincón de la Vieja, en Costa Rica. Simultáneamente, recolectaron hojas y midieron su fotosíntesis para validar los datos obtenidos por satélite.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fdae%2F137%2Fe6c%2Fdae137e6cf3b922efc513c5fad02d425.jpg)
“Nuestra investigación es un cruce entre la ecología y la vulcanología”, explicó Josh Fisher, responsable del equipo. “Estamos estudiando tanto la reacción de los árboles ante el CO₂ volcánico como su capacidad de absorción, lo que también ofrece pistas sobre el futuro climático del planeta”.
La efectividad del sistema depende en gran medida del tipo de vegetación que rodea cada volcán. Algunos se encuentran en zonas áridas o montañosas donde apenas hay árboles, lo que dificulta la interpretación. Además, fenómenos como incendios forestales o enfermedades vegetales pueden alterar el color de las hojas y generar falsos positivos.
Ya hay casos de éxito
No obstante, los estudios en zonas boscosas como el monte Etna han confirmado una relación clara entre el CO₂ subterráneo y el estado de la vegetación. Nicole Guinn, investigadora de la Universidad de Houston, ha demostrado que los datos captados por Landsat y otros satélites coinciden con las observaciones de campo.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F6e1%2F277%2F1be%2F6e12771be61d94960705ea8623ea6582.jpg)
En diciembre de 2017, las autoridades filipinas lograron evacuar a más de 56.000 personas gracias a una red de sensores de CO₂ y SO₂ instalada en el volcán Mayón. La erupción comenzó semanas después, sin causar víctimas. Esta experiencia refuerza el valor de anticiparse a los signos de actividad volcánica, por sutiles que sean.
“No existe una única señal que nos diga cuándo va a erupcionar un volcán”, indicó Florian Schwandner, jefe de la División de Ciencias de la Tierra de la NASA. “Pero observar los efectos del CO₂ en los árboles podría cambiar las reglas del juego”.
- La NASA encuentra una 'mancha negra' como Extremadura en el Sáhara: es por lo que pasó hace 5M de años
- El cielo de Marte se volvió verde y la NASA dicta sentencia: “Es como una película homogénea”
Una nueva línea de investigación liderada por la NASA propone utilizar el comportamiento de la vegetación como señal de advertencia ante erupciones volcánicas. Gracias a imágenes satelitales, los científicos han detectado cambios en el color y la densidad de las hojas que podrían indicar actividad magmática subterránea.