Sale a la luz la consecuencia inesperada de la actividad espacial de SpaceX (y EEUU la querría silenciar)

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Una investigación científica ha detectado la presencia de metales en la atmósfera superior, una señal que apunta a las reentradas de satélites como posible causa. La aparición de estos elementos coincide con una propuesta del Gobierno de EEUU para eliminar fondos destinados a analizar este fenómeno.

El equipo responsable del descubrimiento pertenece a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), que en colaboración con la NASA utilizó un avión WB-57 para obtener muestras a gran altitud. El análisis reveló más de veinte tipos de metales, como aluminio, cobre, litio o niobio, que no deberían encontrarse de forma natural en la estratosfera.

Según los expertos, estos elementos provienen de la desintegración de cohetes y satélites al reingresar en la atmósfera. La preocupación se centra ahora en el efecto acumulativo que podrían tener estas partículas sobre el equilibrio atmosférico y fenómenos como la degradación de la capa de ozono.

El contexto en el que se produce este hallazgo está marcado por la actividad creciente de SpaceX. Su constelación Starlink ya ha lanzado unos 8.400 satélites, de los cuales más de 1.000 han reentrado y se han desintegrado. Esa cifra se prevé aún mayor en los próximos años debido al impulso de nuevos proyectos espaciales.

El freno institucional

Como cuenta el medio The Guardian, la Casa Blanca ha propuesto eliminar el presupuesto federal que sustentaba dos líneas de trabajo: la continuación del muestreo atmosférico y un taller técnico que involucraba al sector privado. Ambas iniciativas podrían desaparecer si los nuevos presupuestos reciben aprobación legislativa.

Un portavoz de la organización Public Employees for Environmental Responsibility advirtió: "Hay una motivación política", y añadió que "los intereses comerciales de Elon Musk no son ajenos a esta decisión". La posible relación entre recortes científicos y beneficios empresariales ha generado suspicacias en parte de la comunidad ambiental.

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El número de reentradas, actualmente de varias al día, podría multiplicarse con la expansión de las constelaciones de internet satelital. A largo plazo, los científicos temen que la acumulación constante de metales altere procesos climáticos globales cuya estabilidad depende de la composición atmosférica actual.

Uno de los aspectos más controvertidos es que esta forma de contaminación no es visible ni inmediata. Se acumula lentamente y sus consecuencias podrían tardar años en manifestarse. No obstante, el ritmo de lanzamientos de cohetes reutilizables como el Falcon 9 acelera esa acumulación metálica en las capas altas de la atmósfera.