Este es el aparato con el que sobreviví al apagón y que tú también deberías tener en casa

Muchos españoles sumamos este lunes a nuestro palmarés de acontecimientos históricos uno nuevo e inesperado: un apagón histórico en el país. A pesar de que la situación parece estar ya más que bajo control, seguramente el caos ha hecho que más de uno se replantee esa sugerencia que desde hace un tiempo nos llevan haciendo desde la Unión Europea sobre hacer acopio de un kit esencial de supervivencia.

Este estuche de básicos debe incluir, como ya sabes, comida enlatada, algunas botellas de agua, una linterna, pilas y una radio. Y yo añadiría, en la medida de lo posible, otro gadget adicional: una batería solar portátil.

Justo este aparato ha sido el que el lunes me sacó de más de un apuro, permitiéndome sobrellevar mucho mejor el día sin electricidad. Ya no solo me dejó cargar la radio (sí, la mía no usa pilas) sino que con ella incluso pude enchufar la airfryer y preparar unas croquetas para mis hijos, por no hablar de que me sirvió de fuente de energía también para un foco, y así contar con luz cuando cayó la noche.

La clave está en el panel solar

Reconozco que cuando recibí la Power 1000 de DJI en casa pensé: “y ahora dónde meto yo semejante bulto”. Y es que la batería portátil de la firma asiática tiene un volumen importante. El cacharro mide 448 x 225 x 230 mm y pesa unos notables 13 kilos, unas cifras que, si bien le permiten aún seguir siendo considerado un equipo portátil, no deja de ser considerable, sobre todo a la hora de guardarlo.

Semejantes proporciones se traducen al menos en una gran capacidad. La DJI Power 1000 puede albergar hasta 1.024 Wh, ofreciendo una capacidad máxima de salida de 2.600 W. Esto en la práctica se traduce en que durante el apagón le pude enchufar la tostadora para preparar unos sándwiches (para que te hagas una idea, esto hizo que el porcentaje de batería bajara del 79 al 71%).

Luego, por la noche la usé como fuente de energía para darle potencia a mi airfryer (una de doble capacidad, por cierto), aunque antes cargué una pequeña batería portátil para llevar en el bolso, una pequeña radio para enterarme de lo que estaba pasando y hasta para cargar otra pequeña estación batería de la que te hablaré unas líneas más abajo. Finalmente, me sirvió para tener también encendido un foco que me dio luz hasta que me acosté, a las 2 AM —en San Fernando (Cádiz), donde resido, la electricidad no se restableció hasta las 3:30 de la madrugada—.

Esta pasmosa tranquilidad por mi parte en el gasto de energía tiene truco. Y es que la Power 1000 se puede cargar por corriente mediante enchufe (en 70 minutos la tienes llena) y también a través de energía solar, de forma que solo tengo que sacar al balcón los paneles y esperar a que los rayos de sol hagan su trabajo.

Este panel (que se vende tanto por separado como en pack junto a la batería) está compuesto por cuatro individuales que son capaces de alcanzar una potencia máxima de carga de 120 W. Su cable, de 3 metros integrado, cuenta con un conector estándar (XT90) que podemos conectar a otro adaptador que también se vende por separado, para así poder llevar la energía capturada a la batería interna del Power 1000.

Ya te contamos en su momento que este combo funciona increíblemente bien, pero el lunes volvió a demostrarlo, permitiéndome alimentar la batería portátil y, sobre todo, dándome esa calma de que tengo un recurso casi infinito y siempre disponible para la recarga como es el Sol.

En cuanto al propio manejo de la Power 1000, es muy sencillo. Viene con una pantalla integrada en la que se muestra toda la información que necesitas como es la potencia de consumo que se está generando, la potencia de carga que está entrando en la batería y cuánto tiempo de batería resta con el consumo actual, en horas restantes y en porcentaje. Y en cuanto a conectores, tampoco le faltan opciones: cuenta con dos puertos USB-A, dos de salida de CA, un puerto SDC, un puerto SDC Lite y dos orificios con rosca de 1/4". Difícil ponerle pegas.

¿El mayor problema de este equipo? Su precio. El kit completo de Power 1000 con el panel solar que me salvó del pequeño caos en casa tiene un coste oficial de 997 euros —su precio siempre ha sido de 1.347 euros, pero parece que disfruta ahora de una buena rebaja en la web oficial—, por lo que el desembolso es importante. Aun así, visto lo visto, me parece un dinero muy bien invertido y no dudo en recomendárselo a cualquiera que esté considerando su compra.

Existe, eso sí, una versión más pequeña, la Power 500 (con capacidad de 512 Wh y salida de 1.000 W), que tiene una etiqueta de 877 euros, aunque por esa diferencia de precio, yo me iría a la de mayor tamaño.

Un pequeño aliado de complemento

Aunque en este sonado apagón, la batería de DJI ha sido la gran protagonista de mi casa, mentiría si no dijese que también eché mano de otro pequeño aliado. Me refiero al Anker 521, otra estación de energía de pequeño tamaño (su peso es de 4,34 kg.) que no usé en ningún momento como cargador, pero que sí me hizo el apaño como linterna improvisada, gracias a un LED, de agradable tono cálido, incorporado.

En caso de que hubiera querido usarla como fuente de energía, igualmente me hubiera servido de ayuda. Esta batería cuenta con una capacidad de 256 Wh y una potencia de salida de 398 W. Con ella puedes cargar el móvil unas 20 veces, según el fabricante, contando además con una buena cantidad de puertos para cargar varios cacharros a la vez (tiene desde USB-C hasta USB-A, pasando por toma de CA y un conector para coche).

El aparato, que es resistente a caídas, cuenta también con pantalla, en la que poder visualizar la capacidad de la batería, la corriente de las entradas y salidas, y el tiempo estimado para que se recargue la estación de energía. Así que si la opción de DJI te parece demasiado, que sepas que también existe esta alternativa, eso sí, sin las útiles placas solares.

Otras opciones a considerar

El mercado está lleno de alternativas y no dudo que estés ahora como loco estudiándolas todas. Estas son otras opciones a considerar.

Esta estación de carga cuenta con una capacidad de 1.152 Wh, y cuenta con unas prestaciones muy similares a las de la batería de DJI. A pesar de contar con una potencia de salida menos potente (1800 W frente a los 2200 W de la Power 1000), su precio de 599 euros (tiene un cupón de 200 euros de descuento) con placas solares incluidas lo convierten en una opción muy atractiva en estos momentos.

Una potente estación de carga que, además de contar con una increíble capacidad de 2.160 Wh, es capaz de devolver 2400 W de potencia. Cuenta con una gran variedad de puertos USB, así como dos enchufes y conector XT90 para placas solares. Es una de las opciones con mejor relación calidad-precio, aunque la web del fabricante no especifica el país en el que residen.

Este monstruo de la acumulación de energía ofrece una capacidad de nada menos que 4.096 Wh, y su peculiaridad radica en un sistema modular que permite aumentar la capacidad hasta los 12 kWh. Con una salida de 4000 W, es perfecta para tenerla de backup frente apagones y problemas eléctricos. Su precio, eso sí, ya comienza a ser comparable al de una batería de gran capacidad con instalación en pared.

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