Bill Gates acusa a Elon Musk de "matar a los niños más pobres del mundo” con su 'motosierra'

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Bill Gates ha elevado al máximo el tono de sus críticas contra Elon Musk, a quien acusa directamente de causar una catástrofe humanitaria al desmantelar la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, conocida como USAID. Según el fundador de Microsoft, los recortes impulsados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) están provocando la pérdida de millones de vidas infantiles en los países más vulnerables.

Durante una entrevista concedida al Financial Times, el filántropo lamentó: “La imagen del hombre más rico del mundo matando a los niños más pobres del mundo no es bonita”. Posteriormente, en una conversación con The New York Times, fue aún más explícito: “Porque de estos recortes resultarán millones de muertes adicionales de niños”.

Gates detalló que la reducción presupuestaria de USAID no ha sido moderada, sino extrema. “Pensé que sería, como mucho, un recorte del 20 %. En realidad, ahora mismo es del 80 %”, aseguró. La gravedad de la situación se refleja, por ejemplo, en la cancelación de ayudas a un hospital en la provincia de Gaza, en Mozambique, que trabajaba para frenar la transmisión del VIH a menores.

La retirada de esa financiación se produjo después de que Musk difundiera en redes sociales que EEUU destinaba 50 millones de dólares a enviar preservativos a Hamás. Una afirmación que, según Gates, carece de base alguna. “Me encantaría que fuera y conociera a los niños que ahora están infectados con el VIH porque él recortó ese dinero”, afirmó.

Fracaso de las promesas de ahorro

El Departamento de Eficiencia Gubernamental, liderado por Musk, prometió reducir el gasto público en 2 billones de dólares. No obstante, los datos verificados por el observatorio Musk Watch indican que apenas se han conseguido recortes reales por valor de 5.020 millones, un 0,25 % del objetivo inicial. Esta diferencia abismal entre lo proyectado y lo logrado ha intensificado aún más las críticas.

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Mientras tanto, el impacto de las decisiones de Musk ya se deja sentir en el terreno: campañas de vacunación interrumpidas, suministros médicos detenidos y repuntes de enfermedades como el sarampión, la polio o el VIH en regiones sin cobertura sanitaria alternativa.

Las tensiones entre Bill Gates y Elon Musk no son nuevas. Desde que en 2010 Gates impulsó The Giving Pledge junto a Warren Buffett, proponiendo que los más ricos donasen la mayor parte de su fortuna, Musk ha mostrado su rechazo frontal a la filantropía tradicional. De hecho, tras firmar inicialmente ese compromiso en 2012, acabó retractándose y afirmando que “la filantropía es una mierda”.

Una confrontación ideológica de fondo

Gates, en cambio, ha anunciado recientemente su intención de acelerar las donaciones y cerrar su fundación antes de 2045. Su plan contempla destinar más de 200.000 millones de dólares adicionales a salud, educación y desarrollo, que se sumarán a los 100.000 millones ya invertidos en los últimos 25 años.

A pesar de este esfuerzo económico sin precedentes, el propio Gates reconoce que la iniciativa privada no puede compensar la magnitud del desmantelamiento de USAID. El filántropo estima que habrá una interrupción de entre cuatro y seis años en los flujos de ayuda que antes gestionaba la agencia. “Incluso si logramos restaurar parte de la financiación, será muy difícil revertir el daño”, advirtió.