Mover tus listas de Spotify a Apple Music o YouTube parece imposible. Así lo logré

Una de las ironías más extrañas sobre el mundo en que vivimos es la muerte de las herencias. Cada vez tenemos menos cosas físicas que dejarles a nuestros hijos o nietos. Nuestros abuelos tenían fabulosas colecciones de vinilos. Nuestros padres llevan décadas coleccionando libros y discos compactos. A menudo, de hecho, han tenido que satisfacer su afán de coleccionismo aguantando al mismo tiempo nuestros mordaces comentarios jocosos sobre su decadencia y la de los formatos físicos que compran.

A medida que las nuevas generaciones se van haciendo mayores, muchos ya no encuentran el chiste tan gracioso cuando caen en la cuenta de que la digitalización de todo ha hecho que no tengan un legado físico que transmitir. ¿Qué les dejaremos a nuestros nietos? ¿Un sobre cerrado con nuestra clave de Spotify? ¿La cuenta de Amazon Prime pagada por 10 años para que tengan tiempo de leer todo lo que hay en el Kindle?

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La cosa pinta aún peor cuando se nos pasa por la cabeza cambiar de servicio musical y descubrimos que ninguno tiene una herramienta nativa específica que permita transferir las listas de reproducción que tan cuidadosamente hemos curado a lo largo de los años. ¿Cómo pasar a Apple Music la lista de éxitos del canto de garganta mongol que hemos acumulado en Deezer? ¿Cómo inmortalizar en Youtube Music esa lista de grandes temas de Spotify que pinchas en todas tus fiestas para consternación de los invitados?

Si la idea de perder tu colección de grandes éxitos de Rafaela Carrá te quita el sueño por las noches, no sufras más. A continuación vamos a repasar las opciones disponibles para transferir tus listas de reproducción de una plataforma musical a otra sin tener que buscar todas las canciones una por una. Que las nuevas generaciones no se queden sin saber quién era Melendi o Pitingo. Que nunca se olvide el Ai se eu te pego. La Bomba de King África ni la Macarena. El que olvida su historia está condenado a repetirla, y nuestro planeta no puede permitirse otra vez una catástrofe como Yoko Ono.

Antes de comenzar, aclarar que si lo que quieres es pasar tus listas de una cuenta a otra, pero dentro del mismo servicio, no hace falta que te compliques la vida y recurras a aplicaciones de terceros. Todos los servicios musicales permiten compartir listas de manera nativa con otros usuarios. Incluso permiten compartirlo fuera de su plataforma siempre y cuando lleve al usuario de vuelta a ella con el enlace. Lo único que cambia es la manera de hacerlo. Spotify permite crear listas colaborativas o compartir directamente una lista usando un enlace. Si tus listas son públicas, puedes acceder a ellas desde otra cuenta buscando tu nombre de usuario y simplemente agregarlas.

Las opciones de compartir listas en Apple Music incluyen también listas participativas y posibilidad de compartir vía Airdrop, mensaje de texto o casi cualquier otro medio. Lo mismo aplica a YouTube Music, Amazon Music o a Tidal. Compartir internamente no supone ningún problema. El problema de verdad nace cuando pretendemos transferir nuestras de un servicio a otro, porque ahí es donde las compañías no quieren tender puentes al cliente que huye.

En aras de simplificar, vamos a hablar de pasar nuestras listas de Spotify a otro servicio musical, pero el proceso aplica por igual a todas las demás plataformas musicales. Los servicios de los que vamos a hablar permiten seleccionar cualquier proveedor de origen, y cualquiera de destino. Podemos pasar de YuTube Music a Deezer, de Deezer a Tidal, de Spotify a Soundcloud, o de Apple Music a Amazon Music.

Un detalle importante es que la transferencia de listas no siempre es perfecta. A veces el proceso se deja canciones en el tintero. La razón puede ser que el tema en cuestión no esté disponible en la plataforma de destino porque esta no tenga los derechos de autor sobre el mismo. Sin embargo, a menudo la explicación es mucho más mundana y bastante más ridícula. Aunque resulte difícil de creer, la industria musical no dispone de un sistema centralizado de metadatos para las canciones. Dicho de otro modo, a veces cada servicio musical rellena los campos que etiquetan las canciones (autor, álbum, año...) de forma diferente. Eso provoca que los nombres internos de cada tema no coincidan y el servicio de transferencia no sepa añadir esa canción en concreto porque no encuentra el equivalente exacto.

Una última consideración previa. A fecha de 2025 no hemos encontrado un solo servicio que sea completamente gratuito. Algunos permiten transferir listas de manera limitada sin coste alguno, pero si necesitas pasar una gran cantidad de listas no te vas a librar de pagar. La buena noticia es que, en el peor de los casos, solo vas a necesitar suscribirte un mes al servicio de turno, migrar entre plataformas y darte de baja. Dicho esto, comencemos con las opciones disponibles.

FreeYourMusic

FreeYourMusic funciona mediante aplicaciones dedicadas para MacOS, Windows, Linux, iOS y Android. Nuestra primera tarea es descargar la app en el equipo desde el que queramos iniciar el proceso. Una vez instalada, FreeYourMusic nos pide que seleccionemos la plataforma de origen de la que copiará las listas de reproducción y la de destino. Para ello, obviamente, debemos autorizar a la app en ambas con las credenciales de nuestra cuenta. En otras palabras, si queremos pasar nuestras listas de Spotify a YouTube Music necesitamos tener cuenta en Spotify (duh) y en YouTube Music.

La app nos permite transferir hasta 300 canciones de manera completamente gratuita, y 300 canciones más si nos suscribimos a su newsletter con nuestro correo electrónico, que es un poco la manera moderna de vender nuestra alma al diablo del spam. Para una transferencia ilimitada debemos suscribirnos a alguno de sus planes. El más barato es de 6,66 dólares al mes, y el más caro es una licencia vitalicia que cuesta 249 dólares. Se puede cancelar en cualquier momento, así que podemos pagar los 6,66, transferir todas nuestras listas de una vez y darnos de baja. Las listas de reproducción que hayamos copiado de una plataforma a otra no desaparecen al abandonar la suscripción a FreeYourMusic.

Para qué podría alguien necesitar durante más tiempo un servicio de transferencia de listas de reproducción es algo que se me escapa, pero hay casos para todo. La suscripción incluye algunos extras como sincronización automática entre plataformas (las canciones que añadimos a una lista en la plataforma A, se añaden automáticamente en la B). Pagar la suscripción a FreeYourMusic es algo completamente independiente de pagar las suscripciones a los servicios musicales entre los que queramos transferir.

TuneMyMusic

TuneMyMusic tiene una lista de plataformas compatibles incluso superior a la de FreeMyMusic. Incluso ofrece la posibilidad de que el origen sea un archivo de texto en el que tengamos apuntadas las canciones de nuestras listas. En este caso soporta simples .txt o .csv, pero también formatos más específicos como los archivos de lista de reproducción .m3u que usábamos en los tiempos del WinAmp (sí, soy así de anciano).

El servicio no requiere de la instalación de ninguna app. Podemos usarlo directamente desde el navegador y autorizar el acceso a nuestras plataformas de música desde ahí. Una vez completado ese paso podemos transferir hasta 500 canciones de manera completamente gratuita. Si queremos transferir más podemos suscribirnos a la versión premium de TuneMyMusic, que cuesta 5,5 dólares al mes, o 24 dólares al año si pagamos los 12 meses de una vez. Al igual que FreeMyMusic, la suscripción incluye sincronización automática entre plataformas, compartir música con cualquier usuario de cualquier plataforma, y realizar copias de seguridad de nuestras listas en la nube de TuneMyMusic.

Tanto para este servicio como en los demás que hemos probado para este artículo, mi recomendación es no copiar todas nuestras listas de reproducción a la vez. La opción puede resultarnos atractiva, pero la transferencia de varios miles de canciones tarda una eternidad. Es mejor ir copiando las listas poco a poco. De esa forma, además, podemos poner algo de orden y borrar esas listas que llevamos varios años sin escuchar.

Soundiiz

La lista de plataformas musicales compatibles entre las que mover nuestras listas se eleva a 42 en Soundiiz, que por incluir, incluye cosas tan variopintas como Reddit, Plex, Pandora, Dailymotion, Movistar Música, o un simple archivo Excel como posibles orígenes para sus transferencias. Al igual que TuneMyMusic, no es necesario instalar ninguna aplicación. Todo se puede hacer desde el navegador.

Los límites de la versión gratuita de Soundiiz son un poco diferentes de las anteriores propuestas. En lugar de limitar el número total de canciones transferibles con un plan gratuito, lo que limita es el número de canciones de cada lista de reproducción a 200. Adicionalmente, el plan gratuito solo permite transferir las listas una por una, y no se permiten transferencias simultáneas. No es mucho problema si tienes mucha paciencia y mucho tiempo por delante.

Soundiiz tiene dos planes de pago. El premium cuesta 5 euros al mes (39 euros al año), y un plan denominado Creator, que incluye funciones avanzadas para músicos y cuesta 9,50 euros al mes (75 si lo facturamos al año). Creator pone sobre la mesa cosas como estadísticas analíticas de audición para creadores, o formatos avanzados para compartir canciones.

En el mundo sin herencias físicas en el que vivimos hay muchos más servicios de transferencia de listas de reproducción. SongShift o Playlistry, por ejemplo, se integran específicamente con Apple Music y están disponibles en la App Store.

Finalmente, conviene recordar que la mayor parte de servicios de reproducción permiten archivos locales. Si tienes una nutrida colección de archivos MP3 puedes reproducirlos en Spotify (siempre localmente) o convertirlos en una lista de reproducción para poder acceder a ellos desde otros dispositivos. Para ello, al menos en Spotify, solo hay que acceder a la configuración y permitir el acceso a archivos locales. Lo mismo aplica a otras plataformas como Apple Music, cuyo origen no fue otro que el de hacer sonar archivos MP3. En el futuro quizá ni siquiera necesitemos pasar a nuestros nietos la clave de Tidal. Quizá solo tengan que preguntarle a la IA qué música escuchábamos. Quizá los chatbots sean misericordiosos y oculten a las nuevas generaciones nuestra afición por el trap.

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