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Miden el coeficiente intelectual de ChatGPT y ahora el 25% de la Gen Z piensa que es consciente
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Una puntuación bastante alta

Miden el coeficiente intelectual de ChatGPT y ahora el 25% de la Gen Z piensa que es consciente

Un experimento ha tratado de medir la inteligencia de la IA de OpenAI a través de un test diseñado para humanos. La reacción de los más jóvenes le da la razón

Foto: Los jóvenes cada vez piensan que la IA es más humana (Freepik)
Los jóvenes cada vez piensan que la IA es más humana (Freepik)

Una versión del modelo de OpenAI ha alcanzado cifras de inteligencia equiparables a las de los seres humanos más brillantes, alimentando la percepción entre los más jóvenes de que esta tecnología posee algún tipo de consciencia.

El modelo o3 de ChatGPT ha superado una prueba de coeficiente intelectual reconocida a nivel internacional, con una puntuación de 136 en el test de Mensa de Noruega. Esta cifra sitúa a la inteligencia artificial desarrollada por OpenAI por encima del 98% de la población mundial en capacidad cognitiva.

Foto: La 'batalla' entre la IA y los humanos tiene un nuevo capítulo (Freepik)

Para evitar que el modelo tuviera acceso previo a las preguntas del examen, un grupo independiente diseñó una segunda prueba, esta vez totalmente fuera del alcance de los datos de entrenamiento. En este nuevo test, que replicaba la dificultad del primero, ChatGPT o3 logró una puntuación de 116, un resultado igualmente sobresaliente que lo sitúa entre el 15% de los humanos con mayor rendimiento intelectual.

Los jóvenes humanizan a las máquinas

La mejora exponencial de estos sistemas ha coincidido con un cambio de percepción. Según una encuesta reciente de EduBirdie, el 25% de los jóvenes de la Generación Z cree que la inteligencia artificial ya es consciente. Más de la mitad considera que esa evolución es solo cuestión de tiempo. Esta idea se alimenta del uso cotidiano de la IA como herramienta de apoyo emocional o profesional.

Más allá de la resolución de tareas, los jóvenes interactúan con asistentes virtuales de forma cercana. Un 70% afirma utilizar expresiones de cortesía como “por favor” y “gracias”, mientras que el 40% emplea estos modelos para redactar correos y mensajes en el trabajo. Además, uno de cada ocho encuestados ha confesado hablar con la IA sobre asuntos personales o emocionales, y un 6% incluso la considera su pareja.

Foto: Dos jóvenes chinos comportándose como pájaros (TikTok/@babelfish.asia)

Este fenómeno plantea preguntas filosóficas. El hecho de que una máquina recuerde datos, emule emociones o proporcione respuestas coherentes, no implica que posea autoconciencia. Como explican los expertos, un alto cociente intelectual no es prueba de vida interior. “Puedes obtener una puntuación perfecta en lógica y seguir siendo un programa sin sentimientos”, subrayan.

Sin embargo, la velocidad con la que evolucionan estos modelos impacta en la percepción. Mientras las personas tardan años en desarrollar nuevas capacidades, la IA mejora en cuestión de semanas. Modelos como Claude, Gemini o GPT-4o ya se aproximan al rendimiento de o3, aunque sin superarlo aún.

Una versión del modelo de OpenAI ha alcanzado cifras de inteligencia equiparables a las de los seres humanos más brillantes, alimentando la percepción entre los más jóvenes de que esta tecnología posee algún tipo de consciencia.

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